El Gobierno sabe que no cuenta con el apoyo de la nación, pero eso poco le importa
EDE
Las muestras son claras y se ven a diario. No importa que la inmensa mayoría del país adverse al Gobierno, no importa si las masas sufren por la escasez de alimentos o medicinas, que las universidades estén en paro técnico o si a todos los sectores de la economía se les debe dinero, lo que realmente interesa, y en eso se les va la vida a los burócratas, es tener contenta a la minoría que los apoya, no perder el respaldo del “chavismo duro”, ese grupo de personas que representa entre el 15% y 30% de todos los venezolanos.
Maduro se sostiene en ese escuálido pilar, allí está toda la fuerza de su proyecto, todas las apuestas van dirigidas en mantener a ese grupo contento, o por lo menos hacer que sigan “rodilla en tierra” a pesar del desastre.
Los Clap están ideados para reforzar a esa minoría, las amenazas de Cabello no son contra los miembros de la administración pública que quieren revocar a Maduro, por el contrario, el mensaje es para masajear a los más radicales.
La verdad es que no hay dinero para todo el país, no hay alimentos para todos los venezolanos. El sacrificio, según la lógica del poder, tendrán que hacerlo los otros. “Estás conmigo y tendrás con qué; si estás en contra, quedas a tu suerte”, parece ser el mensaje.
Aquí la lucha es por mantenerse en el poder a como dé lugar. Si es necesario sacrificar a las mayorías, que así sea. Por eso no existe la mínima intención de ir a las urnas, de mencionar algo relacionado con ayuda humanitaria.
Hablar de elecciones causa urticaria en la cúpula. Ellos se quieren atrincherar, porque consideran que el resto del país, a pesar de ser mucho más numeroso, está acéfalo, es una legión de zombis que debe dedicar todos sus esfuerzos vitales para resolver el drama cotidiano, son autómatas que sortean las amenazas de la violencia, la escasez, y no tienen tiempo para pensar en la política, en el futuro.
Es esa combinación de debilidad de las mayorías y cohesión de las minoritarias fuerzas del chavismo la fórmula que aplican para que el tiempo pase y ocurra el milagro de que ingrese dinero a montones, único motor de este experimento de inicios de siglo.
Bien sea por obra y gracia del mercado petrolero o a fuerza del pecado entreguista del Arco Minero, la revolución quiere que llegue el dinero por montones; mientras, se sostiene en unos pocos que atropellan a otros muchos.
Las cuentas les han dado hasta ahora y su apuesta es total. Están convencidos de que intimidando lograrán el objetivo. Pero la historia es dinámica e impredecible. Como dice la canción, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Ay Dios.