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Rasgar el fósforo en los 23 estados y 335 municipios #RebeliónPopular #JesúsPetitDaCosta

Sii los diputados no lo hacen, dejan el espacio abierto para que otros asuman el liderazgo en su región. Si espontáneamente se producen tantas protestas, espontáneamente pueden surgir los líderes locales y regionales.

Jesús Antonio Petit Da Costa

El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social ha informado que en 2020 hubo 9.633 protestas en Venezuela, o sea, 26 diarias. Estas protestas se hicieron a pesar del terror infundido por la narcotiranía-comunista con una represión brutal y del miedo al contagio con el virus chino. Esto último tal vez sea la explicación de que en 2019 hubo más protestas: 16.739, o sea, 45 diarias. Que haya habido tantas protestas, que fueron espontáneas porque ningún movimiento político las organizó y mucho menos dirigió, desafiando los protestantes el terror infundido por las dos pestes simultáneas: la narcotiranía comunista y el virus chino, confirma lo que hemos dicho: Maduro es un tigre de papel que está sentado en un barril de pólvora: 85% lo detesta en medio de una situación económico-social insostenible. Por consiguiente, la tarea de los anticomunistas es encender la mecha para que estalle el barril de pólvora donde está sentado Maduro. Eso sería aprender de los comunistas a derrocar gobiernos, que es lo único que los comunistas saben hacer.

Si aquí hubiera partidos con dirección colectiva, como los hubo en la resistencia clandestina contra la anterior tiranía, se debatiría en su seno (aunque en secreto) cómo encender la mecha. Como no pertenezco a ninguno les voy a dar mi opinión independiente, tanto a los partidos radicales como a cualquiera de los aspirantes a la gloria de los libertadores (porque derrocar a la narcotiranía títere de Cuba y servil de Rusia, China, Irán y Turquía es alcanzar la gloria de los libertadores).

Yo considero que en este momento se debe adoptar el modelo exitoso de estrategia que siguieron los libertadores desde 1814, adelantándose a los comunistas del siglo XX. Fue la siguiente:

1.- Al ser derrotado Bolívar por Boves perdió de hecho el mando supremo. Lo mismo le ha pasado a Guaidó, desde luego con las diferencias de personalidad y circunstancias.

2.- Entonces los jefes patriotas que quedaron en el país se distribuyeron por todo el territorio nacional para convertirse en jefes del movimiento en sus regiones: Mariño en Margarita, Bermúdez en Carúpano y Sucre en Cumaná, Piar en Guayana, los Monagas en los Llanos Orientales, Páez en los Llanos Occidentales, Urdaneta en el Zulia, etc. Al asumir la jefatura por regiones, tuvieron oportunidad de atacar con éxito al enemigo que se vio obligado a pelear en todas partes. Y, al mismo tiempo, creó entre ellos competencia para alcanzar la jefatura suprema (Ej. Mariño reunió el Congresillo de Cariaco).

Es lo que deben hacer los diputados en lugar de esperar sentados que los agarren presos. Trasladarse a los 23 Estados y 335 Municipios con este fin. Pero si los diputados no lo hacen, dejan el espacio abierto para que otros asuman el liderazgo en su región. Si espontáneamente se producen tantas protestas, espontáneamente pueden surgir los líderes locales y regionales que rasguen el fósforo para encender la mecha del barril de pólvora.

Esta sería mi propuesta en el debate interno si yo estuviera activo en la política, coincidiendo por cierto con el Padre Ugalde, exrector de la UCAB.

petitdacosta@gmail.com

EL AUTOR es abogado y magistrado jubilado. Profesor en la Universidad Central de Venezuela 1966-1996 en derecho mercantil y derecho laboral. Exprocurador general de la República. Expresidente de la Federación de Colegios de Abogados de Venezuela

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