Para los universitarios, salir con la pareja o compartir con amigos es casi un lujo. En los últimos meses los precios de los menús en los restaurantes, las entradas de los cines, las cervezas y alquiler de una habitación en un hotel se “dispararon”.
Jesús Suárez
Alfredo Haro y Elisa Acosta, de 19 y 20 años –respectivamente-, son dos estudiantes universitarios que comenzaron su relación sentimental en febrero. Ambos trabajan y devengan un poco más de salario mínimo cada uno; sin embargo, el dinero no les alcanza para todo lo que quieren hacer.
“Desde hace un año me quiero comprar un carro y es imposible, están muy caros, las motos también. Viajar es mucha inversión. Uno tiene sus ‘tigres’ pero igual no es fácil. Si no estamos estudiando o en el trabajo vamos al cine o a comer. Algo normal, como sea, es un platero”, afirma Alfredo, estudiante de la Universidad Central de Venezuela. Como la institución está en paro ha tenido más tiempo para “chambear”, pero ese esfuerzo extra tampoco le permite hacer mucho más.
Esta es una realidad de la que no muchos escapan. Divertirse, distraerse, salir de la rutina, compartir con los amigos o salir con la pareja se convirtió en un lujo para los jóvenes venezolanos.
Comida por las nubes
La comida rápida es la preparada de forma industrial y para el consumo inmediato. En Venezuela hay cientos de cadenas de restaurantes bajo esta modalidad y miles de lugares en plena calle, como perrocalientero, vendedores de bollos o hallacas, arroz chino, empanadas, arepas y demás.
Cenar por una ocasión especial son, al menos, 3.000 bolívares
Desayunos, meriendas, almuerzos o cenas de sitios de comida rápida deberían ser, en teoría, accesibles para el bolsillo pero la realidad es otra. La inflación en los últimos meses “disparó” los precios de los menús que en algún momento fueron baratos.
McDonald’s es la franquicia con más sucursales en todo el país, cuenta con más de 100. Dentro de sus productos hay para todos los gustos y los precios varían. El combo más económico es el McDúo, con un precio de 440 bolívares; es una hamburguesa o seis nuggets de pollo que vienen con refresco mediano y que hace un año costaba 105 bolívares; es decir, aumentó 319% en 12 meses.
Los “ajustes” han sido progresivos. En junio costaba 195 bolívares, en julio comenzó en 215 y terminó en 240 bolívares; en septiembre arrancó en Bs 315 y cerró en Bs 350. El 1º de noviembre se ubicó en 390 bolívares y volvió a subir hasta el precio actual (Bs 440).
Las otras franquicias no se quedan atrás. Hace un año un “Combo del Rey”, el más barato de Burger King, estaba en 159 bolívares (hamburguesa, pepito o nuggets con papas fritas y refresco mediano). En septiembre de 2015 ya estaba en 375. Actualmente vale 595 bolívares y las papas fritas tienen un costo adicional. De 2014 para acá subió 274%.
KFC (Kentucky Fried Chicken) vendía en el mes de julio cinco nuggets o una hamburguesa de pollo con refresco regular por 199 bolívares, hoy el primer combo sale en Bs 349 y el segundo en Bs 439, 75% y 120% de aumento, respectivamente, en cuatro meses.
Otras comidas que se pueden conseguir a precios similares en la calle son: arepa con dos ingredientes entre 500 y 900 bolívares; cachapas entre 700 y 1.000 bolívares; combos en restaurantes chinos a partir de 500; perros calientes desde 150; hamburguesa para una persona desde 400 bolívares y las grandes, para dos, sobre los 800 bolívares; las pizzas medianas no bajan de 1.000 bolívares (margarita, solo queso y salsa); y un solo plato de sushi ronda los 1.600 bolívares.
Los precios varían según el restaurante, la zona y el tipo de comida. Para una pareja, cenar en un sitio bonito por una ocasión especial (cumpleaños, aniversario o cualquier otra) son, al menos, 3.000 bolívares.
Dos horas, 1.000 bolos
Álvaro Cárdenas, de 22 años, y Daniela Lizcano, de 20, son adictos al cine. Están juntos desde hace dos años y en un principio una “salidita” al cine no les afectaba su presupuesto; ahora se lo piensan dos veces antes de comprar las entradas para “no botar el dinero si la película es mala. Vemos los trailers y nos ponemos de acuerdo. También vamos a los más económicos y aprovechamos los lunes que es a mitad de precio”, dice Daniela.
La última película que vieron el día del estreno fue Los Vengadores 2, en 3D, en el Cines Unidos del centro comercial Líder, municipio Sucre. En junio pagaron 630 bolívares por las dos entradas, hoy serían en 950 bolívares, casi 51% más.
