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Con la salud comprometida

Patricia Marcano

La deuda que mantiene el Estado con los proveedores extranjeros derivó en el cierre de las líneas de crédito a empresas venezolanas desde octubre de 2013.


Los insumos, reactivos, equipos y materiales médico-quirúrgicos que requiere el país dependen de una cifra: 1 mil millones de dólares. Ese es el monto que demanda el sector anualmente para poder garantizar que todo paciente sea atendido, tanto en clínicas como en hospitales, en un país donde 98% de los insumos usados son importados.
La escasez le dará la bienvenida al 2015. La carencia de insumos y medicamentos que se vivió en este año, y que persiste, empeorará. De eso no tienen duda los representantes del sector de equipos médicos, farmacéutico, de bioanálisis, clínicas y sociedades médicas. Las razones son varias.
El presidente de la Asociación Venezolana de Distribuidores de Equipos Médicos, Odontológicos, de Laboratorios y Afines (Avedem), Antonio Orlando, recuerda que esos mil millones de dólares que demanda el sector no han sido liquidados en los últimos años. Precisa que en 2011 recibieron 825 millones de dólares para la importación de insumos médicos, en 2012 el monto fue de $ 647 millones y el año pasado bajó a $531 millones. “Este año apenas pasamos de los 250 millones de dólares. Eso es muy poco, es el 25% de la demanda real”, señala el directivo.
A esas reducciones se suma la deuda que mantiene el Estado con los proveedores extranjeros, que derivó en el cierre de las líneas de crédito a empresas venezolanas desde octubre de 2013 y, en consecuencia, está limitando la importación de insumos. Avedem agrupa a 150 empresas que distribuyen insumos a centros públicos y privados de todo el país.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″ align=»right»]245 millones de dólares se adeudan a los proveedores extranjeros. Muchas líneas de crédito están suspendidas.[/quote]

“El presidente del Cencoex se comprometió a pagar la deuda a finales de este año. Pasó el 15 de diciembre y nada. Me reclaman porque sigo denunciando que persiste la deuda y no nos dan crédito. ¿Qué hago, le digo al paciente que no se enferme hasta que paguen la deuda? Tengo un distribuidor con una factura de hace 8 años que aún se la debe al proveedor. Yo tengo una de finales de 2010, y así hay infinidad de casos. ¿Con qué cara les vamos a pedir que nos abran los créditos si las promesas de pago no se han cumplido? La situación está insostenible. No hay nada”, expresó Orlando.

SIN CIRUGÍAS

Dos informes entregó Avedem a la Asamblea Nacional este año. Uno en mayo y otro en agosto. En el último señalaban que de un aproximado de 45 mil rubros que importan, había fallas en unos 38 mil, cifra que representaba más del 80% de los productos médico-quirúrgicos.
En tres meses pasaron de reportar “fallas” a “faltas absolutas”, afectando a casi todas las especialidades médicas: pediatría, infectología, neonatología, hematología oncológica, neurocirugía, ginecología, obstetricia, terapia del dolor, rehabilitación, ortopedia y oftalmología, además de las áreas de traumatología, cardiología, nefrología, bioanálisis, oncología, cirugía, diálisis, esterilización, anestesia, terapia intensiva, odontología, imagenología, radioterapia, neurología, anatomía patológica, audiología, urología, gastroenterología y neumonología, que fueron las primeras en reportar carencias.
Ya en mayo Avedem alertaba que en los centros públicos del país se estaban realizando amputaciones de miembros inferiores porque no había stents periféricos (una malla metálica en forma de tubo que permite abrir los vasos sanguíneos para restituir el flujo de sangre en una arteria), y que dejaron de colocarse 750 marcapasos por su inexistencia.
De ambos documentos no hubo respuesta ni acciones. La situación ha empeorado, tanto que la mayoría de las 236 clínicas afiliadas a la Asociación Venezolana de Clínicas y Hospitales (Avch) decidieron suspender las cirugías electivas desde el 15 de noviembre y reactivarlas a principios de febrero, “y eso en el supuesto negado de que consigamos algunos insumos”, informó Cristino García, director ejecutivo de la asociación. Con esta medida esperan destinar lo poco que tienen a las emergencias que les lleguen.
Detalló que actualmente las clínicas no están haciendo cirugías laparoscópicas, cirugías bariátricas (para obesidad mórbida), procedimientos de hemodinamia, no pueden hacer nada relacionado con implantes de stents y válvulas cardíacas porque no hay, ni cirugías oftalmológicas de cataratas y cámara posterior porque no hay clips ni lentes intraoculares; ni cirugías traumatológicas que requieren materiales de osteosíntesis y prótesis.
“A principios de año la situación será muchísimo más crítica. El 2015 lo vemos muy mal. La escasez de material médico quirúrgico y de fármacos era un problema de fácil solución, se debía tomar una decisión de alto gobierno que dijera al presidente del Cencoex, Alejandro Fleming, que liquidara las divisas que ya aprobaron, para que los proveedores nacionales pagaran a los extranjeros. No sucedió, no liquidaron las divisas, los créditos continuaron cerrados y ya no hay nada que hacer”, indicó García.
Los proveedores de insumos y materiales de salud bajan las santamarías del 15 de diciembre al 15 de enero. Recibían las últimas órdenes de compra a principios de noviembre porque el trámite para traer productos importados demora entre 2 y 4 meses.

