Mónica Duarte
““Los viejitos necesitan pago completo y en efectivo”, indica Edgar Silva Herrera, presidente del Comité de Derechos Humanos para la Defensa de Pensionados, Jubilados, Personas Adultas Mayores y Personas con Discapacidad !–more–>
Carlos Díaz
“La pensión no cubre ni la cuarta parte de la canasta alimentaria”, afirma Edgar Silva, presidente del Comité de Derechos Humanos para la Defensa de Pensionados, Jubilados, Personas Adultas Mayores y Personas con Discapacidad, en entrevista con La Razón.
“Con 1.800 Bs.S los viejitos no pueden comer ni comprar las medicinas que necesitan. Es una situación devastadora”, agrega.
Señala que la reconversión monetaria no ha garantizado soluciones para los pensionados, todo lo contrario, les ha complicado la vida, especialmente, con el pago en dinero en efectivo por parte de las entidades bancarias.
“El pensionado necesita el efectivo porque así se puede estirar un poco más los ya miserables ingresos que reciben. Porque al utilizar la tarjeta de débito los costos muchas veces se quintuplican los precios de los productos”, explica.
– ¿Por qué se suspendió el pago completo de la pensión en efectivo?
– Durante abril, mayo y junio logramos que pagaran la pensión completa luego de la presión que ejercimos sobre Sudeban y el IVSS. Posteriormente, desde Sudeban se dijo que no les pagaban completo porque supuestamente los adultos mayores vendían el efectivo. Es decir, los acusan de traficar con el dinero, un señalamiento que rechazamos rotundamente.
EFECTIVO E HIPERINFLACIÓN
– ¿Cómo se han adaptado los viejitos al nuevo cono monetario?
– Ha sido bastante complejo. Lejos de solucionar, por el contrario, se mantiene la misma situación con el efectivo, pagándole a los pensionados a cuenta gotas y obligándolos a ir diariamente a las entidades financieras a hacer cola.
– ¿Los bancos les dan acceso suficiente al uso de las tarjetas de débito?
– Más del 40 % de los pensionados no posee tarjeta de débito, por tanto, debe manejarse con el efectivo. Algunos bancos les dan 100 Bs.S y otros mucho menos. Con este poco efectivo no pueden comprar los alimentos ni las medicinas que ellos necesitan. Porque, además, la hiperinflación está afectando profundamente a este sector vulnerable.
– ¿Cómo fue recibido por los pensionado el anuncio del pago de la pensión a través del Carnet de la Patria?
– Esa posibilidad fue rechazada totalmente por los pensionados, sin embargo, persiste la amenaza de trasladar sus cuentas bancarias al sistema Patria. Seguiremos en la calle rechazando esa disposición porque significaría el secuestro de un derecho constitucional que se ganaron los trabajadores. Además, ese tipo de tecnología es desconocida por la mayoría de los pensionados y, además, los obliga a tener que adquirir un teléfono inteligente.
SIN COMIDA NI MEDICINAS
– ¿Los adultos mayores tendrán la oportunidad de participar en el plan de ahorro en oro que anunció el presidente Maduro?
– Ese es un plan ficticio que ni siquiera los sectores económicos toman en serio. Si al pensionado no le alcanza para comprar la comida y sus medicinas, dudo mucho que vaya a pensar en la posibilidad de invertir en certificados de oro ni en ahorros de ningún tipo.
“Viejitos” a la buena de Dios
– ¿Cómo están los viejitos en cuanto al acceso a los servicios de salud?
– En cuanto a la medicina, el pensionado está a las buenas de Dios. La red hospitalaria pública no tiene suficientes insumos ni personal médico para atenderlos. Cuando alguno cae con una enfermedad grave, lo más probable es que muera casi enseguida. Los pensionados están muriendo por falta de medicamentos y por desnutrición, porque no tienen los recursos suficientes para comprarlo y mantenerse con vida.
– ¿Cómo han sido afectados por el reciente incremento del pasaje?
– Ya nadie respeta el pasaje preferencial y gratuito para los adultos mayores, y, por tanto, han tenido que pagar el incremento del pasaje. Lo mismo ha pasado con la atención preferencial, ya eso se acabó en los bancos, por ejemplo. Y esto fue parte de los avances en materia de derechos sociales que logramos después de muchos años de lucha.
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