, ,

Las metidas de pata del heredero I Opinión I Domingo Alberto Rangel

Ni por asomo se ha mencionado el destino del oro y las divisas de nuestra Nación.

Domingo Alberto Rangel

Quizás no nos hemos dado cuenta debido a la sucesión de pandemia, guerra y recesión, pero en adelante las relaciones humanas no serán la norma  y pocos serán los afortunados que podrán medirse el calzado en sofisticadas tiendas físicas antes de comprarlos.

Por paradójico que parezca la Reina se fue al  comienzo de una nueva Edad Media… época de cortes, Papas y monarcas… muy a tono con los lectores de libros donde abundan los brujos… dragones voladores y doncellas encantadas… reyes y reinad… pero donde solo habían dos clases sociales: Los muy ricos… y lod muy pobres.

En los años de transición, la Reina británica merced  al mejor equipo de relaciones públicas que ha visto la humanidad… no solo llegó a ser su real silueta… sombrero, vestuario y cartera incluidos… la de mayor reconocimiento en el planeta… sino que ayudó a mantener en el imaginario colectivo la existencia de un imperio que dejó de serlo ya en la Segunda Guerra… cuando el nuevo mandamás yanqui les permitió a los ingleses seguir jugando a ser quienes pretendían… sin serlo.

Pocos conocen que entre Franklin Delano Roosevelt y  Joseph Stalin había más empatía que entre ambos y Churchill. Y que Roosevelt tuvo que oponerse violentamente al deseo británico… cuyo gobierno poco adicto a la república y la democracia… aunque afirmen lo contrario… se negaba a darle la libertad a sus antiguas colonias en Asia y África.

Unas entonces más grandes que la propia GB… como La India, Australia y Sudáfrica… otras con sociedades mejor integradas y prósperas como el Canadá.

De la oligarquía británica seguramente salió la idea de mantener un imperio de comiquita que de todas maneras sirvió de trampolín para que la City londinense conservara junto a Nueva York… la primacía mundial en materia financiera.

Para apoyar esa charada nada mejor que exaltar en un mundo lleno de repúblicas y democracias… la monarquía británica… y de ese grupo humano nada mejor que Elizabeth que siempre fue patriota y disciplinada al respecto.

Ya anciana la Reina a quien las apuestas a las que son dados los ingleses, le concedían pocos años de vida a Elizabeth… Y por ende intentaron convertir a Lady D en una especie de santa anglicana.

Pero la llamada por el aparato propagandistico de la Gran Bretaña… Reina de Corazones tuvo la mala suerte de que en fecha cercana había fallecido Teresa de Calcuta con quien Lady D no podía competir en esa categoría de buena perdona e impoluta.

Sobre todo luego que la prensa sensacionalista dio a conocer detalles íntimos de Carlos y la occisa.

Elizabeth II fue lo que para los sabores es la salsa agridulce que le ponen a las lumpias yanquisadas: en la Reina se entreveraban los sentimientos y la razón.

Pero merced al insuperable trabajo del equipo de relaciones públicas que siempre la ensalzó… triunfan al evaluar a Elizabeth los sentimientos sobre las razones y muchas veces el sentimentalismo más ramplón manda.

Viendo el riguroso y bien detallado ceremonial que incluyó el entierro de la monarca y el ascenso del hijo más relacionado con el mundo digital como se vio al ser escogido Carlos el desangelado por el Grupo Bildelberg como expositor en Davos… hubo mucha gente que lloró.

Incluso venezolanos y uno mismo… educado como demócrata… confieso que me sentí contento con las metidas de pata del heredero… Frente a la estampa que tuvo en vida la Reina quien no se dejó tocar por Hugo Chávez que de abusador quizo hanar indulgencias en un acto protocolar.

De esas lluvias vienen los lodos del oro y las cuentas milmillonarias en dólares que los británicos… Volviendo a sus orígenes de piratas y traficantes de esclavos… Nos quieren robar.

Y así termino dejando constancia de lo repugnante que fue en el largo recorrido de Elizabeth II ya muerta… Desde Balmoral hasta Westminster… Escuchar locutoras y periodistas venezolanos que casi lloraban ante los micrófonos… Lo cual es comprensible… Pero que ni por asomo mencionaron el destino del oro y las divisas de nuestra Nación.

Más patriotas los argentinos que cuando no maldecían a la occisa que los derrotó en Las Malvinas… Narraban sin llegar al lloriqueo.

EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor, dirigente político y Juez de Paz en el Municipio Baruta, estado Miranda, Venezuela. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.

https://www.larazon.net/category/rangel-jr/