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Egildo Luján: “Sector ganadero no recibe ningún dólar”

“Las fincas se han venido deteriorando, porque no tienen cómo reactivar su maquinaria”, afirma el inegniero agrónomo y tesorero de la Fedenaga


Enrique Meléndez

El ingeniero agrónomo Egildo Luján asegura que de 20 millones de cabezas de ganado que hubo en Venezuela cuando era un país de 12 millones de habitantes, hoy en día el rebaño no llega a diez millones, mientras la población ha alcanzado los treinta millones de habitantes.

Luján es presidente de Fedecámaras-Miranda y tesorero en la Federación Nacional de Ganaderos y dice que su finca en el estado Barinas le fue incautada por haber protestado contra la expropiación de la empresa Agroisleña.

El rebaño nacional de cabezas de ganado ha disminuido y la población ha aumentado

¿A qué se debe la escasez la escasez de carne?

La verdad es que no es sólo hay escasez de carne, sino que, lamentablemente para los venezolanos, la escasez es total. Estoy de acuerdo con señalar que nosotros entramos en un estado de emergencia crítica por la escasez y el hambre. Las colas que hay en las calles son noticia en el mundo entero.

Esto es algo que no se merece Venezuela, por ser un país petrolero que ha tenido unos ingresos enormes, calculados en dos mil millones de dólares, que para treinta millones de habitantes representa una fortuna enorme. Venezuela tuvo chance para desarrollarse como un país privilegiado, y se perdió.

Desgraciadamente para nosotros, nuestra nación está arruinada. Sin embargo, Venezuela por ser un país bendito por sus enormes recursos naturales, todavía tiene mucho por desarrollar. Nosotros estamos en el pueblo de la inventiva.

Yo tenía una finca en Barinas donde había cuatrocientas hembras productoras. Es decir, una finca en plena producción, en donde no sólo se producía carne, sino además leche, y me fue expropiada. Lo que queda de aquella finca productiva es selva: ya no hay producción, ya no hay nada; hasta su inmueble administrativo lo desmantelaron.

«han incautado 4 millones y medio de hectáreas, cercenando la producción»

Este es el retrato de lo que ha quedado de las 4 millones y media de hectáreas que han incautado, cercenando la producción. Cuando a mí me dicen que los productos los han regulado a un precio superior, tratando de igualar los costos de producción, sé que eso es totalmente incierto.

¿Pero por qué, aún con los precios revisados y fijados por el Gobierno, no se consigue la carne de res?

El kilo de carne está regulado en 600 bolívares, pero si nosotros revisamos las estadísticas relativas a la importación, observamos que el kilo de carne lo paga el Gobierno a 2,50 dólares que, calculados al dólar paralelo, estaríamos hablando de un precio de 3 mil 500 bolívares el kilo que se le paga al ganadero externo, pero al ganadero local se le pretende pagar un precio que resulta ridículo, que no llega ni remotamente a su costo de producción.

Eso no sólo ocurre con los ganaderos, pasa también con los avicultores, con los productores de arroz. ¡Está pasando con todos los productos del campo! El paquete de Harina PAN, que estaba regulado a veinte bolívares, lo han subido a 190 bolívares. Yo no sé como la gente ve este fenómeno, pero para mí esto es la muestra de una inflación impresionante.

¿Pero la carne no se había regulado a cuatro mil bolívares?

Es que una cosa es el ganado en pie, y otra el precio de carnicería; son dos cosas muy distintas. No hay que pasar por alto que cuando se habla del precio del ganado en pie, no se está tomando que, luego, al ingresar al matadero, se pierde más del 50% de la res: grasa, cachos, cuero, patas… en consecuencia, en este proceso se duplica el precio de la carne. Después de eso hay que transportarla, colocarla en frigoríficos, y de ahí toda la cadena, de modo que cuando nosotros llegamos a los costos, no dan esos precios.

Es decir, ¿de cuatro mil bolívares?

Es que yo no creo que la carne esté en cuatro mil bolívares exactos, porque si tú vas a una carnicería te consigues con que el kilo está a 4 mil 500 o 5 mil bolívares. Ahora, el problema ahí no es la situación en la que se encuentra un señor que gana un salario mínimo ante este nivel de precios: con cuatro kilos de carne se le va su salario mínimo.

Eso es indigno. Nosotros tenemos primero que revisar cuál es el nivel de salario de nuestros trabajadores para proceder a hacer cualquier tipo de ajuste. Tenemos que ver, conjuntamente, cuánto es nuestro costo producción en materia de ganadería para que sinceremos la economía.

«al ganadero local se le pretende pagar un precio que no a su costo de producción»

¿Usted es partidario del sistema de la tripartita, como se procedía antes?

Sí, es así como se procede para sincerar la economía. Porque no podemos tener una inflación devastadora. Cuando le preguntas a alguien qué cree que se debe el alza continua en los precios de los artículos de primera necesidad, lo primero que responden es que se trata de la especulación. No, señor, usted está equivocado. La causa es la devaluación incesante del bolívar.

