,

Gustavo Márquez Marín: “Que se publique la lista de Cadivi”

El ex ministro de Industria y Comercio y ex ministro de Integración y Comercio Exterior, Gustavo Márquez Marín, expresó su punto de coincidencia con el planteamiento que hizo “Marea Socialista” en el III Congreso del PSUV y el cual sostiene con amplia claridad, las angustias del pueblo venezolano frente al desgaste del salario real, debido a la inflación galopante “impulsada por la especulación de la burguesía parasitaria en el marco de una guerra económica”.

Por Myriam Mosquera.-

Gustavo Márquez señaló a su vez que el modelo rentístico-importador ha tocado fondo y ya no admite remiendos. “A pesar de las inversiones que ha realizado el gobierno bolivariano en la agricultura y en el desarrollo de empresas estatales y de propiedad social, ese esfuerzo no se ha traducido en más productividad”. Continúa afirmando que “el sector privado ha continuado disminuyendo su productividad y desde hace más de 30 años no invierte, manteniéndose atrasado y parasitario y migrando progresivamente de la actividad productiva a la actividad comercial estimulado por la sobrevaluación de la moneda, que ha hecho más rentable importar que exportar”.

De igual forma, Márquez Marín sostiene que “las dificultades actuales han sido detonadas por el retardo en la toma de decisiones en materia de política cambiaria, al mantener un sistema de control de cambio agotado y por la desaceleración de la producción interna”.

 Conjurar el riesgo a la hiperinflación

¿Comparte usted el documento denominado «Cinco propuestas para enfrentar la crisis», presentado por «Marea Socialista» al III Congreso del Psuv?

— Coincido con el planteamiento que hizo “Marea Socialista” (MS) al Congreso del Psuv, porque expresa con claridad la angustias del pueblo venezolano frente al desgaste acelerado del salario real, debido a la inflación galopante impulsada por la especulación voraz de la burguesía parasitaria en el marco de una guerra económica, que cabalga las debilidades de una política económica que se ha mostrado su incapacidad para enfrentar la crisis. En relación a la propuesta de estatizar el comercio exterior a través de centralización de las importaciones por el Estado, creo que para evitar la discrecionalidad de los funcionarios, minimizar la corrupción y elevar la eficiencia, no conveniente que el Estado desarrolle otra estructura burocrática para administrar las importaciones directamente pero sí, que asuma el manejo monopólico de las operaciones financieras del comercio exterior a través del Bancoex. Coincido, asimismo, que el ajuste periódico del salario según la inflación es necesario pero, simultáneamente, debe abandonarse la actual política de producción de dinero inorgánico para conjurar el riesgo de transitar el espinoso camino de la hiperinflación.

Que se publique “la lista”

El ex ministro Jorge Giordani y el ministro Rafael Ramírez han señalado que a través de Cadivi y el Sitme la nación fue estafada en más de cuarenta mil millones de dólares. ¿Por qué cree usted no hay castigo para quienes incurrieron en esa colosal estafa?

— La Fiscal Luisa Ortega Días informó recientemente que ese organismo investiga 2.272 casos de estafa a Cadivi. Lamento que continúe en la oscuridad el nombre de los funcionarios y empresarios que se confabularon para cometer ese gigantesco fraude. Para el bien del país y de la revolución, espero que pronto se publique “la lista” y se castigue a los funcionarios y empresarios que defraudaron a la nación.


“Es un grave error descalificar a Giordani”
¿Por qué no es posible la autocrítica en la «revolución bolivariana? Quienes de buena fe lo han hecho, como Giordani y Navarro, han sido señalados de traidores, vendidos, escuálidos, oligarcas y cuánto insulto esté al alcance de la mano.
— Es un grave error la descalificar a Giordani por haber formulado algunas denuncias y opiniones sobre la conducción del gobierno. Mucho menos se justifica la suspensión de Héctor Navarro, por el solo hecho de solidarizarse con Giordani. Este tipo de medidas crean un mal precedente al establecer de facto el delito de opinión en el PSUV. Una revolución sin crítica y autocrítica es una revolución que puede ser presa fácil de burocratismo.

¿Es partidario que se practique una auditoría pública, con la participación de expertos, para determinar el monto exacto de la deuda del Estado con el sector privado nacional e internacional?

