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DOLARIZACIÓN DE LOS SALARIOS propone la Universidad de Carabobo

El profesor universitario en Venezuela es el trabajador peor pagado del mundo

Absalón Méndez Cegarra

En la semana que recién ha culminado,  las autoridades rectorales de la Ilustre Universidad de Carabobo, con el voto unánime de los distinguidos Miembros del Consejo Universitario, solicitaron ante el Consejo Nacional de Universidades, por intermedio de su Presidente, ciudadano ministro de Educación Universitaria, una revisión total de los salarios y remuneraciones del personal docente y de investigación de las universidades nacionales, extensiva a todos los trabajadores universitarios en general. Las autoridades rectorales de la UC, mediante escrito muy bien fundamentado, con la mesura del caso, sin estridencia o extravagancia alguna, dan cuenta de la precaria situación laboral de los trabajadores universitarios, quienes han sufrido los embates de una errática política económica gubernamental y el desprecio hacia las personas que consagran su vida a la educación. Muy lamentable es la situación de pobreza que padece el profesorado universitario.

El profesor universitario en Venezuela es el trabajador peor pagado del mundo. No podemos compararnos ni siquiera con la remuneración que percibe el trabajador de menor calificación en Venezuela y en otros lugares del planeta. Curiosamente, los ajustes salariales que decreta el gobierno nacional se convierten, de inmediato, en un deterioro mayor de la calidad de vida de los docentes universitarios. La limosna que recibimos los profesores universitarios mensualmente, por cuanto a tal cosa no se puede denominar salario, como contraprestación por sus servicios académicos de docencia, investigación y extensión, no supera los 8 $ al mes, lo cual no alcanza, ya, ni para comprar dos productos de la dieta diaria de cualquier ser humano. El gobierno nacional ha regulado el precio de venta al público de 27 productos de la dieta de los venezolanos. Consciente de la insignificancia del signo monetario nacional, la valoración la ha hecho en dólares de los EEUU; pero, el aumento del salario mínimo, lo hizo,   en bolívares carentes de valor alguno, por lo que el aumento del salario mínimo se tradujo en una pérdida  neta del poder adquisitivo de dicho salario, por lo cual, lejos  de significar un aumento, significó una disminución, pasando de un equivalente de 3,5 $ a 2,3 $, es decir, ahora los trabajadores, después del 1° de Mayo,  bonito regalo presidencial, somos más pobres que antes.

Las autoridades rectorales de la UC, sin estridencia o extravagancia alguna, dan cuenta de la precaria situación laboral de los trabajadores universitarios, quienes han sufrido los embates de una errática política económica gubernamental y el desprecio hacia las personas que consagran su vida a la educación

La solicitud de la UC está plenamente justificada. Un retorno a la actividad académica universitaria debe darse bajo condiciones generales de trabajo absolutamente distintas. No puede ser que trabajar en Venezuela resulte antieconómico, que sea preferible no trabajar que trabajar, por cuanto hacerlo, deviene en mayores gastos no compensados con el supuesto salario que se percibe.

La propuesta-solicitud de la UC, oportuna y necesaria, establece una nueva tabla salarial, expresada en dólares de los EEUU. Y, para que vean lo comedido de la solicitud, el salario más elevado, el de un profesor titular, a dedicación exclusiva, queda fijado en 250$ mensual, es decir, 8,3 $ diarios, cifra ínfima si la comparamos con los cinco mil dólares promedio que reciben mensualmente nuestros pares en el mundo y con el costo que ha alcanzado en Venezuela la cesta básica. Igualmente, cifra muy inferior a la que alcanza el salario mínimo en todos los países latinoamericanos, el cual sobrepasa en promedio los 300$ mensual.

La suma de los precios acordado por el gobierno para 27 productos, como se ha dicho, fijados en dólares, pues, el bolívar no soporta nada, productos consumidos por una familia venezolana promedio en un mes, sobrepasa con creces la cantidad solicitada por la UC como salario básico del profesor de mayor categoría académica.

La propuesta – solicitud de la UC, con todas las adiciones que quiera hacérsele, debe ser apoyada sin excepción alguna por todas las universidades del país, suerte de precondición para el retorno a la actividad académica.  Aquí no tiene cabida ninguna exclusión. Afines y no afines al gobierno deben manifestar su decidida aprobación. Esto es cuestión de elemental sobrevivencia. Esperamos ver los pronunciamientos de todos los consejos universitarios y sus equivalentes de las universidades del país, de los gremios docentes, de empleados y obreros universitarios. No podemos seguir callados. Basta de tanto desprecio y atropello gubernamental y social por la misión educativa confiada por la Constitución y la Ley a las personas que dedican su vida a la noble tarea de la enseñanza y la educación en general. Felicitaciones a la UC, por tan noble, justificada y perentoria iniciativa.

@absalonmendez1

EL AUTOR es abogado y licenciado en trabajo social. Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la UCV. MSc en Administración Privada, doctor en Ciencias Sociales. Ha participado en la redacción de la Ley Orgánica del Sistema de los Seguros Sociales, Ley de Vivienda y Hábitat, Ley del Régimen Prestacional de Salud, Ley del Régimen Prestacional de Empleo, entre otras.