, , ,

¿Tiene sentido la rusofobia? #LetrasAlMargen #GustavoLuisCarrera

La rusofobia es visible en señales extremas, como la destitución de directores de orquesta y artistas rusos.

Gustavo Luis Carrera      

                                                  

          En la práctica, se identifica la acción de un régimen gubernamental con el país al cual pertenece. Es más, se suele generalizar el hecho, proyectándolo a todos los habitantes. Y si es una actuación repudiable, agresiva, e inclusive destructora, se señala a los pobladores como corresponsables de algo inicuo que fue decidido sin consultarlos. Es lo habitual. Como sucede actualmente con respecto a la invasión del gobierno ruso a Ucrania.  

            GOBIERNO Y AUTARQUÍA. Una vez dueño del poder, el dictador decide a su antojo, por encima de constituciones, leyes y códigos. Justamente es su característica definidora: el absolutismo a plenitud. La ausencia de poderes públicos reales, el dominio absoluto de la Asamblea Nacional (cualquiera que sea su nombre), la hegemonía informativa, son instrumentos de afianzamiento del gobernante despótico. Este esquema puede variar en matices y detalles; pero, se aplica con disciplina militar. Es lo propio del actual gobierno de Rusia, bajo el dictamen del antiguo jefe de la KGB (feroz policía política soviética), Vladimir Putin. Ya con veintidós años en el poder, no se siente obligado a consultarse sino a sí mismo, dentro de sus incurables sueños que añoran el vasto imperio zarista y el aún más gigantesco imperio soviético. Es indudable que Putin vive el delirio de constituir la Gran Rusia del pasado, y comienza por invadir a Ucrania.   

            EL PAÍS INCONSULTO.  Mientras el autócrata decide a su antojo, los habitantes del país ignoran las resoluciones que aquél impone. Entre ellas, la peligrosa y mortífera de una guerra. La gente, el común de los pobladores, se entera de la sangrienta decisión cuando ya ha sido tomada. ¿Consultó Putin con los rusos antes de invadir a Ucrania? ¿Esperó tener el aval de la mayoría de un pueblo, antes de arriesgarlo al albur de matar o  morir? No. Absolutamente no. La responsabilidad es de manera total del autócrata y de sus paniaguados. Ahora, una población que nunca ha conocido la democracia, pues del absolutismo zarista pasó a la dictadura soviética, y de allí cayó en manos de Putin, está hecha a no ser consultada; pero, esto no modifica el abuso desmesurado del régimen que detenta el poder. Un caso semejante es el de países que nunca han vivido en democracia, como Cuba y Corea del Norte. (Hay quienes apuntan que estos pueblos que carecen de la experiencia democrática, terminan por tenerle miedo a la democracia; tal como se teme lo desconocido). En todo caso, lo que resalta es el hecho de que los rusos no fueron consultados antes de iniciar esta guerra.    

Todas las discriminaciones son condenables. Y conducen a acciones estólidas y aborrecibles. Absolutamente todas»

            FOBIA ABSURDA. En consecuencia, se impone la conciencia de que no es justo achacar a un pueblo la que es autoritaria y personalista decisión de un gobierno. Recientemente nos referimos a esta circunstancia en otra crónica. Inclusive propusimos que no se hablara de invasión rusa a Ucrania, sino de invasión del gobierno ruso a Ucrania. Y todo esto se relaciona con el fenómeno desmedido que se observa en la actualidad: se ha desarrollado una rusofobia, que hace que todo lo ruso sea repudiado y excluido. Lo cual lleva a recordar los excesos absurdos e ignorantes que ocurrieron tiempo atrás con estatuas de Cristóbal Colón, en América Latina, en nombre de una ridícula exaltación americanista; o con estatuas de antiguos esclavistas, en Estados Unidos (con referencia a una época en la que todos los «señores» eran esclavistas), como reivindicación de la abolición de la esclavitud. Este desmán discriminatorio es de total peligro, pues conduce a una injusta adjudicación de responsabilidad a quien no la tiene. Es como si se discriminara a los alemanes, porque allí una vez imperó el nazismo y se generó la atroz segunda guerra mundial. Es un sinsentido que se está aplicando en la actualidad. Una cosa es repudiar la guerra en Ucrania, y otra es discriminar genéricamente lo ruso. Menos aun cuando se tiene la información de que más de ocho mil ciudadanos rusos han sido detenidos en Rusia por protestar contra esta traicionera guerra repentina. Es innegable la existencia de una rusofobia. Es visible en señales extremas, como la destitución de directores de orquesta y artistas rusos, sólo por el hecho de ser rusos. Con manifestaciones de total insensatez, cuando la Asociación Felina Internacional discrimina a los gatos rusos. O en señales irracionales, con la suspensión, en Italia, a nivel universitario, de un curso sobre las novelas de Dostoievski (aunque después, se repuso; pero la discriminación había funcionado). Todas las discriminaciones son condenables. Y conducen a acciones estólidas y aborrecibles. Absolutamente todas.  

            VÁLVULA: «La tendencia habitual lleva a que injustamente se identifique la acción guerrerista, imperialista, de un gobierno, con el gentilicio de los habitantes de ese país. Esto puede conducir a una feroz discriminación, como la actual fobia contra los rusos, porque el gobierno de la federación rusa decidió invadir alevosamente a Ucrania. Esta peligrosa desmesura representa una condenable discriminación, que llega a extremos irracionales».  

glcarrerad@gmail.com

EL AUTOR es doctor en Letras y profesor titular jubilado de la Universidad Central de Venezuela, donde fue director y uno de los fundadores del Instituto de Investigaciones Literarias. Fue rector de la Universidad Nacional Abierta y desde 1998 es Individuo de Número de la Academia Venezolana de la Lengua. Entre sus distinciones como narrador, ensayista y crítico literario se destacan los premios del Concurso Anual de Cuentos de El Nacional (1963, 1968 y 1973); Premio Municipal de Prosa (1971) por La novela del petróleo en Venezuela; Premio Municipal de Narrativa (1978 y 1994) por Viaje inverso y Salomón, respectivamente; y Premio de Ensayo de la XI Bienal Literaria José Antonio Ramos Sucre (1995) por El signo secreto: para una poética de José Antonio Ramos Sucre. Nació en Cumaná, en 1933.

https://www.larazon.net/category/carrera/