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ACABARON CON BOLÍVAR

La unidad monetaria de la República carece de valor, los billetes de banco están siendo utilizados para hacer cadenas y con ellas elaborar carteras y mochilas

Absalón Méndez Cegarra

Parafraseando a Ricardo Aguirre, el “monumental” zuliano, en su famosa y siempre recordada gaita: “La Grey Zuliana”, podemos decir que los denominados revolucionarios bolivarianos encabezados por Hugo Chávez y Nicolás Maduro, paradójicamente, “acabaron con Bolívar y se echaron a reír”.

Decimos paradójicamente por cuanto los mal llamados revolucionarios no sólo se apoderaron de las glorias de El Libertador Simón Bolívar para bautizar la conquista del poder y sus tropelías, sino que sus actos se inspiraron e inspiran en el famoso “árbol de las tres raíces” y, una de ellas, es, precisamente, el pensamiento de Bolívar. Pues, bien, como todo árbol al que se le pudren las raíces por exceso de nutrientes, enfermedad o por los años de existencia, la revolución bolivariana ha abusado tanto y en tantas cosas que ha terminado por pudrir una de sus más importantes raíces: la gloria inmortal del Padre de la Patria. El Libertador ha sido irrespetado en todos los sentidos. Uno de los últimos irrespetos a Bolívar ha sido el de la destrucción del signo monetario nacional: El bolívar. Los revolucionarios debido a su incapacidad para gobernar y dirigir la política monetaria y la economía del país, acabaron con el signo monetario y se echaron a reír al punto que el propio Jefe del Estado, en entrevista de televisión se ufanó en darle gracias al dólar de los Estados Unidos de Norteamérica, el supuesto archienemigo, por venir a salvarnos. El dólar americano ha venido a sustituir la moneda venezolana a tal punto que, en algunos lugares del país, Los Andes, por ejemplo, el “bolívar” no circula, lo ha sustituido en todas las operaciones, el peso colombiano y el dólar. Igual sucede en otros sitios, en Caracas, en mercados populares como los de El Cementerio, Catia y Petare y en los llamados bodegones, los cuales proliferan inexplicablemente en la ciudad Capital, las ofertas de productos, se han dolarizado. La corrupción y la mendicidad se han dolarizado, también; pero, lo que no ha sido dolarizado, son los salarios que se pagan en el sector público a los trabajadores salvo para algunas categorías de funcionarios públicos; y, el gobierno, en su actuar enloquecido, busca afanosamente como crear una nueva moneda que reemplace con cierta elegancia al bolívar, razón de ser del “petro” como nueva moneda nacional.

El artículo 318 de la Constitución de la República establece las bases del Sistema Monetario Nacional y al respecto señala, que: “Las competencias monetarias del Poder Nacional serán ejercidas de manera exclusiva y obligatoria por el Banco Central de Venezuela. El objetivo fundamental del Banco Central de Venezuela es lograr la estabilidad de precios y preservar el valor interno y externo de la unidad monetaria. La unidad monetaria de la República Bolivariana de Venezuela es el bolívar (…) ¡Vaya, disposición constitucional! ¿Qué sentirán los directivos del Banco Central de Venezuela cuando por casualidad tropiezan con esta norma constitucional? El BCV, en la actualidad, carece de figuración, es un cascarón vacío al igual que todos los órganos del Poder Público. La unidad monetaria de la República carece de valor, los billetes de banco están siendo utilizados para hacer cadenas y con ellas elaborar carteras y mochilas para mayor humillación de los venezolanos, basta con recorrer los alrededores de la Plaza de Bolívar en la ciudad de Bogotá, Colombia, para ver el genio artesanal en la elaboración de productos con billetes venezolanos.

El salario mínimo nacional es de 150.000 bolívares, al cambio, menos de tres dólares. Lo que explica que ya nadie quiere trabajar asalariadamente. Resulta más costoso salir a trabajar que permanecer en casa sin hacer nada. El gobierno ha logrado plenamente su objetivo de crear una sociedad del no trabajo, de mendigos y pordioseros de la ayuda gubernamental. Ya, el bolívar fue sustituido por el dólar; pero, el gobierno, se ha ideado la forma de seguir humillando y vejando al pueblo venezolano. Ha creado una moneda de ficción, virtual, existente solo en la imaginación gubernamental: el “petro”. La entrada en escena de esta nueva y sustituta unidad monetaria ha sido el regalo de “medio petro” para los jubilados y pensionados; pero, por las colas que se han formados en algunos establecimientos comerciales que lo admiten, parece ser que les llegó a todos los residentes en el país.  Medio petro es lo que el gobierno ha hecho al acabar con la fortaleza que ayer tuvo el bolívar como signo monetario. Por elemental respeto al Libertador debería modificarse rápidamente el texto del artículo 318 constitucional.

@absalonmendez1