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Las tres urgencias en busca de uno que las asuma

El pueblo está al borde de la desesperación, acercándose al estallido, y no ha aparecido todavía el que lo interprete haciendo suyos su descontento y su rabia


Jesús Antonio Petit da Costa

Tres urgencias se han acumulado obligando a una solución urgente que salve a Venezuela y a los venezolanos de la hecatombe:

1) La urgencia socio-económica derivada del colapso de la economía que ha provocado la crisis humanitaria, tanto por el hambre (la gente está pasando hambre, cuantas veces habrá que decirlo) como por la muerte por mengua (la gente está muriendo porque no hay medicamentos ni insumos médicos), planteándose, sin exagerar, una cuestión de supervivencia (de vida o muerte), que se hace perentoria porque con la delincuencia desatada la vida no vale nada. Esta urgencia se va acercando al estallido social anárquico, que lo vienen anunciando los saqueos y tumultos espontáneos y hasta ahora dispersos.

2) La urgencia política de romper con Cuba, para recuperar la soberanía y poder decidir nuestro destino tomando las decisiones para resolver la urgencia socio-económica.

3) La urgencia geopolítica de impedir que, habiendo perdido a Brasil como su enclave en el sub-continente, el Foro de Sao Paulo (Internacional Comunista de América), cuyo jefe es Fidel Castro, lo sustituya con una Gran-Colombia comunista, que es el objetivo de la paz firmada oportunamente en La Habana (un gobierno FARC en Bogotá y un colombiano FARC en Caracas), lo que agravaría aún más nuestra situación. La Gran Colombia comunista será para nosotros un doble cerrojo: colonia de Cuba y subalternos de la FARC.

No hay en la MUD un genio estratégico, un líder como los que nos dieron 40 años de democracia, que se iguale a los Castro (Fidel y Raúl). Por ello no han asumido la urgencia, ni la socio-económica para actuar antes del estallido social anárquico provocado por la desesperación, ni la política de tomar decisiones sin tutela extranjera, ni la geopolítica de escaparnos del cerco que se nos está montando.

No han entendido que se trata de la salvación nacional. Ya no sólo de libertad y democracia. Es la salvación de Venezuela y de los venezolanos. Al no entenderlo, han escogido un procedimiento tortuoso y demorado, sin ninguna garantía de éxito: el revocatorio, que no es la respuesta adecuada a la triple urgencia. Desde Sun Tzu, hace 3.000 años, hasta hoy es regla elemental de la guerra aplicado en la política no atacar al enemigo en el terreno que le es más favorable ni por un solo punto porque allí concentrará todo su poder de fuego (CNE, TSJ, Fiscal, Defensor).

Precisamente es el error estratégico que han cometido, el cual se demuestra con una comparación del beisbol: llevan 6 meses jugando y todavía no han hecho el último out del primer inning. A base de fouls el enemigo los está desgastando.

Aún es tiempo de rectificar. No proponemos que renuncien al revocatorio, sino que lo dejen como recurso extremo, que vaya paralelo para aplicarlo si fracasan los demás que se ajustan a la triple urgencia. Y los demás se resumen en aplicar la Carta Democrática de Venezuela que es la Constitución:

1.- Remover ya el TSJ, tal como ha sido prometido muchas veces por la MUD-AN. En términos militares el TSJ es la casamata del enemigo que está causando una mortandad. Para hacerlo gráfico vean en “Salvar al soldado Ryan” las alemanas que estaban instaladas en las playas de Normandía y cómo fue imposible avanzar hasta eliminarlas.

2.- Deponer a Maduro aplicando el 333 (que obliga a restablecer la vigencia efectiva de la Constitución) por su ilegitimidad: a) títere de Cuba (sin soberanía no hay Constitución ni gobierno legítimo); b) gobernante de facto por haber roto el orden constitucional; c) violación flagrante de los derechos humanos; y, d) no cumple con el requisito de nacionalidad exigido por la Constitución (extranjero infiltrado por Cuba).

3.- Convocar al pueblo a la calle para respaldar y hacer cumplir esta decisión llegándose a la huelga general hasta que Maduro se vaya.

No espero que me oigan, porque los políticos sólo se oyen a sí mismos. Pero estoy seguro que emergerá de la sociedad civil el que asuma el liderazgo de la salvación nacional y haga suyas las tres urgencias, consciente de que están dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión popular faltando sólo el que la encabece.

@petitdacosta