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Los senadores brasileros, que se proponían visitar a líderes opositores presos en Venezuela, fueron acorralados y agredidos por manifestantes, lo que imposibilitó la prosecución de la misión diplomática
Jacobo Villalobos
El gobierno de Brasil calificó de “inaceptables” los hechos hostiles que sufrieron los senadores de ese país durante una visita a Venezuela y que impidieron la estadía de los políticos en suelo nacional.
El pasado jueves, 18 de junio, una misión encabezada por el senador y excandidato presidencial Aécio Neves, se vio envuelta en un ambiente tenso cuando un grupo de simpatizantes del gobierno agredió el vehículo que transportaba a los políticos extranjeros.
La delegación brasilera se proponía encontrarse con algunos de los líderes políticos opositores presos en Venezuela. «Es una misión política y, tal vez, diplomática. Estamos haciendo lo que el gobierno brasileño debería haber hecho hace mucho tiempo: defender las libertades, la democracia, la liberación de los presos políticos y la celebración de elecciones libres en Venezuela», destacó Neves en un video publicado vía web.
Según el diario brasilero O Globo, los senadores, tras haber aterrizado en Venezuela, fueron retenidos en el avión durante 20 minutos. En ese tiempo, la seguridad les solicitó que se dirigieran directamente a Ramo Verde, evitando reunirse con Lilian Tintori, Patricia de Ceballos, Mitzy Capriles y María Corina Machado, que se encontraban a la espera en el aeropuerto.
Tras la espera les permitieron salir del avión y abordaron una van pero no pudieron llegar a Caracas. Los diarios Folha de Sao Paulo y O Globo divulgaron varias de las causas manejadas. Una se refería a un accidente en la vía y otra al cierre de la autopista La Guaira-Caracas por el traslado de Yonny Bolívar, extraditado desde Colombia. Los senadores que integraban la comisión denunciaron que el vehículo en el que se desplazaban fue agredido por manifestantes que les impedían el avance.
Los medios brasileros relataron que el número de agresores alcanzaba los 50 y que gritaban consignas a favor del gobierno de Nicolás Maduro y del fallecido presidente Chávez. Neves y Ronaldo Caiado, otro de los senadores de la comitiva, denunciaron vía twitter las agresiones que recibieron. “No podemos salir del aeropuerto. Sitiaron nuestro autobús, lo golpearon e intentaron romperlo. Estoy intentando contactar al presidente Renan” escribió Caiado en su cuenta, dirigiéndose al presidente del Senado Federal de Brasil.
Ante la dificultad para avanzar, la única vía disponible para ellos fue regresar al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, en Maiquetía, para retornar a su país.
Las reacciones
Mientras que los senadores brasileros se encontraban en esa situación, el presidente Nicolás Maduro protagonizaba una cadena nacional. El primer representante del gobierno en manifestarse fue Tarek William Saab, Defensor del Pueblo, quien calificó la presencia de los políticos brasileros como “totalmente inamistosa de ciudadanos extranjeros, violando la Ley de extranjería venezolana”
No obstante, una nota publicada por el gobierno de Rousseff aseguraba que la misión contó con respaldo oficial y con el apoyo de la embajada de ese país en Venezuela. De igual manera, el escrito destaca la solicitud al gobierno venezolano de una custodia policial que protegiera a los parlamentarios durante su paso por el país.
Tras los hechos, el gobierno brasilero emitió un comunicado en el que le solicita al gobierno de Maduro una explicación por los sucesos. «A la luz de las tradicionales relaciones de amistad entre los dos países, el gobierno brasileño solicitará al gobierno venezolano, por los canales diplomáticos, los debidos esclarecimientos sobre lo ocurrido», reza la nota divulgada por la Cancillería de ese país.
Medios locales reseñaron que la Cámara de Diputados aprobó una moción de censura contra el gobierno de Nicolás Maduro. Además, el presidente del Senado brasilero, Renán Calheiros, y el jefe del Partido de los Trabajadores (PT), José Guimaraes, afín al movimiento chavista, manifestaron su repudio antes estos hechos, los cuales, según Calheiros, suponen una “agresión al Legislativo y el Estado brasileño”.
Un respuesta contundente
De vuelta a su país, los senadores agredidos solicitaron a su gobierno que denuncie a Venezuela ante el Mercosur y la Unasur.
«Vamos a exigir una posición dura del Gobierno brasileño y, si no la hubiera, desde el punto de vista político y parlamentario vamos a impulsar la respuesta necesaria en defensa de la democracia«, aseveró Neves en Brasilia.
«Fuimos recibidos por la intolerancia de un régimen que no admite posiciones contrarias”, condenó el senador. “Si había alguna duda de que hay una escalada autoritaria en ese país, esa duda ya no existe».
