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El chavismo sigue dando muestras de usar el esquema negociaciones-elecciones para enredar a la falsa oposición en sus apetitos electorales
Humberto González Briceño
La ingenuidad y el idealismo político han contribuido a multiplicar en forma exponencial la cantidad de venezolanos muertos bajo el régimen chavista. El empeño acendrado de la falsa oposición durante más de veinte años en buscar salidas negociadas para un régimen que solo sale por la fuerza es lo que ha llevado a muchos venezolanos a morir literalmente de hambre, mengua, desesperanza.
Aunque el chavismo sigue dando muestras de usar el esquema negociaciones-elecciones para enredar a la falsa oposición en sus apetitos electorales, esta sigue tratando de ver lo que no existe: La voluntad del chavismo de negociar su salida del poder. Pura metafísica política. O dicho en términos criollos puro engaño y estafa.
Estos falsos opositores se aferran a cualquier maroma o mueca del tirano de turno para presentarla como evidencia que el chavismo está desesperado por negociar su salida del poder. Son los mismo que han dicho que la debacle económica obligaría al chavismo a entregar el poder sin darse cuenta de la inmensa capacidad del chavismo para mutar y adaptarse a la nueva realidad para presentarse ahora como un híbrido de capitalismo revolucionario de mercado.
Si en algo ha sido consistente el chavismo es en hacer pragmáticamente lo que sea necesario para sostenerse en el poder. Esto lo ha llevado a convertirse en un estado que asume el crimen como política donde la retórica ideológica es solo el viscoso barniz que trata de disimular las profundas conexiones del régimen con la guerrilla, el narcotráfico, el terrorismo, y hasta con las megbandas más poderosas de Venezuela.
A mediados de Marzo de 2021 el vocero del hamponato interino Juan Guaidó anunció que había logrado un acuerdo con el régimen de Nicolás Maduro para la liberación de fondos en el exterior y el pago a la Organización Panamericana de la Salud para el suministro de vacunas a Venezuela a través del sistema COVAX. La información fue celebrada por los operadores de la falsa oposición como un ejemplo que con el chavismo si se podía negociar. Solo habría que ponerse de acuerdo en las áreas técnicas, no en las políticas para caminar juntos y agarrados de las manos hacia la felicidad suprema.
…un Estado que asume el crimen como política donde la retórica ideológica es solo el viscoso barniz que trata de disimular las profundas conexiones del régimen con la guerrilla, el narcotráfico, el terrorismo, y hasta con las megbandas más poderosas de Venezuela»
Esto fue usado para abonar más al discurso que intenta justificar la viabilidad de una salida voluntaria del chavismo del poder.. La alegría no duraría una semana cuando el régimen chavista en la voz de Nicolás Maduro respondiera que rechazaba las vacunas AstraZeneca y que además ponía como condición para cualquier tipo de acuerdo el pleno reconocimiento a su régimen.
Si al chavismo se le pone a escoger entre las opciones de resolver la crisis de la pandemia o sostenerse en el poder siempre escogerá lo segundo, no lo primero. Nadie puede decir que esto le sorprenda. Y quien lo diga es un ingenuo o mentiroso. Porque eso es precisamente lo que ha caracterizado al chavismo en su expresión más barbárica y sanguinaria durante todos estos años.
Nunca existió tal acuerdo entre el régimen chavista y la falsa oposición para permitir la adquisición de vacunas contra el coronavirus vía Covax. Nadie jamás lo vio y fue anunciado sólo por la falsa oposición dentro de la mayor obscuridad, sin ningún tipo de detalles. Todo ha sido una farsa del hamponato interino que sigue en el negocio de reciclar ilusiones para que se le siga permitiendo actuar en nombre de los venezolanos fuera de Venezuela. En este juego macabro entre el régimen chavista y la falsa oposición quedan atrapados cientos de miles de venezolanos cuyas vidas dependen de estos tahúres de la política.
