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Jesús Antonio Petit Da Costa: Formemos el comando estratégico para la batalla decisiva

Estudiantes marcharan hasta la Fiscalía.

Es la tarea urgente de la sociedad civil para forzar la transición a la democracia con la desobediencia civil activa y masiva, cuyas primeras manifestaciones ya se han dado espontáneamente en las protestas por el pan


Jesús Antonio Petit Da Costa

Ha comenzado a librarse en Venezuela la batalla decisiva por América Latina, como la ha llamado acertadamente Raúl Castro, el Rey de Cubazuela y Comandante en Jefe de sus ejércitos. Ha comenzado en el frente externo, con el cañonazo disparado por el secretario general de la OEA, doctor Luis Almagro, al presentar un informe demoledor que concluye proponiendo la suspensión del gobierno ilegítimo de Venezuela como miembro de la OEA, en aplicación del Art. 21 de la Carta Democrática Interamericana, si no celebra elecciones generales para renovar todos los poderes públicos en el lapso de 30 días.

Advertida Cuba, por su servicio de inteligencia, de que la batalla decisiva se iniciaría de este modo en el frente externo, se trasladó Raúl Castro a nuestro país para instruir a su ejército, el cual forman el gobierno títere y los colaboracionistas o quintacolumnas disfrazados de oposición. Con ellos ha logrado amortiguar por ahora el cañonazo de Almagro, porque la MUD-AN lo apoya sólo para la aplicación del Art. 20, etapa previa que ya está agotada: “interponer los buenos oficios para la normalización democrática”. El que ha asumido la jefatura de los colaboracionistas o quinta-columnas, Manuel Rosales, ha criticado el informe de Almagro, demostrando el papel asqueroso asumido. Sus diputados, que son propiedad suya porque UNT no es un partido sino su hacienda política que maneja como su negocio particular, no asistieron a la sesión, repitiendo lo hecho cuando fue a elegirse el CNE. Tampoco han estado los de AD, hacienda de Ramos Allup adquirida por usucapión. Son partidos colaboracionistas que integran la casta política gobernante: sólo quieren alcaldías y gobernaciones, donde medran y hacen negocios desde hace 18 años, mientras el pueblo pasa hambre. Con su actitud han demostrado que son peones de Cuba, a la cual sirven debilitando a las fuerzas patrióticas y democráticas precisamente en este momento cuando se inicia la batalla decisiva. Colaborar con Cuba y su gobierno títere para que el Informe Almagro no surta los efectos deseados en la batalla decisiva es alta traición. La más asquerosa alta traición, que merece el mayor desprecio. Y como tales deben ser tratados.

Emplazamos por última vez a los partidos de LA SALIDA a diferenciarse de estos colaboracionistas-quintacolumnas y abrirse a la unión con los independientes radicales. Tenemos para esta batalla decisiva la ventaja de que están dadas todas las condiciones objetivas (socio-económicas) para la rebelión popular. Sólo falta una chispa para que estalle. Tenemos para la batalla decisiva todas las ventajas político-constitucionales: en octubre la propia MUD-AN declaró roto el orden constitucional por el Golpe de Estado (autogolpe) dado por Maduro acompañado por el TSJ y luego en el mismo mes declaró la falta absoluta de Maduro por abandono del cargo, quedando acéfalo o vacante el de Presidente de la República desde el 9 de enero pasado. Y por este motivo Venezuela está sin gobierno legítimo, causa suficiente para la suspensión en la OEA (Art. 21). Entonces lo que procede es celebrar la elección presidencial para elegir al presidente de transición que completará el período hasta 2019, lo que está pendiente desde la declaración de falta absoluta. Y esta elección presidencial debe efectuarse antes de las elecciones regionales, hasta por la brevedad del plazo (30 días) o cuando menos simultáneamente (por eso Almagro habla correctamente de elecciones generales en 30 días). Y no al revés como pretenden los enchufados reyezuelos colaboracionistas-quintacolumnas. Finalmente tenemos la ventaja de la impopularidad de Maduro y su gobierno títere, al cual no quieren ni los chavistas. Todo está a nuestro favor.

La única desventaja nuestra es que no tenemos un comando estratégico como lo tiene el enemigo, por lo cual estamos expuestos a la labor de zapa de la quintacolumna de colaboracionistas. Formarlo es nuestra tarea inmediata y urgente, que se facilitará si los partidos de LA SALIDA se diferencian de los traicioneros colaboracionistas-quintacolumnas, porque si no lo hacen, señores de VP, correrán su misma suerte.

De todos modos los independientes hemos decidido tomar la iniciativa de formar el comando de la sociedad civil para la batalla decisiva, que fuerce la transición a la democracia mediante la DESOBEDIENCIA CIVIL ACTIVA Y MASIVA, cuyos primeros pasos los ha dado espontáneamente el pueblo con las protestas por el pan.