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Pueblo y patria

Al desgobierno nacional le interesa alimentar al pueblo pobre con esa cosa inmaterial que es la patria


Absalón Méndez Cegarra

Las palabras pueblo y patria son de uso frecuente en el lenguaje común venezolano; pero, sobre todo, en la jerga militar y gubernamental, que, para los efectos, según vemos, es lo mismo, no hay diferencia alguna, pues, lo que tenemos en Venezuela desde hace 17 años es una dictadura militar, con apariencia o ribetes de civilidad.

Ambas palabras están llenas de significado simbólico y, en política, se les utiliza utilitariamente con diversas intenciones, al punto de vaciarlas de contenido como sucede en la Venezuela actual.

La palabra pueblo refiere a población, a la gente, que ocupa un determinado territorio. En geografía humana, es el poblamiento del territorio que admite diversas formas para formar paisajes geográficos: urbano, rural, costero, de montaña, llanero, desértico, etc. En política, el asunto es más complicado. Pueblo, puede ser, la población en general, o, un segmento de esa población, por lo general, el sometido a privación económica, es decir, las personas en situación de pobreza y miseria, plato muy atractivo para la demagogia política, de ahí, el populismo como una forma de gobierno. Para fines censales o estadísticos, pueblo, es un poblado pequeño, con escasa   densidad poblacional. Lo contrario, es la ciudad, la metrópoli.

Lo popular se identifica con el pueblo pobre, lo que se traduce en la exclusión de todos los demás sectores de población. El discurso gubernamental es prolífico en la utilización de esta acepción de pueblo; ignorando, que con la misma se auto excluye, pues, la casta militar y sus súbditos civiles que nos desgobiernan no queda incluida en esta categoría poblacional, simplemente, por no ser pobres y no calificar como tales, según evidencias palpables, objetivas, visibles.; por consiguiente, no es un gobierno de pobres, sino un gobierno de pobres que ahora son ricos,   que utiliza a los pobres de siempre y a los nuevos pobres, para darse un baño de popularidad y, así, buscar alguna legitimación.

La palabra patria es utilizada, en sentido lato, para referir a un tipo de vínculo sentimental entre una persona y su lugar territorial de origen o nacimiento o su relación parental. En este sentido, está estrechamente ligada a la noción de nacionalidad a diferencia de ciudadanía. La palabra patria, puede estar llena de contenido o, simplemente, como en el caso venezolano, totalmente hueca. Cuando se usa como sentimiento, vínculo entre el lugar de origen (ius solis) o vínculo parental (ius sanguinis), es decir, nacionalidad por el lugar de nacimiento o por descendencia, la patria significa ese lugar en el que se nace o el descender de uno progenitores que, a su vez, nacieron es un determinado lugar.

En Venezuela, en boca del desgobierno nacional, patria, es cualquier cosa. No evoca absolutamente nada, ningún sentimiento, y, la simbología que se utiliza para crea identidad: símbolos patrios, no simbolizan nada significativo. De hecho, símbolos como el escudo y el himno nacional, no se utilizan, han sido irrespetados; y, respecto a la bandera nacional, se le ha cambiado su fecha enaltecedora y su propia composición, para convertirla en el uniforme del PSUV.

En Venezuela ha ocurrido un fenómeno digno de ser estudiado por los historiadores y especialistas en lenguaje.

Patria puede ser cualquier lugar. Una persona que tenga doble o triple nacionalidad debe decidir cuál es su patria. Una persona que establece su residencia en otro lugar, debe, igualmente, decidir cuál es su patria, por cuanto, como suele decirse, no importa el lugar donde se nace, importante es el lugar donde se crece. Por otra parte, las Cartas Políticas de algunos países, establecen, que, sus nacionales, aun cuando hayan renunciado a la nacionalidad, no pueden alistarse para guerrear contra su país de origen, tal acción es considerada traición a la patria; pero, en Venezuela el sentimiento patrio, históricamente, ha sido muy débil como lo demuestra la gesta independentista, la entrega de nuestro territorio y los nuevos vínculos dependientes establecidos durante los últimos tiempos. El 19 de abril de 1810, celebrado recientemente, no, es, en propiedad, según algunos   historiadores, una fecha patria, pues, los acontecimientos sucedidos ese día, fueron en defensa de la “madre patria”, es decir, la Corona Española, toda vez, que los hoy venezolanos, para el momento,   no teníamos más patria que España. La Junta Patriótica defendía los intereses de una España invadida, Es más, en la actualidad, para un sector de la población, el chavismo, la patria es Chávez. Este personaje es el corazón de la patria, los ojos de la patria, todo es bautizado con la patria: el plan de la patria; la bancada de la patria; los hijos de la patria; tenemos hambre, pero, tenemos patria. Para Bolívar, El Libertador, y, por supuesto, para Chávez, Fidel y Ernesto Guevara, la nueva trilogía heroica nacional, los nuevos héroes nacionales, la patria no es Venezuela, la patria es América, en consecuencia, la venezolanidad, para el chavismo, no es un sentimiento patrio, por eso a este sector no le importa lo que está sucediendo en el país, la ruina en que vivimos, por esa misma razón, con gran indiferencia, a militares y no militares, les da igual enarbolar en sus fuertes e instituciones la bandera cubana, en vez de la venezolana o junto con la venezolana. Venezolanos usan símbolos cubanos, la estrella, por ejemplo, como si se tratase de símbolos patrios, inclusive, el Presidente de la República, usa, ya, la chaqueta militar de Chávez y Fidel, al fin y al cabo, herencia de sus padres.

El tema de la patria y su significado es tratado en forma sumamente interesante por Yuval Noah Harari, en su obra: “De animales a dioses”. Este autor, al referirse a lo que él denomina “comunidades imaginadas”, indica que ese sentimiento patrio, con su simbología incluida, es solo imaginación de una comunidad en la que todos nos conocemos y compartimos un origen y una vida común.

Al desgobierno nacional, le interesa, sobremanera, el enaltecimiento del sentimiento patrio y del populismo, alimentar al pueblo pobre con esa cosa inmaterial que es la patria, porque tal cosa le produce réditos que acumula a perfección; pero, todo eso es falso, engañoso, pues, cuando el bravo pueblo habla, se hace sentir y expresa su voluntad, como ocurrió el 6D, hay que aplastarlo, declararle la guerra y no dejarlo actuar, como está sucediendo con el soberano representado en la Asamblea Nacional.