Una fiscal, un juez y la dirección del Sebin dijeron haber utilizado el 21 de mayo de 2014 el sistema operativo OSX 10.9.4 que no existía para esa fecha
Santiago Alcalá
Apple Inc., gigante tecnológico, prepotente, muchas veces abusivo, ha sido obligado por una juez federal de Estados Unidos a deponer, sobre un caso judicial, cuyo epicentro se encuentra Venezuela.
Los desgobernantes forajidos del planeta harían bien en dejar de lloriquear cada vez que ocurren estas supuestas intrusiones extranjeras en sus asuntos internos.
Si los funcionarios de una nación usan –sobre todo malusan en su territorio- tecnología extranjera, nada de particular que los perjudicados invoquen alguna derivación de eso que se ha dado en llamar “jurisdicción universal”.
Ha ocurrido la semana pasada, con el caso de la prisión por evidentes motivos políticos, del alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma.
Las actas iniciales del proceso que ha significado el linchamiento judicial de este último, se pretendieron soportar en un sistema operativo patentado por Apple, en el OSX 10.9.4. Nada más natural, en consecuencia, que empleo fraudulento de tal software pueda ventilarse en Venezuela como ante cualquier juez norteamericano.
Así lo dictaminó la honorable Cecilia Altonaga, en el caso No. 16-21811 que cursa ante la Corte Sureña, División de Miami, estado de Florida a su cargo.
Apple siempre ha sido reticente a la hora de colocar su inconmensurable data al servicio de las autoridades. Ocurrió con obstinación en las investigaciones de la llamada “Masacre del Maratón de Boston”.
En la causa entablada por los representantes de Ledezma, en EEUU, Apple fue obligada a deponer, no sin antes de dejar sentado que lo hacía bajo protesta.
Fraude masivo de las autoridades
Varias autoridades venezolanas se confabularon para montar un gigantesco fraude judicial para incriminar falsamente a Ledezma. El dictamen de la juez Altonaga y las respuestas mandatorias que tuvo testificar Apple no dejan lugar a dudas.
El 21 de mayo de 2014, una fiscal del Ministerio Publico, un juez de control del Circuito Judicial Penal de Caracas y el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional, Sebin, trucaron un paquete de actas judiciales para aparentar que la causa se había iniciado en la mencionada fecha. Pero la mentira tiene patas largas, o cortas, según el decir, de quien desee pontificar sobre la fragilidad de lo mendaz.
Para darle soporte tecnológico a sus actuaciones, los perpetradores del montaje invocaron la utilización de un sistema operativo patentado por Apple, el OSX 10.9.4.
¿Cómo pudieron emplearlo, si este último, según lo corroboró Apple, no existía el 21 de mayo de 2014, pues estuvo a disposición de los usurarios del mundo a partir del 30 de junio de ese mismo año?
La defensa de Ledezma ha sostenido con obstinación que esas actas fraudulentas, carecen de relevancia criminológica. Es decir, no incriminan de ninguna forma a su defendido. Pero dejan al descubierto el fraude procesal al inicio de tal proceso. Algo que acarrearía la nulidad total de este último. Queda por ver si los perpetradores del trucaje admiten que, manos en la masa, han quedado al descubierto. Por lo pronto, la inmoralidad del carcelazo contra el Alcalde, pone los pelos de punta.