Pongan a Maduro en esta disyuntiva, cambiando el TSJ y abriendo la investigación sobre su ilegitimidad y su sumisión a Cuba, y verán que se va volando
Jesús Antonio Petit Da Costa
Interpretamos lo acordado por la MUD como un reparto de tareas entre las fuerzas políticas que la integran, en base a sus inclinaciones. A Primero Justicia y UNT le ha encomendado sacar a Maduro por el revocatorio. A Causa R y AD les corresponde sacar a Maduro por la enmienda. A VP (López), ABP (Ledezma) y VV (Machado), propulsores de La Salida, les toca sacar a Maduro haciéndolo renunciar o huir.
Los encargados de impulsar el revocatorio sólo podrán tener éxito si la AN renueva el Tribunal Supremo de Justicia y el CNE. Mientras no sean renovados, será imposible el revocatorio. De nada valdrá que la AN apruebe una nueva ley electoral. Será devuelta por Maduro y luego enviada al TSJ que la declarará inconstitucional por cualquier motivo.
En esta ida y vuelta pasarán meses sin avanzar. Y si, por fin, fueren superados los obstáculos habrá que recoger cuatro millones de firmas de venezolanos muriéndose de hambre o de mengua en medio del colapso total del país.
Conseguidas las firmas de los agonizantes que sigan en el país, habrá que ver si llegan a ocho millones los que estén en condiciones físicas de ir a votar contra Maduro y por delirantes sigan creyendo en la MUD.
Se necesitará una logística muy especial para transportar a millones en camillas y sillas de ruedas, tal será el estado en que se encuentren. Y todavía quedará evitar que falte un votico para igualar los asignados por el CNE a Maduro en 2013. Conclusión: seguir la vía del revocatorio es como dar la vuelta en U para caer en Maduro otra vez. Perder el tiempo miserablemente.
Los encargados de impulsar la enmienda tienen, primero, que hacerla aprobar por la AN. Cuando la haya aprobado se atravesará Maduro recurriendo al TSJ para que la declare inconstitucional alegando que él fue electo por seis años, por lo cual la rebaja a cuatro se aplicará al que le suceda en el cargo. Desde luego, el TSJ le dará la razón. Entonces se acabará la enmienda, a menos que antes la AN renueve el TSJ.
Supóngase que lo haga. Entonces Maduro presentará otra enmienda que disolvería la AN. Ambas enmiendas pasan a un CNE, que si no ha sido renovado maniobrará a favor de Maduro, pudiendo resultar aprobada en referéndum la enmienda presentada por Maduro y rechazada la presentada por AN-MUD.
En el supuesto de que la AN renueve el TSJ y el CNE y se entregue Maduro resignado habría dos votaciones a fines de año: la primera para aprobar la enmienda y la siguiente para elegir al sucesor de Maduro. Entonces la gente estará en las últimas: muriéndose de hambre y mengua. Y el país en un colapso total. Esto es como dar un vueltón para terminar cansado y desencantado.
Es regla infalible que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos. A esta regla nos ajustamos los que promueven exigirle a Maduro la renuncia y los que estamos de acuerdo con ellos. Si la MUD tiene el control de la AN exíjale ya la renuncia a Maduro, invocando la representación de la soberanía popular.
Motiven el acuerdo con la emergencia económica reconocida por el mismo Maduro, echándole la culpa del colapso del país. Adórnenlo con la corrupción, el narcotráfico, la inseguridad general y el abuso de poder. Con este acuerdo en la mano movilicen al pueblo en las calles.
Si Maduro ha venido golpeando a la AN, valiéndose del TSJ, ¿por qué no le responden con un contragolpe fulminante cambiando el TSJ y exigiéndole a él la renuncia? Si le cambian el TSJ lo ponen contra la pared. Y entonces completen la tarea con tres investigaciones simultáneas que conducirían a su enjuiciamiento. La primera: su ilegitimidad por su nacionalidad. La segunda: su ilegitimidad por estar viciada de inconstitucionalidad la sucesión presidencial de Chávez a Maduro. Y la tercera, la más importante de todas: ser títere de Cuba.
Cambiarle el TSJ y abrirle estas tres investigaciones simultáneas sería colocarlo ante el paredón. Y todo esto acompañado por una movilización de masas en todas las ciudades y pueblos de Venezuela, hará que Maduro se vaya porque le iría peor si cayera en manos de un pueblo enardecido.