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Caos podría implosionar FAN chavistas

De los miles de venezolanos que diariamente abandonan Venezuela hay una cantidad considerable de militares que han desertado de las FAN

Humberto González Briceño

Sin apoyo popular y con unas bases clientelares desmoralizadas el único soporte real que tiene el régimen chavista son sus Fuerzas Armadas. A diferencia de otros países, estas no se ocupan de las fronteras ni del orden público sino de imponer por la fuerza y la violencia las decisiones del Estado chavista sobre una población civil desarmada, desorganizada y depauperada. El poder militar en Venezuela actúa en concierto con los poderes ejecutivo, legislativo, judicial y electoral para establecer una pseudo legalidad a la medida del chavismo.

Sin el apoyo militar todo el tinglado del Estado chavista terminaría de colapsar. Por eso es del mayor interés seguir con atención lo que ocurre dentro de esas Fuerzas Armadas dado su inevitable impacto en el resto de la estructura del régimen.

Para asegurarse la lealtad de las Fuerzas Armadas y prevenir la posibilidad de un levantamiento el chavismo emprendió una purga desde 1999 para limpiar los cuadros militares y dejar en posiciones de comando a elementos leales al régimen. El precio que paga el chavismo por tener una fuerza militar incondicional es sacrificar el profesionalismo y la integridad de la  institución. Así para poder ascender en la pirámide militar chavista lo que cuenta no son los méritos ni las credenciales militares sino el grado de lealtad con el régimen.

Pero aun asumiendo que, por este sistema de selección y ascenso, solo los oficiales comprobadamente chavistas son los únicos que tienen posibilidades de avanzar los conflictos y las rivalidades resultan inevitables. En un ambiente donde todos son chavistas hay que escoger a los que son más chavistas que otros. Y demostrar ese nivel de pureza requiere sacrificar las credenciales profesionales para en su lugar privilegiar la sumisión y la complicidad.

El caos que reina en la administración pública chavista se reproduce al detalle en el ámbito militar donde la desnaturalización de la Fuerza Armada ha quebrado hasta los protocolos para su propia operatividad. Muchos oficiales se quejan en privado de la gran  cantidad de accidentes mortales que ocurren a diario en los cuarteles como consecuencia de usar equipos obsoletos y municiones en mal estado. A esta Fuerza Armada se le caen los aviones, los lanza morteros le explotan en la cara al operador y las granadas activadas no estallan. No hay una contraloría civil o militar que investigue la compra de chatarra militar y cartuchos quemados, solo existe la convicción en los oficiales de menor rango que varios arriba en la pirámide están robando a rabiar.

La economía venezolana destruida por el chavismo también hace mella en las Fuerzas Armadas. Oficiales con salarios mensuales de 45 y 60 dólares son incentivados a convertirse en “emprendedores” para ganar más. En la cultura chavista ser “emprendedor” equivale a buscar formas alternativas de ingresos mediante el cobro de comisiones en contratos de interés público o simplemente mediante la extorsión. El oficial de menor jerarquía o el soldado que no pueda o no quiera convertirse en “emprendedor” muy probablemente tendrá que abandonar las Fuerzas Militares que no pueden garantizar ni siquiera un medio digno de vida a sus efectivos.

En una Venezuela donde no hay oportunidades de trabajo alistarse en las fuerzas militares es vista como una forma para escapar de la miseria. Pero los salarios bajos y los viciados mecanismos de reclutamiento terminan privilegiando a quienes son miembros de colectivos armados chavistas y elementos de bandas criminales.

Signos del caos y la crisis que sacuden a las Fuerzas Armadas chavistas son los reportes diarios de incidentes violentos entre sus miembros tales como violaciones y homicidios por motivos fútiles. También se han conocido incidentes que afectan la moral de la organización armada tales como fiestas y orgías que son ampliamente difundidas por redes sociales. Los superiores parecen tolerar todas estas conductas irregulares en la medida en que los involucrados se mantengan leales al régimen.

De los miles de venezolanos que diariamente abandonan Venezuela hay una cantidad considerable de militares que han desertado de las FAN chavistas al no poder encontrar un medio digno de vida u oportunidades para su desarrollo profesional. Unas Fuerzas Armadas en estas condiciones sólo seguirán siendo útiles como brazo armado del régimen al menos hasta el momento en que los grupos que operan dentro de ella, en medio del caos y la anarquía que impera, comiencen a operar por su propia cuenta. Quizás entonces ante la inminencia de la implosión algunos oficiales y comandantes se vean forzados a actuar contra su propio régimen para salvar lo que queda del organismo militar.

@humbertotweets

EL AUTOR es abogado y analista político, con especialización en Negociación y Conflicto en California State University.

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