Si se hubiesen propuesto destruir Venezuela, hubiesen logrado, por ineptos, erigir un emporio
O.E
La tiranía forajida sometió a votación aniquilar el aire libre.
Dijo uno: “Acabamos con el papel toalé, el honor –el poco que teníamos- el jabón, con lo que se daba, la vergüenza, el Erario Público, los sueños, con el orden de la familia, el pan de piquitos, con el dentífrico, con el amor al prójimo”.
Dijo el dos: “Además, acabamos con la lactancia materna –humana, bobina, porcina, la de burra incluida- con las toallas femeninas, con la misericordia, con el petróleo, la seguridad personal, la urbanidad, la arepa, la fe, el desodorante, la energía eléctrica, con el derecho a pensar ¡Todavía nos quedan otros artículos de lujo, por liquidar, como la decencia!”.
Complementó el tres: “Y ¿qué tiene el aire libre que no tengan la comida, las medicinas, las manifestaciones públicas, las rasuradoras de axilas, la costumbre de dar los buenos días y las buenas tardes, el derecho a expresarse o disentir? ¡Plomo, con las desviaciones pequeño-burguesas!” “Al aire libre, lo hemos contaminado”.
Remató el cuarto: “Emponzoñado con polución, enrarecido con odio, transformado en smog con los expolios mineros. Insuficiente.
Todo lo que suene a libre es sospechoso. Lo queremos totalmente aniquilado, precisamente por ser libre”.
Se ha estudiado poco y mal el supuesto voluntarismo bolivariano. Cesare Lombroso se regocija en la tumba al confirmar en semejante canalla sus postulados más sombríos. ¡Chapuza lo del Hombre Nuevo! ¡Chapuza lo del voluntarismo! Nacieron barrigones.
La Robolución se ha limitado, nada más, a conjugar el ¡ni que los fajen chiquitos! al alebrestarles en las panzas sus lombrosianas lombrices.
No hay razón para alarmarnos. No aniquilarán el aire libre. Salvo pecular, carecen de capacidad para emprendimientos específicos. No pasan de montonera procaz.
Si se hubiesen propuesto destruir Venezuela, como la destruyeron, hubiesen logrado, por ineptos, el efecto contrario. Dios quiera que decreten la aniquilación del aire libre. Solo así, podremos seguir respirando tranquilos.