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Crónicas bolivarianas: Museo Bolivariano de la Corrupción

Julián Rivas: La tregua y el salto económico

Tres megaesculturas de la Hiena Cucuteña, de su mentor y del escudero Diosdedos se emplazarían en la entrada


O.E.

Suma adeptos la idea de erigir el Museo Bolivariano de la Corrupción. Hablamos del segundo producto de exportación de la llamada Robolución Bolivariana, después del narco, seguido en el tercer lugar por el terrorismo.

¿No han saqueado, arrasado, nuestra Tesorería, además de nuestros corruptos del patio, los Kirchner, Maradona, Lula Da Silva, Putín, Ramonet, Pablo Iglesias, Zapatero, Lukashenko, la Naomi —las prepagos de los prohombres robolucionarios, siempre a costa de nuestros bolsillos— los camarados Daniel Ortega, Xi Jinping y, por supuesto, los hermanos Castro?

El petróleo quedó relegado al cuarto lugar exportador, muy lejos de los punteros. La caída anual del 5,7 % del Producto Interno Bruto hubiese sido más bruto, todavía, de no haber contado con la pócima revitalizadora del ñemeo, el guiso, el cuánto hay pa’ eso, del bájate de la mula.

Tres megaesculturas de la Hiena Cucuteña, de su mentor, El Nerón de Sabaneta, y del escudero, Diosdedos Cabillo, ladrones con furor de Mesalina, se emplazarían en la entrada del Museo Bolivariano de la Corrupción y, desde ahí, con sus manos extendidas, en ademán de exigir coimas, les darían la bienvenida a los visitantes. Réplicas de la maleta, rebosante de dólares, de Antonini Wilson, de las construcciones —jamás construidas pero cobradas— de Odebrecht, del “Audi” chocado una noche loca por Jorge Rodríguez. De los bonos reestructurados por el combo, del Tuerto Andrade, la Vicealmiranta, el afeminado expdvecero, exembajador ante la ONU. Del jet que lleva y trae la niñera de los Jaua. De las centrales eléctricas, inoperativas, negociadas por los bolichicos, en conchupancia con Jesse y el generalote Motta, harían las delicias de grandes y chicos. Con visitas guiadas para la chiquillería con propósitos puramente pedagógicos, manualidad vigorizante en el plano moral, incluida: Salas higiénicas con papel toalé estampado con el tricolor nacional.

Para que nuestra juventud aprenda a limpiarse el c… con nuestros símbolos patrios ¡Porque, así, así, es que se gobielna!