Todo argumento adverso será un aliado de la insensatez y reñido con las aspiraciones genuinas de convivencia, equidad e igualdad y de participación incluyente.
M.A. Guzmán Gómez IVERDADES
En las últimas cuatro semanas de intensa actividad organizativa, el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) eligió electoralmente a millares de compatriotas con una entusiasta entrega participativa y protagónica que tendrán la hermosa y revolucionaria tarea de propulsar, con afán perpetuo y hacia adelante, nuestro propio socialismo criollo, desde las comunidades, desde sus calles, con sus «jefas y jefes» mancomunados con el Poder Popular para servir y ser útiles a todos, aliados en confraternidad plena con los concejos comunales. Una Gran Misión revolucionaria que les tocará llevar por toda la geografía nacional, hasta lo más recóndito y que se convertirá en una exitosa «campaña admirable».
Un socialismo hecho de pueblo venezolano, a nuestra imagen y semejanza, con invención propia de nosotros mismos; rumbo además, por supuesto, hacia la consolidación eficaz de un enorme partido unido que lo sostenga e impulse los más altos valores de la hermandad, solidaridad, lealtad y donde la moral y ética partidista se ejerciten permanentemente, por cuanto su práctica es fundamental e indispensable para garantizar la fortaleza de este inédito gran movimiento nacional «todos unidos», para el bien y grandeza del país, hacia una nación cada día más prospera, sana y normal.
De esta manera contagiosa, a Venezuela la convertiremos todos en ejemplo del buen socialismo que copará los escenarios de los pueblos en este siglo 21, sin vuelta atrás. Un sistema eficiente de gobierno popular que marche de la mano con la gente, impulsando cada día la justicia social, tiene que predominar en todos los pueblos libres.
Todo argumento adverso será un aliado de la insensatez y reñido con las aspiraciones genuinas de convivencia, equidad e igualdad, de participación incluyente que es el norte invariable hacia un nuevo mundo desprejuiciado totalmente, hecho de y para el pueblo porque de él nacerá, hermanados sólidamente en la búsqueda constante del bienestar y felicidad compartidos, sin egoísmos ni privilegios irritantes, malsanos que solo distancian.
La unidad debe prevalecer por encima de todo. En eso fue enfático el presidente Chávez en sus incontables intervenciones instructivas, pedagógicas, doctrinarias lecciones siempre vigentes para todas las edades.
Nada fácil, pero ineludibles las tareas a cumplir y únicamente un sólido partido unido con mucha moral y voluntades ya probadas es capaz de «hacer posible hasta lo imposible».
Vainitas en el postre
- Presidente Maduro a la Unión Europea y a Estados Unidos: «Estamos dispuestos a auxiliarlos con petróleo y gas»…(así somos los venezolanos, no importa que no agradezcan).
- «Vives bien si piensas en los demás»…