Ese es el promedio del costo de las entradas en las dos grandes empresas del área. En Cines Unidos el boleto más económico en la capital vale 285 bolívares y el más caro 475 bolívares. En Cinex la situación es diferente, una entrada general se consigue desde 300 bolívares pero si quiere ir a una función en la sala 4DX debe contar con 3.415 bolívares por persona.
Los precios de los combos en las caramelerías de los cines también golpean el bolsillo. En diciembre de 2014, en Cinex, la caja grande de cotufas con dos bebidas costaba 510 bolívares, agregándole dos perros calientes o 10 tequeños sumaban 750 bolívares en total.
Ahora, solo la caja de cotufas grandes vale 800 bolívares, con dos bebidas sale en 1.360 y agregar un perro caliente o cinco tequeños son 550 bolívares más. Sin embargo, puede ser peor; estos combos no son los mismos que venden para las películas en 4DX, en esas salas ofrecen las cotufas grandes y dos termos con refresco por 1.859 bolívares y el combo individual está en 1.150.
En Cines Unidos son un poco más económicos: cotufas grandes y dos bebidas 960 bolívares; cotufas medianas y refresco Bs 585, perro caliente más bebida Bs 675 y tequeños más refresco Bs 685.
¿Rumba?
“No nos están llegando casi cajas cervezas, a veces hasta compramos en la calle para seguir vendiendo y solamente de botella, las de lata son muy caras”, cuenta el único mesonero de un bar-restaurant ubicado en Santa Mónica, el cual es frecuentado por adultos contemporáneos y jóvenes porque transmiten juegos de béisbol y fútbol.
Un servicio de ron pasó de Bs 1.200 a Bs 4.500 en un año
La bebida no solo escasea, también eleva su costo cada uno o dos meses. En junio la cerveza de tercio (333 ml) rondaba los 50 y 70 bolívares en locales nocturnos y bares. Hoy la más barata no baja de 120 bolívares. En Las Mercedes, zona de referencia para salir a comer, tomar o rumbear, se consigue una “birra” entre 150 y 250 bolívares. Un “bull” o tobo, que trae 10 u 11 unidades, está sobre los 1.200 bolívares; ahí se “ahorran” al menos una.
Hace un año un servicio de ron (botella de 0.75 litros, refresco, hielo y limón), para 4 o 6 personas, en un local en Chacaíto, Los Cortijos o Chuao, valía entre 1.200 y 1.600 bolívares. Actualmente están sobre los Bs 4.500. Los servicios de vino van desde 4.000 bolívares.
El costo de la entrada o “cover” a un local nocturno varía dependiendo del sitio, si hay alguna actividad especial (concierto, Stand Up Comedy) o si la rumba es temática. En algunos casos vale 300 bolívares por persona pero hay establecimientos que cobran entre 1.500 y 2.000 bolívares. A veces las mujeres entran gratis o cancelan menos del 50% de la entrada.
Para aquellos que prefieren hacer fiestas en casas y deben comprar lo que van a consumir, también se ven ahorcados con los aumentos de los licores, refrescos, jugos, hielo, cigarros y hasta los pasapalos.
Los incrementos de las bebidas alcohólicas son los más significativos.
La intimidad tiene un precio
En Caracas hay hoteles para todos los gustos y ocasiones. La avenida Guaicaipuro de El Rosal, en el municipio Chacao, es un ejemplo de la variedad de habitaciones que se pueden conseguir en cualquier rincón de la capital. En esa calle alquilan cuartos para “un rato” (4 horas) o para toda la noche; hay alcobas sencillas y otras con jacuzzi, camas temáticas y demás. Son en total ocho hoteles y los precios varían, incluso hay uno que permite pagar en dólares.
Anticonceptivos y lubricantes también están caros
Un paquete de condones marca “Te amo” (tres unidades), en el hotel Gil-Mar, cuesta 500 bolívares; estos son los más baratos -si se consiguen-. Los “Duo” y “Durex” escasean en el mercado desde hace meses y cuando hay, el precio de un paquete (tres condones) sobrepasa los 700 bolívares. En la página web de Farmatodo informan que los Durex cuestan 220 bolívares.
Los más fácil de ubicar son los “Sex Usa”, “Prime”, “Tulipán” y “Playboy”, a un precio que varía entre 800 bolívares y 1.300 bolívares el paquete de tres preservativos.
En el caso de los anticonceptivos, en la Asociación Civil de Planificación Familiar (Plafam) colocar el implante subdérmico a las mujeres, para evitar embarazos durante 3 años, cuesta entre 3.380 y 7.000 bolívares. Esta ONG ofrece servicios y precios de anticonceptivos más económicos que el promedio del mercado, pues enfoca su atención en adolescentes y jóvenes de bajos recursos.
Los lubricantes íntimos, que son más fáciles de conseguir en farmacias, cuestan casi 500 bolívares si son envases con 60 cc de contenido; los de 120 cc valen Bs 600.
¿Viajar o quedarse en casa?
