No existen evidencias científicas de que las vacunas deban ser reformuladas ante nueva variante del virus
La nueva cepa del Covid-19, 70 % más contagiosa y descubierta en Reino Unido en diciembre de 2020, ha comenzado a propagarse por el continente americano, generando incertidumbre y temor sobre su posible letalidad.
Flor Pujol, doctora en Biología Molecular del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, entrevistada por Unión Radio, destaca que para prevenir la expansión de la variante del virus es redoblar las medidas biosanitarias.
“La recomendación es que los países aumenten su vigilancia genómica porque, de esta manera, se puede determinar si la nueva cepa del virus está presente o no en un país”, explica.
Indica que es difícil precisar cuántas cepas se encuentran circulando en Venezuela, aunque indica que la más común con relación a este virus es la DC614. Añade que esta variante es la que circula mayoritariamente en América Latina.
“El comportamiento del virus en Venezuela es bastante similar a otras regiones del continente. Por ello es importante reforzar los tipos de comportamiento individual para la prevención, y se observa mucho que no se siguen las normas biosanitarias”, indica.
Al respecto, señala que una estrategia para prevenir la propagación del nuevo virus es redoblar las medidas de prevención tales como el distanciamiento social, el tapaboca usado de forma correcta y el lavado frecuente de las manos.
Explica que hasta los momentos no existen evidencias científicas de que las vacunas, ya han sido aprobadas y comenzado a utilizarse en distintos países, no tengan la misma efectividad contra la variante del Covid-19.
“Tenemos que redoblar nuestras medidas de prevención, sin crear alarmas. No hay evidencias de que las vacunas no sirvan ni que las nuevas variantes sean más graves”, añade.