La feria escolar instalada por el Ministerio de Comercio en la planta baja del Sambil de Candelaria abre a las 10 am pero la gente empieza a llegar entre las 2 am y 5 am. “Los precios no son muy baratos pero algo ahorras”, dicen los clientes
Patricia Marcano
Para los que llegan después de las 11 de la mañana a la entrada principal de la feria escolar bolivariana, inaugurada por el Ministerio de Comercio el pasado 26 de agosto en la estructura expropiada del Sambil Candelaria, la impresión puede ser muy buena. No hay cola para ingresar.
Pero quienes asisten minutos antes de que abran la feria (el horario es de 10 am a 5 pm, de miércoles a domingo) se consiguen con otro panorama: una hilera de gente que le da la vuelta a la megaestructura de centro comercial, bautizada por el Gobierno como “Complejo ferial Candelaria”. Para comprar útiles y uniformes escolares la gente llega de madrugada.
Patricia González fue una de las primeras en hacer la fila de este miércoles 9 de septiembre. Llegó a las 2 am desde su casa, ubicada en La Paz, y entró a la feria 8 horas después, a las 10, “o casi 11, ya ni sé”, dice.
“A esa hora ya había gente en cola y había bastantes policías. Recogían las cédulas para mantener el orden”, cuenta la señora González mientras sostiene una bolsa repleta de útiles.
“Los precios están casi igual que en la calle. Ahorras pero no tanto como uno se imagina”. Ella gastó cerca de 9.000 bolívares en la lista para su niño que va a empezar en 2º nivel, aunque aún le faltaron cosas por comprar. A 10 minutos para la 1 de la tarde se fue de la feria junto a su esposo, ambos con bolsas repletas.
[quote_center]“¿490 una libreta? Qué es eso, vale. Esto no es una feria del Gobierno, eso es mentira”[/quote_center]
La mayoría de los que deciden madrugar para adquirir útiles y uniformes “a precios justos” llegan entre las 4 am y 5 am. Rosario González llegó a las 4 y conformó el grupo de las primeras 50 personas que entraron a las 10:30 de la mañana a la feria, aseguró.
Después de recorrer el lugar, donde hay más de 40 puestos que ofrecen uniformes, zapatos, morrales, libros y útiles diversos, la señora Rosario considera que “los útiles están un poco más económicos que en la calle. Pero los libros y la ropa no, están igual”.
“Yo pedí varios presupuestos y la lista, de 1º nivel, me salía en 6.000 y 8.000 bolívares. Aquí gasté 2.400 y no me llevo todo. Alguito te ahorras”, comentó Marian Rivas, quien al igual que su amiga Yelitza Sánchez llegó a las 5 am al Sambil Candelaria, desde El Valle. “Uno tiene que comprar por partes, aquí no consigues todo y en la calle tampoco. Al final creo que gastas más”, señaló Yelitza.
Iris Díaz no madrugó tanto pero igual esperó horas. “Llegué a las 7 de la mañana y me tocó darle la vuelta al edificio por la cola. Entré a las 11 y ya me quiero ir”, dijo Díaz en uno de los pasillos de la feria, pasada la 1 de la tarde.
Cuenta que se acercó a la feria el martes pero estaba cerrada; un vigilante le dijo que abren de miércoles a domingo, de 10 a 5, y le recomendó llegar temprano. “Por eso me vine a esa hora. No pude llegar antes porque venía con la niña”, agregó. Ambas se movilizaron desde Petare.
“Esto no es una feria del Gobierno”
Los locales con más cola de compradores eran los que ofrecían casi todos los artículos de la lista escolar. Los precios estaban ubicados en un lugar visible y la gente podía anotar, sacar cuentas y decidir si se sumaba a la fila de más de 100 personas o si seguía de largo.
En uno de esos locales, identificado con una gigantografía del Escudo Nacional que decía en la parte alta “Ministerio del Poder Popular para el Comercio. Jefatura Presidencial de economía Productiva para la Exportación”, la lista de precios estaba colocada en una columna y alrededor la gente se agolpaba para leerla.
Pedro Miranda fue uno de ellos. Llegó con su uniforme de mototaxista, pidió permiso, sacó unos lentes de un bolsillo y se puso a leer. “¿490 una libreta? Qué es eso, vale. Esto no es una feria del Gobierno, eso es mentira”, expresó en voz alta.
Las libretas empastadas, en ese puesto, estaban en Bs 490, las de una línea en Bs 381 y las de espiral con seis materias en Bs 915.
“Yo veo los precios carísimos, igual que en la calle. Yo no voy a comprar nada, no voy a hacer esa cola, prefiero comprar en otras ferias. Esa gente que está en la cola está engañada. Yo no veo aquí nada que diga bolivariano, esta es una feria privada”, dijo Ramírez.
Como él, varias personas comentaban entre ellos que tenían que encontrar “los puestos del gobierno”. Otros se acercaban a preguntar por los precios que aparecían en la lista y tras cada respuesta se repetía el comentario: “está igual que en la calle, no vale la pena”.
“Las libretas están carísimas y los uniformes igual que en una tienda. No es tanta la diferencia como decían, que supuestamente sería baratísima”, señaló Iris Díaz.
Pero así como hay productos nada baratos, hay otros que sí resultan económicos. Al menos así le pareció a Leidy Rojas, quien salió de su casa en Caucagua a las 4:30 am y llegó al Sambil Candelaria a las 8 am. “Cuando vi esa cola tan grande me dio miedo. Pero me quedé. Yo creo que sí ahorras algo. La caja de colores que está en 500 aquí la conseguí en 250. Vendían una resma de papel en 700 pero se acabó, ahora quedan las de 2500”, detalló Rojas.
Algunos precios
Los “precios justos” no son iguales en todos los locales, así que toca recorrer toda la planta baja de la estructura y aguantar el calor; no hay ventilación natural ni mucho menos aire acondicionado.
Hay más de cinco puestos que venden zapatos, pero uno era el más visitado: el de RS21. Allí los calzados escolares, tanto de educación física como de uso diario, oscilaban entre Bs 3.800 y Bs 6.150. Además venden zapatos deportivos para adultos.
El precio de las franelas está entre Bs 600 y 700. Las camisas, según la talla, entre 1.500 y 1.600. Chemises entre 1.500 y 1.800. Los monos azul marino varían: entre 1.700 y 2.000.
Hay morrales, loncheras y bolsos para niños de preescolar y estudiantes de bachillerato. Los más pequeños pueden costar 2.900 y de ahí el precio sube: 6.000 una lonchera, 12.000 un morral, 18.000 un morral con termo de agua.
Los útiles varían en cada puesto. El que tenía más cola mostraba los siguientes precios: Plastidedos Bs 130; Pintadedos Bs 100; carpeta marrón carta Bs 65 y oficio Bs 70; carpeta manila carta Bs 45 y oficio Bs 50; libretas Bs 380; témpera Bs 125; papel bond Bs 40; caja de colores de 12 unidades Bs 580; caja de colores de 24 unidades Bs 950; pincel fino Bs 25. Una resma de papel tamaño carta se consigue en Bs 1.700 y en Bs 2.500 según el punto de venta.
En el pasillo central están los stands de varias editoriales de libros escolares, como Santillana, CO-BO, Biosfera, Saber, Salesiana, Panapo y otras.