Nosotros teníamos un bolívar a 4,30 y ya va por más de 600 bolívares el Dicom, que es el que se está cotizando hoy en día. Imagínate las proporciones de esa devaluación, y lo que va a incidir su impacto sobre los precios.

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Luján: “Tenemos que ver, conjuntamente, cuánto es nuestro costo producción para que sinceremos la economía”

¿El sector ganadero recibe dólares del sistema Dipro o del sistema Dicom?

Para empezar, el sector ganadero no recibe ningún dólar. Ese es otro de los grandes dramas: los obstáculos que tenemos para acceder a los dólares. Nosotros criamos animales, pero para criarlos necesitamos los insumos: fertilizantes, herramientas, productos químicos, insecticidas, medicamentos, y resulta que no hay nada de eso, y no se dan los dólares para los señores importadores, como la antigua Agroisleña, que ahora se llama Agrodesgracia, perdón, Agropatria; una empresa que financiaba al 70% de los productores en cosecha.

Ah, pero a alguien se le ocurrió que eso era un negocio muy grande y había que incautarlo, sin que hasta ahora a la antigua empresa se le haya pagado un centavo.

¿Agoisleña también trabajaba con ganadería?

«El 70% del parque automotor agrícola está paralizado»

¡Claro! Ganadería, avicultura. ¡Todo lo cubría Agroisleña! Esta empresa llegó a tener hasta una política crediticia, mediante la cual se podía pagar con especie. Tú podías tener acceso a todos estos productos. Hoy el problema que tenemos es que no hay acceso a los productos. El 70% del parque automotor agrícola, que se compone por tractores, gandolas y camiones está paralizado, porque no hay para repararlo o para hacerle mantenimiento.

Usted no puede conseguir hoy en día un caucho para un tractor, como no se consiguen baterías, y si los consigue es a un precio prohibitivo, que no está al alcance de cualquier criador. Eso es lo que está pasando con la producción; las fincas se han venido deteriorando, porque no tienen cómo reactivar su maquinaria.

¿En cuánto está hoy en día el rebaño nacional? ¿Ha mermado el número de cabezas de ganado?

Sí, sin duda que sí. Venezuela durante toda su historia ha sido un país ganadero. En todos los rincones de Venezuela tú te vas a encontrar una ganadería, agrupadas en asociaciones de ganaderos. El país llegó en su momento a tener veinte millones de cabezas de ganado, en un momento en que éramos doce millones de habitantes. Casi dos por persona.

Hoy Venezuela tiene 30 millones de habitantes y no llegamos a 10 millones de cabezas de ganado. El déficit, en ese sentido, es enorme. ¿Por qué hemos descendido a esta situación? Primero, por las malas condiciones, ya que no se pueden mejorar los rebaños por la falta de insumos.

Pero, además de eso, porque en Venezuela usted compra un kilo de carne que es un treinta por ciento de lo que puede valer un kilo de carne en Colombia; entonces, en Colombia que le pagan al ganadero que lleva a cabo este tipo de venta en dólares y, por supuesto, también hay contrabando de extracción, un fenómeno único en el mundo, porque todos los países del mundo quieren exportar su producto, menos en Venezuela, que sale por extracción. Claro, pero si tienes esas diferencias tan grandes, donde a cualquier ganadero le van a pagar hasta cinco y seis veces más, tú te olvidas de todo lo demás, y te dedicas a eso.

Lo peor de todo esto es que, cuando vamos profundizar quién es el que está haciendo el contrabando de extracción, cómo lo está haciendo, nos damos cuenta de que no es el ciudadano común, sino las propias autoridades.

Estas autoridades tienen que estar involucradas en ese tráfico enorme, que no sólo comprende ganado, sino también medicinas y alimentos.

«en Venezuela usted compra un kilo de carne que es un 30% de lo que puede valer en Colombia»


Todo atenta contra el ganadero

¿La inseguridad en el campo también eleva los costos de producción?

Claro, también este es un factor muy importante. Es que por todas partes hay problemas con el oficio de la ganadería. Nosotros estamos metidos en una situación donde no sabemos cuál es el flagelo más devastador. Porque es que aquí todo atenta contra el ganadero. La inseguridad también es importante y genera mucha angustia en la familia. Eso lleva al ganadero a tener que dormir fuera de la finca, contraviniendo aquel precepto de que el ganado engorda con el ojo del ganadero.

Hay muertos en estas circunstancias, gente a la que han asesinado para robarlos. Nadie quiere permanecer más de cierto tiempo en la finca por temor a un secuestro, cosa que ha hecho que las fincas hayan dejado de ser lugares de esparcimiento y recreación social, donde se reencontraban las familias, por lo que han terminado por ser abandonadas.

Es por esa razón por la que todos los negocios y propiedades que ha incautado el gobierno producen pérdidas o están clausuradas, porque no hubo una mística que se preocupara por ellas. No tienen dueño, y eso es otro de los problemas inmensos que tenemos en la economía nacional.