Disfrutar de un “full day” es otra alternativa para salir de la rutina. Por lo general las empresas que organizan estos viajes ofrecen “combos” que incluyen traslado ida y vuelta, refrigerio, desayuno, almuerzo, hidratación y actividades recreativas. Un servicio así desde Caracas hasta Cayo Sombrero (Falcón), Cayo Sal (Falcón), Isla de Plata (Anzoátegui), Punta Brava (Falcón) o La Ciénaga (Aragua), por persona, no costaba más de 1.600 bolívares en abril, hace siete meses.
Tras consultar a varias compañías, un viaje para alguno de esos destinos está, en promedio, sobre los 3.000 bolívares por persona, más de 87% de aumento en menos de un año.
Ir a alguna playa del estado Vargas también es un buen plan y hasta más barato si solo se gasta en el alquiler del toldo con las sillas (desde 200 bolívares) y los pasajes. Pero los platos de comida sobrepasan los 600 bolívares; si opta por algún pescado frito con dos contornos pueden ser 1.000 bolívares, las cervezas valen entre 120 y 160 bolívares, un refresco de 2 litros está en 300 bolívares y el litro y medio de agua en 100 bolívares.
Por otra parte, una tarde viendo películas en la casa (si no son descargadas en computadora o trasmitidas por televisión) tiene su precio. El DVD se consigue desde 150 bolívares y el Blue Ray a partir de 250 bolívares (cambiarlo por otro va desde 200 bolívares).
En las farmacias, que venden más económicos los “snacks” que en abastos o panaderías, un Doritos de 150 gr cuesta Bs 250 y el de 420 gr no baja de 450 bolívares; las Ruffles de 125 gr están en 249 bolívares; una bolsa de cotufas para microondas cuesta 350 bolívares; los chocolates Carré (100 gr) y de Leche (130 gr) están en 340 bolívares cada uno. Un paquete de cuatro Sussy: 250 bolívares. Un envase familiar de helado Tío Rico: 560 bolívares. Un paquete de galletas Oreo, doble tubo, está en 500 bolívares y un refresco de 2 litros 180 bolívares.
Al menos Bs 8.000 gasta una pareja de jóvenes universitarios al mes, solo con salir a rumbear dos veces
Las cuentas no dan
Tanto Alfredo y Elisa, como Álvaro y Daniela, relatan que deben organizarse para que el dinero les rinda hasta final de mes.
Los dos primeros se ven, por lo general, los fines de semana y cuando no almuerzan en alguna de sus casas comen lo más económico que consiguen (pizzas o hamburguesas); o aprovechan para comprar un postre e ir al cine. Así, en un solo día se gastan alrededor de 2.000 bolívares y en un mes (cuatro fines de semana) son Bs 8.000. Cuando deciden celebrar un “cumplemes” comiendo en un sitio bonito y/o yendo para un hotel guardan, por lo menos, 4.000 bolívares más. Promedio: Bs 12.000 en un mes, gastados por una pareja de estudiantes que no pasan de los 20 años de edad.
En marzo se fueron de viaje al estado Zulia. Pagaron tres noches en una posada, comieron bien, conocieron varios lugares y hasta se movieron en taxis. Todo eso, más el pasaje ida y vuelta por tierra, fueron alrededor de 15.000 bolívares. “Hoy en día no creo que ese dinero nos alcance para mucho”, señala Alfredo. Desde entonces no han salido más de Caracas.
Álvaro y Daniela dejaron de tomar taxis hace un año, como medida de ahorro. Prefieren moverse en el transporte público (montarse en tres camionetas ya son 90 bolívares con el pasaje a 15). Además de ir al cine los lunes y comer una que otra vez en la calle (no pagan hoteles), salen a tomar o a rumbear una o dos veces por mes.
El precio de un full day subió 87% en menos de un mes y una entrada de cine subió 51% en cinco meses
“Si vamos en grupo nos dividimos la cuenta, gastamos entre 800 y 1.500 bolos por cabeza. La última vez que salimos en el local solo había un servicio en 10.000 bolívares, éramos 4, cada uno pagó 2.500. Si somos solo ella y yo pedimos cervezas o un trago que rinda; eso es 1.000 bolívares más o menos, sin comida para picar”, dice Álvaro.
Sin embargo, prefieren las reuniones en casas con los amigos, pues a veces ni tienen que poner “para la vaca”. En un mes esta pareja gasta mínimo Bs 8.000 solamente en salir a tomar o rumbear dos veces. Puede ser más si consumen whisky en lugar de ron, si piden algo para picar o cenan en la calle antes de entrar al local.
Todos los productos y servicios mencionados están enmarcados en la “Ley de Precios Justos”. El salario mínimo quedó en 9.648 bolívares el 1º de noviembre, en febrero estaba en 5.622; subió 71% en 10 meses. En la calle los precios subieron más y no se detienen.
Si quieres contactar al autor de esta historia, escribe a: jesus.suarez.calderon@gmail.com