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El movimiento se demuestra andando

Salida de Maduro

Con este principio convertido en lema obliguemos a que se active el proceso para la salida de Maduro poniendo en marcha sin más demora las iniciativas que pueden forzarla


Jesús Antonio Petit da Costa

De las lecciones de Historia de la Filosofía recibidas durante el bachillerato del inolvidable profesor Casanovas me ha quedado una frase inolvidable, por lo descriptiva e irrefutable. Fue la pronunciada por el filósofo griego Diógenes para poner fin a una discusión bizantina provocada por los sofistas: “el movimiento se demuestra andando”. Y lo demostró echando a andar.

Quisiéramos oír lo mismo de uno de nuestros políticos decidido a terminar con otra discusión bizantina, la planteada por el sofisma de que a una crisis como la que padecemos, que demanda solución urgentísima para evitar que degenere en catástrofe, debe dársele un tratamiento irreprochablemente constitucional, suponiendo erróneamente que haya una interpretación unívoca de su texto.

Es una falacia mayúscula, desmentida además por la historia de Venezuela. No somos un país de juristas en el cual las crisis se han resuelto por las opiniones de la academia o el debate en el foro. Ni la política está reservada a nosotros los abogados, dependiendo los acontecimientos de nuestras disquisiciones. Los cambios no están determinados por las leyes, sino las leyes por los cambios. Así ha sido siempre. Y así seguirá siendo siempre como lo sabe cualquier iniciado en sociología jurídica.

Recibido por los 112 diputados el mandato imperativo de salir de Maduro lo más rápido posible para evitar la hecatombe del país, se inició el debate bizantino sobre el modo de darle cumplimiento. Instalada la AN se anunció que se lo prolongaría seis meses, durante los cuales los participantes disputarían como en un concurso de oposición.

«Cualquiera de lo que se proponga (revocatorio, enmienda o constituyente) no tendrá éxito sin movilización de calle»

Dándose cuenta de que sería una torpeza demorar tanto, porque se les podría “morir el muchacho en la barriga” debido a las maniobras de Maduro y su TSJ, acordaron adelantar la conclusión sin decir para cuándo. A dos meses y medio del 6D seguimos detenidos en el mismo sitio donde estábamos cuando los electores dieron la orden. Mientras tanto, el país se desmorona.

Hace falta un Diógenes que saque la cuestión del punto muerto donde se encuentra. Y repitiendo la frase famosa: “el movimiento se demuestra andando”, rompa con el sofisma de que somos idólatras de la Constitución, a cuyo texto estamos apegados como los judíos a la Torá o los musulmanes al Corán, por lo cual no damos un paso para solucionar nuestros problemas sin que sus intérpretes nos iluminen.

Hagamos nuestro, de todo el pueblo, el principio de que “movimiento se demuestra andando” exigiendo:

1.- Remover de inmediato el mayor obstáculo para la solución de la crisis, con la revocación del nombramiento de los magistrados del TSJ. Mientras no se haga esto, toda las iniciativas serán bloqueadas. Si ya saben, por boca de Cabello, que ni siquiera podrá haber amnistía porque será declarada inconstitucional, ¿qué esperan entonces para tomar la decisión que despejaría el camino para la solución que se adopte?

2.- Demandar pública y formalmente la renuncia de Maduro. Si no la presenta espontáneamente, como cabe suponer, la exigencia servirá para movilizar a la gente e irla ejercitando en la calle, porque sin calle no se va. Cualquiera sea lo que se proponga después (revocatorio, enmienda o constituyente) no tendrá éxito sin movilización de calle.

3.- Forzar la renuncia de Maduro, si no fuere espontánea, cuestionando desde ahora su legitimidad con la investigación conducente a demostrar que no cumple con el requisito de la nacionalidad exigido por la Constitución, y en tal sentido presionar los electores a los diputados electos para que la investigación se haga de verdad; y a que, al mismo tiempo, se investigue la sucesión en la presidencia que está viciada de nulidad por inconstitucionalidad, develando el misterio que rodea la muerte de Chávez (donde, cuándo y de qué murió y desde qué día estuvo inconsciente).

Cuenta la historia que Diógenes andaba siempre con una lámpara. Preguntado sobre el motivo, contestaba: “ando buscando un hombre honesto.” En las presentes circunstancias los venezolanos deberíamos cargar una linterna prendida buscando a un Diógenes que ponga en marcha el proceso hacia la salida de Maduro, primer paso para la salvación nacional. Uno (ojalá más de uno) que haga suyo el lema: “el movimiento se demuestra andando.” Y con este lema movilice el país.

@petitdacosta