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Estados Unidos tiene pendiente el apoyo a la redemocratización de Venezuela. Los loables esfuerzos del expresidente Trump, constituyeron buenos intentos que, lamentablemente, no alcanzaron los objetivos. En el equipo de Biden hay consenso en que la narcotiranía de Miraflores, significa grave peligro para la seguridad de la subregión
Omar Estacio Z.
Con la urgencia nunca vista en ningún otro presidente de Estados Unidos el día de su toma de posesión, ayer en la tarde, a pocas horas de juramentarse, Joe Biden, Jr., firmó 17, entre, órdenes ejecutivas, memorandos y proclamaciones. Ha sido una rotunda demostración, de su intención de revertir la agenda política de su predecesor.
“Seguiremos adelante con rapidez y urgencia, porque tenemos mucho que hacer en este invierno de peligros y posibilidades significativas”, había dicho, Biden en su discurso inaugural en el Capitolio. “Mucho para reparar. Mucho para restaurar. Mucho para curar. Mucho que construir y mucho que ganar”.
Son cuatro las categorías descritas por el recién estrenado jefe de Estado, como la “crisis convergente”: La pandemia, los correctivos económicos, los problemas de inmigración y diversidad, así como el medio ambiente y el cambio climático.
En lo que al se refiere Covid-19, Biden delegó en un coordinador nacional, la respuesta a la pandemia con obligación de rendirle cuentas a él, directamente. Trump se había negado a imponer un mandato nacional que ahora incluye, la orden de portar máscaras faciales y el distanciamiento físico en todos los edificios y posesiones federales.
En el ámbito inmigratorio, igualmente, revocó directrices de su predecesor, como la de excluir a los no ciudadanos del conteo del censo y emitió, otra orden, destinada a reforzar el programa de Acción Diferida para los llegados en la infancia que, protege a los llamados “Dreamers” de la deportación. Trump había intentado derribar ese programa, conocido como DACA, que antes, implementó el expresidente Barak Obama y que ahora, Biden, refuerza.
La escalada del nuevo Presidente, incluyó la joya de la corona trumpista en materia inmigratoria: la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México, ideado para mantener, fuera del país, a los potenciales inmigrantes. Biden ha detenido tal construcción, mientras su administración examina su legalidad, financiación y contratos para erigirlo.
Muchas de las acciones más importantes de Trump como presidente tenían como objetivo limitar la regulación del medio ambiente y retirarse de los esfuerzos para combatir el cambio climático. Biden, el mismo miércoles por la tarde, firmó una carta revocando la salida de los Acuerdos Climáticos de París y otra orden ejecutiva, que incluye el restablecimiento de los estándares de emisiones de vehículos; moratoria sobre los arrendamientos de petróleo y gas natural en el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico; la revocación del permiso para el oleoducto Keystone XL y el restablecimiento del grupo de trabajo sobre los costos sociales de los gases con efecto invernadero.
Como prometió durante la campaña, Biden tomó varias medidas el miércoles para ayudar a los estadounidenses que luchan por las continuas dificultades financieras provocadas por la pandemia, en algunos casos revirtiendo las políticas adoptadas por su predecesor.
Extendió una moratoria federal sobre los desalojos y prorrogó otra moratoria sobre las ejecuciones de las hipotecas garantizadas por el gobierno federal. Todas las extensiones se extienden hasta finales de marzo.
Otra orden se dirige a los estadounidenses con una gran deuda educativa que se traduce en pausa, hasta fines del próximo septiembre en los pagos de capital e intereses de los préstamos estudiantiles, mientras se adoptan soluciones definitivas.
Biden, recibe un país profundamente dividido, que estuvo al borde de ruptura del hilo constitucional, a causa del pretendido desconocimiento de las elecciones celebradas en noviembre pasado. Esa es su tarea más urgente: restablecer la convivencia nacional, cívica, pacífica, con respeto al diferente. En tal objetivo, parece haber logrado el concurso de un importante sector del Partido Republicano.
En cuanto a la tragedia compatriota, Estados Unidos tiene pendiente el apoyo a la redemocratización de Venezuela. Los loables esfuerzos del expresidente Trump, constituyeron buenos intentos que, lamentablemente, no alcanzaron los objetivos. En el equipo de Biden hay consenso en que la narcotiranía de Miraflores, significa grave peligro para la seguridad de la subregión. El señor Biden redoblará los emprendimientos de su predecesor, mediante acciones multilaterales que obliguen al narcosátrapa, a celebrar elecciones generales, limpias, con árbitro electoral imparcial, veeduría internacional apegada a los estándares y con garantías, contra su eventual desacato por la camarilla desgobernante.
@omarestacio
El autor es abogado, acreditado ante Colegio correspondiente de Caracas y ante la Barra, también correspondiente, de Florida, EE. UU., como consultor en derecho venezolano. Con el presente artículo no pretende emitir dictamen jurídico, sino opinar, con libertad, como cualquier ciudadano. El cronista, bajo ninguna circunstancia, aceptará patrocinar profesionalmente, ningún caso relacionado con la materia tratada en este artículo.
