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Caída del precio del petróleo dificulta mantener el gasto social

Los debilitados ingresos del sector petrolero se han vuelto insuficientes para mantener los programas sociales del gobierno venezolano y amenazan con una crisis fiscal para 2016


Redacción La Razón

El portal web de Financial Times ha publicado una serie donde explora a profundidad las consecuencias del derrumbe de los precios del petróleo para los principales países exportadores. Según lo reseña la página, Venezuela se enfrenta a la mayor amenaza económica de cualquiera de los países productores del mundo.

La reducción a la mitad del precio del petróleo en los últimos 14 meses significa una caída una caída en los ingresos de 36 billones de dólares, en comparación con el promedio de los dos años anteriores, cuando el gobierno recaudó casi 79 billones de dólares.

El International Crisis Group advirtió el mes pasado de la descomposición social que se avecina debido a la «fuerte caída de los ingresos reales, las principales carencias de alimentos esenciales, medicamentos y otros productos de primera necesidad».

«El ingreso petrolero actual es insuficiente para que el país pueda pagar sus deudas, financiar sus importaciones y el servicio de sus bonos extranjeros”, dice Russ Dallen, que dirige el banco de inversión, Latinvest.

La deuda estatal suma un total de 128 billones de dólares que deben ser cancelada en los próximos 24 años. Pero, según reporta Bank of America, 6,3 billones de ella deben pagarse antes de finales de año.

Hasta los momentos, el gobierno de Venezuela ha conseguido cancelar a sus acreedores mediante la venta de activos, la titulación de deudas de petróleo y empeñando sus reservas extranjeras, que se han reducido más de 7 mil millones desde fines de febrero.

Sin embargo, en lugar de devaluar la moneda para impulsar los ingresos del petróleo en dólares de Venezuela, el gobierno ha estado imprimiendo bolívares para cubrir un déficit presupuestario.

La dependencia petrolera agrava la crisis

La caída del precio del petróleo ha ampliado el déficit presupuestario y debilitado las monedas de los principales exportadores. Venezuela fue el oponente más fuerte de la decisión de la OPEP de mantener los niveles de producción del cártel de petróleo aun cuando los precios comenzaron a caer.

La producción se ha mantenido en alrededor de 2,8 millones de barriles por día desde antes de 1998 cuando fue elegido presidente Hugo Chávez y el barril aún estaba en 10 dólares. El precio se mantuvo sobre los 100 dólares la mayor parte de los últimos 15 años y gracias a esta riqueza abrupta se lograron financiar políticas sociales.

Los críticos aseguran que esta situación dio lugar a la complacencia y la falta de diversificación económica. «Si el petróleo llegara a perder su valor algún día, Venezuela volvería a la Edad de Piedra», dice Francisco Rodríguez, economista de Bank of America.

Maryclen Stelling, socióloga de izquierda del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Celarg, en Caracas comparte el sentimiento. «Somos un petro-Estado que sólo sabe vivir con eso. La capacidad productiva se ha destruido. Estamos aterrorizados por la caída de los precios del petróleo «.

En el contexto de una crisis de divisas, el gobierno se ha visto obligado a reducir las importaciones, acumulando miles de millones de dólares en mora. Se estima que las importaciones se reducirá en casi un tercio en 2015. Pero al mismo tiempo, con la escasa producción de bienes de primera necesidad en el país, se debe depender de estas.

A la vista de dichos observadores el gobierno deberá ejercer un control político más apretado para poder cumplir con promesas sociales. El presidente Nicolás Maduro segura que ha invertido más de 73 mil millones de dólares en la construcción de 700.000 viviendas en los últimos cuatro años. En 2019 se dice que el 40 por ciento de los venezolanos estará viviendo en casas construidas por Misión Vivienda.

«Teniendo en cuenta que la mayoría de los materiales necesarios para la construcción de casas tienen que ser importados, la caída del precio del petróleo afectará directamente al sector de la construcción«, dice Asdrúbal Oliveros de la consultora Ecoanalítica. Este sector se contrajo 10 por ciento en el tercer trimestre de 2014 y pronostica que se contraerá un 16 por ciento este año.

«Si los precios de los productos básicos siguen siendo bajos, en 2016 Venezuela debe enfrentar la difícil decisión de ir a través de un ajuste fiscal violento o una maxidevaluación, o ambos», dice Alberto Bernal, jefe de investigación y estrategia de Bulltick Capital Markets en Miami .

De acuerdo con la publicación, el presidente Nicolás Maduro no tiene otra alternativa que aceptar la devaluación y un aumento en el precio de la gasolina más barata del mundo.

Pero Francisco Rodríguez argumenta que el costo político podría aumentar la tensión en le país. «El ajuste que alguna vez fue impopular entre su base de poder ahora está ganando apoyo por los temores de que la hiperinflación podría expulsarlos del poder.»