Los problemas económicos que provocan el voto castigo y la abstención pueden darle una victoria electoral a Mendoza si decide ser candidato presidencial
Jesús Silva R.
Referéndum revocatorio, enmienda, asamblea constituyente, todas son armas constitucionales para intentar un cambio de gobierno y la oposición las acaricia con morbo en 2016 porque la grave crisis económica actual coloca al gobierno en un estado de popularidad disminuida y alto riesgo de sufrir otra derrota electoral como la de diciembre 2015.
En este contexto, nuevos personajes se agregan a la lista de “opositores presidenciables”; pues en efecto, por encima de mesas, élites y cúpulas, están las masas antichavistas y los exchavistas en búsqueda de un líder que las inspire y conduzca a un nuevo triunfo electoral pero esta vez definitivo para asumir el poder presidencial.
Si de popularidad se trata, entonces Lorenzo Mendoza es el líder opositor natural para ese escenario porque incluso los chavistas pronuncian su nombre con reconocimiento de que podría ganar una contienda por la presidencia del país.
El discurso ideológico gubernamental no tiene el poder mágico de borrar la angustia económica en la mente del pueblo frente a las colas, la inflación y la escasez. Es por esto que en la historia de la humanidad los malos han derrotado a los buenos en muchas elecciones para escoger presidentes y parlamentos alrededor del mundo, eso no debería ser sorpresa para quien estudia un poco de historia, lee periódicos y mira los noticieros.
Cuando los malos producen comida o tienen fama de que la producen, y los buenos no son capaces de resolver la escasez alimentaria o se ganan esa fama; el pueblo vota y vuelve a votar por los malos.
Ahora bien, para el gobierno y para una mitad de Venezuela que se hace llamar chavista, el presidente de empresas Polar, Lorenzo Mendoza, es malo porque es un capitalista, explotador de obreros, que manipula la producción de alimentos para crear una guerra económica y tumbar a Maduro. Pero para la otra mitad del país, Lorenzo es un héroe porque genera empleo y productos que satisfacen necesidades de millones de venezolanos. Es decir, es un empresario bueno, un capitalista exitoso que pudiera garantizarle una arepa y una cerveza a cada venezolano.
Pero mas allá de la desgastada lucha de dos polos, este capitalista pudiera estar ganando nuevos seguidores en el pueblo chavista en tiempos donde angustia económica creciente hace que el hambre pese más que la ideología.
Los resultados económicos determinan los resultados electorales, así pasó en Venezuela el pasado 06-12-2015 y puede volver a ocurrir porque la crisis económica continúa con escasez de medicamentos y alimentos, inflación, largas colas, bachaqueros, etcétera.
Los problemas económicos que provocan el voto castigo y la abstención pueden darle una victoria electoral a Mendoza si decide ser candidato presidencial porque tiene como tarjeta de presentación a la empresa privada más famosa de Venezuela, mientras tanto el gobierno no tiene una TV que rompa la monotonía y sea creativa para publicitar los “productos” del gobierno (logros de gestión) con impacto mediático en la población.
Después de la derrota en las elecciones legislativas 2015, los buenos siguen perdiendo popularidad porque mientras más se alarga la crisis económica, crecen sospechas en los ciudadanos de que el gobierno no sabe o no puede resolver la escasez (independientemente de que los malos sean los causantes).
El resultado de las elecciones legislativas dijo que dos millones de chavistas no votaron y esos abstencionistas pueden pensar que tal vez los malos sí pueden resolver porque, guste o no guste, Mendoza tiene fama (merecida o no) como productor de alimentos, o sea, tiene currículo productivo y eso es una amenaza electoral, sea Lorenzo el candidato de la MUD o el patrocinante del candidato unitario.
Al selecto grupo de presidenciales opositores, se suma Henry Ramos Allup quien batió récord de sintonía por Venevisión la noche del 24-01-16 en una entrevista especial que concedió como flamante Presidente de la Asamblea Nacional.
Se puso de moda el modo de hablar adeco, y los anteojos del discípulo de Rómulo Betancourt. El veterano dirigente dejó de ser el cadáver político del cual algunos se mofaban y resurge hoy como un Mick Jagger, o sea, un abuelo moderno y rockanrolero que cae simpático a los jóvenes.
Ahora Ramos es gran noticia para la oposición porque luego de 17 años un opositor encabeza el parlamento y crea expectativas de salir del régimen chavista. Por su lado, para el propio pueblo chavista hay curiosidad de saber si este jefe opositor podrá golpear al chavismo en nuevos escenarios electorales u otros, luego de la apabullante victoria en las últimas elecciones legislativas.
Ante estos hechos, nuestra recomendación es: 1) A los medios del Estado: vayan más tras el análisis político crítico de las verdaderas noticias y no hagan tantas noticias de color, ni confundan propaganda con análisis porque la gente cambia de canal. Si todos los voceros y periodistas dicen lo mismo al caletre, entonces tengan uno sólo y boten a los demás. 2) Al gobierno: así de desconectada con el pueblo anda la alta política chavista que Mendoza y Ramos son hoy las figuras más seguidas del país. Es tiempo de demostrar que la revolución puede rectificar, ser eficiente y recuperar el bienestar que el pueblo alcanzo durante el gobierno de Hugo Chávez. Basta de sectarismo, egocentrismo y el desprecio hacia los aliados que no jalan mecate.