El narcotráfico de Venezuela, que había disminuido después que Washington acusara al régimen de Nicolás Maduro de operar el Cartel de Los Soles, ha reanudado el paso en las últimas semanas, con avionetas cargadas con cocaína que parten desde territorio venezolano controlado por la guerrilla colombiana, dijeron fuentes familiarizadas con la situación“El corredor de droga (de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) se volvió a activar”, dijo un oficial venezolano de alto rango que habló bajo condición de anonimato.
“Estuvo paralizado, pero ya está activado y de allí están saliendo las avionetas”. En el corredor, ubicado en el fronterizo estado Apure, el grupo disidente de las FARC tiene cientos de hombres que controlan decenas de pistas clandestinas.La franja abarca miles de kilómetros cuadrados, y gran parte de la zona es muy plana y se encuentra actualmente inundada tras haber comenzado en Venezuela el período de lluvias, pero los vuelos están saliendo con frecuencia, particularmente dentro del sector ubicado entre los ríos Capanaparo y Cinaruco, dijeron las fuentes. Las operaciones del corredor son controladas directamente por el jefe guerrillero Iván Márquez, quien se encuentra en Venezuela y supervisa a más de 15 comandantes que operan desde territorio venezolano con el visto bueno del régimen de Caracas.
“Allí está el grueso de la guerrilla de las FARC. Suman más de 1,500 hombres, colocados en diferentes sectores para cuidar todo el corredor. Los comandantes están bajo el mando de un jefe designado que hoy es Iván Márquez”, dijo el militar.Márquez formó parte del equipo de negociación del proceso de paz realizado en La Habana, pero luego denunció el proceso y reanudó la lucha armada bajo lo que se conoce hoy como la FARC-disidente.
La reactivación de operaciones se produce en momentos en que el cartel consolida sus operaciones dentro de Venezuela, beneficiándose del control que ejerce la guerrilla colombiana en los estados fronterizos e incorporando a antiguos narcotraficantes rivales a sus operaciones, dijeron las fuentes. “Ya no se puede diferenciar entre los subgrupos que estaban en el negocio”, dijo una de las fuentes que monitorea las operaciones venezolanas de droga desde Washington. “Al final fue el Cartel de Los Soles el que terminó absorbiendo a los demás. Como si fuese una corporación grande que compra a sus competidores más pequeños”. “El cartel fue incorporando a su estructura, las estructuras originales que existían en producción y distribución de droga, porque ellos tienen la ventaja de que al mismo tiempo controlan al estado venezolano. Eso implica que es el cartel el que controla a las Fuerzas Armadas, el que controla quién recibe gasolina, el que controla los aeropuertos y los radares, y el que controla las aduanas”, agregó la fuente.
En un anuncio que recogió años de investigaciones realizadas por la DEA sobre las operaciones de droga en Venezuela, el Departamento de Justicia acusó en marzo a Maduro, al número dos del régimen, Diosdado Cabello, y a otros trece altos funcionarios de convertir a Venezuela en un narco-estado al asociarse con las FARC para exportar cientos de toneladas de droga hacia Estados Unidos y Europa.Sobre la cabeza de Maduro, y los altos integrantes del cartel, la justicia coloco recompensas de entre $10 millones y $15 millones, medida que semanas después fue seguida por la decisión del presidente Donald Trump de incrementar la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe, ordenando aviones y a barcos de guerra estadounidenses a interceptar los cargamentos venezolanos de cocaínaVenezuela se ha convertido en un “paraíso” para los narcotraficantes, quienes cuentan con el “apoyo” y la “cooperación” del gobierno en disputa de Nicolás Maduro, dijo esta semana el jefe del Comando Sur de Estados Unidos, el almirante Craig Faller, quien sobrelleva las operaciones militares en el Caribe.
Temores dentro del régimen provocados por los anuncios en Washington habían conducido a un breve periodo de baja actividad, que se había extendido por semanas. Pero la actividad está siendo reactivadas debido en parte a las intensas presiones económicas que recaen sobre el sancionado régimen venezolano, dijeron las fuentes.Las pistas clandestinas controladas por las FARC permiten el traslado de la droga desde Apure hasta Centro América y el Caribe, a través de naciones como Haití y Trinidad y Tobago.Pero las FARC no son el único grupo guerrillero colombiano que opera en la zona.Apure está adicionalmente tomado por elementos del también colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN), que está de la misma manera involucrado en operaciones de narcotráfico. Al igual que las FARC, ELN se encuentra en Venezuela tras pactar con las autoridades del régimen.Las operaciones del narcotráfico también participan elementos de las venezolanas Fuerzas Bolivarianas de Liberación (FBL), organización guerrillera cercana al régimen, que actualmente brinda servicios de protección para el cartel a cambio de recibir financiamiento directo del gobierno, dijeron las fuentes.La vinculación del régimen con la guerrilla comenzó en la década pasada, luego que el entonces presidente Hugo Chávez ordenara a sus lugartenientes a sumarse a las operaciones de droga de las FARC como parte de una estrategia que buscaba simultáneamente hacerle daño a Estados Unidos y ayudar a los rebeldes del vecino país llegar al poder, muestran las investigaciones de la DEA.
Esa relación se ha fortalecido en los últimos años ante la adopción por parte de Maduro de una estrategia de defensa basado en las organizaciones guerrilleras colombianas, que ahora son adoptadas como componentes adicionales de las propias fuerzas del régimen en caso de un conflicto con Colombia o Estados Unidos.Bajo esa estrategia, hombres del ELN, las FARC y bandas paramilitares ligadas al régimen se unirían los militares y milicianos venezolanos para combatir las fuerzas extranjeras en el caso de una invasión.
Fuente- Nuevo Herald