Por Patricia Marcano
Por Patricia Marcano

DE POCA AYUDA

Las importaciones de insumos estarán restringidas mientras los créditos continúen suspendidos. Es decir, mientras no se pague la deuda a los proveedores extranjeros, que actualmente es de 245 millones de dólares.
El presidente de Avedem, Antonio Orlando, aclara que la participación de este sector en las subastas de Sicad 1 no tiene mayor impacto en el pago de la deuda ni en la disponibilidad de insumos médicos. “La subasta nos permite hacer compras puntuales siempre y cuando el proveedor lo acepte, o para resolver la falta de repuestos para equipos médicos, como pasó en la subasta 18, convocada en julio. Sin embargo esos fondos los liquidaron a finales de octubre y en diciembre empezaron a llegar los repuestos. Además de no ser frecuentes, se tardan”, señaló Orlando, quien además explicó que algunos proveedores aceptan vender de contado cuando reciben los fondos pero mantienen la línea de crédito suspendida, mientras que otros deciden restar el monto liquidado a la deuda y no despachan nada. “Tienen derecho a hacerlo”, acota.
Varias empresas participaron luego en la subasta 23, de agosto, sobre equipos médicos, repuestos y algunos insumos; los resultados los dieron el 2 de septiembre pero hasta el 15 de diciembre no habían abierto las cartas de crédito a los proveedores. “Si antes de terminar el año abren los créditos y hacen las transferencias a los proveedores, esos insumos llegarán entre febrero y marzo, pero la cantidad es mínima. Si no, tardará más. Eso es lo más cercano que tenemos en camino”.
La última subasta en la que participaron algunos fue en octubre, la número 26. Hasta ahora la última del año. (lo subrayo porque es así hasta hoy. Si convocan a una subasta extraordinaria en las dos semanas que quedan no sería la última, pero dudo que pase).
En el caso de las clínicas, el director ejecutivo de la Avch, Cristino García, informó que para participar en subastas se debe tener tradición importadora de al menos 2 años y licencias para importar. Solo dos clínicas afiliadas tenían estos requisitos, el Hospital de Clínicas Caracas y la Policlínica Táchira. Ambas subastaron pero no les asignaron divisas.
Durante el primer semestre del año, el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex) otorgó divisas fuera de las subastas, pero no fue suficiente para honrar la deuda. El 16 de agosto publicó un listado de 387 empresas del sector salud, a las que había liquidado más de $2.055 millones de dólares, entre enero y julio. Orlando reconoce el pago de esa suma, pero hace una aclaratoria. En ese grupo están incluidos los laboratorios farmacéuticos. De ese total, al sector de insumos y equipos médicos (empresas afiliadas a Avedem) le otorgaron 186 millones de dólares ($ 120 millones se destinaron al pago de deudas anteriores a 2013 y $ 66 millones a deudas del último trimestre de 2013 y de principios de 2014). En octubre Avedem hizo una actualización de la deuda y la data de sus afiliados arrojó que se ubicaba en $ 245.518.507.
El resto de lo liquidado (poco más de $1.869 millones de dólares) fue asignado a laboratorios farmacéuticos.

DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO LIMITADOS

El presidente de Avedem aporta un dato. La demanda de las empresas farmacéuticas sumada a la de los distribuidores de insumos y equipos es de 4.500 millones de dólares; mil millones requiere Avedem y 3.500 los laboratorios. El hermetismo de estas empresas impide saber con certeza cuánto se les adeuda actualmente, pero la escasez es evidente en las farmacias del país.
“Tenemos la peor crisis que haya ocurrido en el sector salud y de medicamentos. Está comprometido tanto el diagnóstico como el tratamiento”, sostiene Fredy Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica de Venezuela (Fefarven). Lo dice porque entre las carencias de insumos médicos también están los reactivos y materiales para pruebas de laboratorio, así como los fármacos necesarios para tratar diversas patologías.
“El déficit de medicamentos sobrepasa el 60%. Eso es gravísimo, para nosotros una falla de 15% ya era un alerta. El desabastecimiento lo causó el Estado al no liquidar divisas mensualmente para la producción e importación de insumos y medicamentos. Mientras no se liquiden divisas de manera planificada, programada y sistemática, aquí vamos a seguir con desabastecimiento, porque el problema es que la planificación de los productores se rompió”, asegura Ceballos.
Los medicamentos para la hipertensión arterial, para el sistema nervioso central, anticonvulsivantes, cremas para quemaduras y fármacos para el asma, no se consiguen, indicó el farmacéutico. En agosto empezaron a escasear los anticonceptivos y aún se mantiene la falla.
“Hablan de sobreconsumo, aquí no hay eso. Nosotros estamos controlando la dispensación para tratar de darles el servicio a todos porque no hay un abastecimiento continuo sino intermitente y eso va en perjuicio del pueblo venezolano”, reclamó Ceballos. Agregó que aunque las farmacéuticas han recibido divisas, la falla persiste porque ha sido poco y los productos tardan de 3 a 4 meses en llegar al país.
Conseguir tubos de extracción de sangre es otro de los requerimientos que hacen ir de farmacia en farmacia, comenta Ceballos, y la presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela, Yudith León, lo confirma.
No hay tubos de tapa morada (para hematología), tapa azul (pruebas de coagulación) y tapa roja (pruebas de bioquímica). En los últimos meses del año se agotaron las láminas y laminillas para observar muestras de orina y heces en microscopio, así como las tiras reactivas para orina, que permiten detectar pigmentos y orientan sobre procesos infecciosos.

[quote font=»0″ bcolor=»#dd3333″ align=»right»]2010 Avedem reporta casos de facturas pendientes del año 2010 que no han podido ser honradas por la falta de liquidación de divisas[/quote]

Este año hubo ausencia de reactivos para pruebas específicas como las hormonales, VIH, dengue, sífilis, marcadores tumorales y otros porque 90% de esas pruebas son importadas, indicó León. “Se importaron algunos reactivos para atender el déficit pero no se pidieron tubos y ahora eso es lo que falta. Desde 2013 venimos advirtiendo, nos afecta la deuda con los proveedores extranjeros y los créditos cerrados, pero también hay un desconocimiento del sector. Con la reestructuración del ministerio se eliminó la dirección de bioanálisis en el año 2000 y desde entonces no hay políticas públicas en esta área. Los servicios han decaído y, en algunos hospitales, cerrado”, alerta León.
La presidenta de la Red de Sociedades Científicas Médicas de Venezuela, María Yanes, explica que este año, al mal estado de los hospitales se sumó la escasez sin precedentes que afectó al sector privado, el deterioro de las clínicas y el impacto del chikungunya, dengue y malaria, tres epidemias que finalizarán en año con más de 80 mil afectados en el caso de las dos últimas, pues del chikungunya nunca publicaron los casos. “Fue un año dramático y para 2015 tenemos mucha incertidumbre porque la crisis económica se va a prolongar. No creo que veamos resultados positivos en salud”.
El presidente de Avedem coincide en que 2015 no será fácil. “Si venimos de unos años en los que ha habido bonanza petrolera, con ingresos respetables de 100 dólares por barril, ahora con el petróleo en 60 o menos, yo dudo que haya divisas para nuestro sector. No veo muy claro el panorama. Vamos a entrar en una situación donde el paciente va a morir de mengua porque no hay con qué atenderlo”.