— Comparto la creación de una Comisión de Expertos Independiente con participación ciudadana, para auditar la legalidad y legitimidad de la deuda privada en divisas cuyo pago está exigiendo Fedecamaras. Esta obligante a la luz de la denuncia hecha por el ex ministro Giordani, respecto al defalco de $20.000 solamente a través del Sitme.

Privilegios fiscales de la banca

¿Cómo se explica que en un gobierno que se dice socialista, como el de Venezuela, el sector financiero sea el principal beneficiario de la renta petrolera?

— Sin duda es una contradicción, porque el sector financiero es el que más ha crecido en el marco de la crisis, al obtener una tasa de crecimiento superior al 30%. El mantenimiento de los privilegios fiscales de que goza la banca no se compagina con el proyecto socialista en construcción. Por el contrario, refleja el fortalecimiento del modelo de acumulación capitalista exógeno.

¿Por qué en Venezuela la banca privada no paga impuesto sobre la renta?

— Porque la revolución aún no ha transformado al sistema financiero que heredamos de la IV República, diseñado para una economía capitalista dependiente y rentística-importadora, siendo la banca el sector más aventajado en la captación de la renta petrolera. El proyecto transición debe promover una arquitectura financiera orientada a la conversión del ahorro en inversión productiva.

Unificación cambiaria

¿A qué se debe la caída de la producción en Venezuela, situación que se agrava aún más en sector industrial propiedad del Estado?

— Se debe a que el modelo rentístico-importador ha tocado fondo y ya no admite remiendos. A pesar de las inversiones que ha realizado el gobierno bolivariano en la agricultura y en el desarrollo de empresas estatales y de propiedad social, ese esfuerzo no se ha traducido en más productividad. El sector privado ha continuado disminuyendo su productividad y desde hace más de 30 años no invierte, manteniéndose atrasado y parasitario y migrando progresivamente de la actividad productiva a la actividad comercial estimulado por la sobrevaluación de la moneda que ha hecho más rentable importar que exportar.

¿A qué atribuye usted el fenómeno de la escasez de productos, queja cotidiana del venezolano de a pie?

— A tres factores: la caída de las importaciones y el déficit en la oferta de bienes; la escasez “programada” por las redes de distribución privadas para magnificar su percepción para estimular las compras nerviosas y el contrabando masivo de bienes importados y nacionales subsidiados y no subsidiados por el gobierno, estimulado por la brecha existente entre el peso y el bolívar. La política de unificación cambiaria debe formar parte la una nueva política económica, que preserve el salario real, las misiones sociales y el direccionamiento de la renta petrolera hacia el desarrollo socioproductivo y la inversión social.

Aumento de la gasolina es necesario

¿Es partidario de ajustar el precio de la gasolina?

— Es una medida necesaria para darle un “parao” al contrabando de combustible y la corrupción asociada que nos está desangrando. Debería aplicarse de manera progresiva para minimizar su impacto inflacionario pero, destinando los ingresos obtenidos a subsidiar y mejorar el transporte público, a las pensiones de los adultos mayores y a los programas destinados a erradicar la pobreza extrema.

¿Por qué hay escasez de divisas en Venezuela, si diariamente ingresa un volumen enorme de dinero por concepto de la venta de petróleo?

— Es el resultado del desbalance entre los ingresos petroleros y las divisas requeridas para cubrir las importaciones de bienes y servicios, sin embargo, el Fondem y el Fondo Chino dan un margen de holgura para acompañar la nueva política económica.

 Sistema de control agotado

¿Cómo se podría corregir la alta inflación que presenta Venezuela, que según algunos expertos es una de las más altas del mundo?

— Con una estrategia que le dé respuesta a la coyuntura, corrigiendo los desequilibrios macroeconómicos y a la vez ataque sus causas estructurales. El gran desafío es hacerlo sin comprometer los logros sociales de la revolución. Es clave la unificación cambiaria y detener la puesta en circulación de dinero inorgánico. Debe adelantarse la transformación del sistema financiero para orientarlo hacia la inversión productiva en sintonía con el Programa de la Patria y una reforma tributaria integral que propenda a la redistribución social del excedente social del trabajo. Es indispensable avanzar en un programa de optimización de los gastos del Estado, a través de su restructuración enfocándose en la territorialización de la gestión pública. Debe adelantarse una política de inversiones soberana, una política industrial que relance el aparato productivo y el desarrollo de la agroproducción teniendo como eje el desarrollo endógeno.

¿Por qué el país se encuentra en estas condiciones económicas tan deplorables, después de quince años de revolución y después de un descomunal ingreso, producto de la renta petrolera?

— La verdad es que la inflación promedio en el período cuartorepublicano 1983-1998 fue de 42.47% mientras que en el período de la revolución 1999-2012 fue la mitad, 22,4%. Sin embargo, en el 2013 la inflación escaló hasta un a 56,2 %. Hay una inflación estructural que procede del déficit productivo interno respecto a una demanda que ha crecido durante la revolución, debido a la inversión social de 650.000 millones de dólares provenientes de la renta petrolera. Las dificultades actuales han sido detonadas por el retardo en la toma de decisiones en materia de política cambiaria al mantener un sistema de control de cambio agotado y por la desaceleración de la producción interna.

 Democracia interna en el PSUV

Hay mucha decepción en la militancia del Psuv, porque el recién celebrado Congreso de ese partido no aceptó las propuestas presentadas por algunos sectores de la base sobre temas relacionados con la democracia interna como la práctica de «coptación» de delegados y sin embargo dicho congreso le dio recibimiento de héroe al general Carvajal, expulsado de Holanda por sus presuntas conexiones con el narcotráfico. ¿Qué opina usted al respecto?

— Pareciera que por ahora la correlación de fuerzas del Congreso no permitirá avanzar en la profundización de la democracia interna, con la reforma del artículo 5 de los estatutos para eliminar la “cooptación” como método para elegir candidatos a Diputados, Alcaldes, Gobernadores, miembros de las direcciones políticas nacional, regional y municipal, delegados al Congreso etc. Hay quienes han pretendido justificar esa posición argumentando que la “cooptación” es un legado de Chávez y por eso debe respetarse. Lo cierto es que el Comandante muchas veces manifestó su oposición a los dogmas, en un claro deslinde del socialismo burocrático del siglo XX. Mal podría invocarse su legado para consagrar el “dogma” de la cooptación”. La cooptación aplicada de manera permanente contradice el discurso político de la revolución bolivariana y el artículo 67 de la Constitución.

— El general Carvajal fue secuestrado por el gobierno de Aruba a solicitud del gobierno estadounidense, violando el derecho internacional. Luego el gobierno de Holanda ordenó su liberación para ponerse a derecho. Lo que hizo el Congreso fue manifestar su solidaridad con él, celebrando su liberación y el triunfo la diplomacia venezolana sobre esta nueva provocación de EEUU. Su calificación de narcotraficante por el Departamento de Estado sin aportar ninguna prueba, se inscribe en la vieja estrategia gringa de desertificar países y calificar a personas, como narcoestado o narcotraficantes, porque estorban a sus planes de dominación. También, para crear matrices de opinión negativas dentro de la guerra de cuarta generación que le hacen a los gobiernos antimperialistas de la región.

 No hay sesgo militarista

¿Comparte usted el sesgo militarista de la llamada «revolución bolivariana?

— Una cosa es el militarismo, conducta asociada a las dictaduras y otra bien diferente es la unión cívico-militar, devenida de una ruptura con la concepción cuarto republicana que promovía la separación del la FANB del pueblo, para utilizarla contra el movimiento popular. La nueva doctrina militar legada por El Libertador y aplicada por el Comandante Chávez, homologa a civiles y militares, al considerar que estos últimos solo son “el pueblo en armas”. No creo que la revolución bolivariana tenga un sesgo militarista pero hay que estar “ojo avizor”, ante la eventual aplicación de métodos autoritarios en funciones de gobierno.


“La revolución está más viva que nunca”
¿Fracasó la revolución bolivariana? ¿Es posible, a estas alturas, relanzar a la «revolución bolivariana», si al parecer no hay voluntad de rectificar en los altos mandos del gobierno?
— A pesar de las dificultades actuales, la revolución está más viva que nunca. Si se producen las rectificaciones necesarias en el ámbito económico, se impulsa la desburocratización del Estado, la lucha a fondo contra la corrupción y por la eficiencia, se despejarán los nubarrones que anuncian tempestad. La clave para que la revolución puede ser relanzada en los términos propuestos por el Comandante Chávez en su “golpe de timón”, es la formación de un auténtico Poder Popular Constituyente con capacidad real para ejercer la contraloría social y la autogestión. El relanzamiento de la revolución solo puede surgir de una profunda autocrítica y de la construcción de una dirección colectiva. Habrá revolución mientras haya revolucionarios dispuestos a luchar por el socialismo.