Conozca quién es quién en el mapa diplomático venezolano, qué cargos han desempeñado anteriormente, su profesión y qué vínculos tienen con el poder
Patricia Marcano | Pablo López Hurtado
Hay embajadores de nombres desconocidos pero con una carrera diplomática de décadas que los respalda. También hay jefes de misiones que antes de llegar a la embajada no se habían desempeñado nunca en algún cargo diplomático. Y hay otros tantos que no pueden ocultar su vinculación política con el Partido Socialista Unido de Venezuela y que ocuparon cargos de confianza en el gobierno de Hugo Chávez.
Saber quién es quién en el mapa diplomático venezolano, qué cargos han desempeñado anteriormente, su profesión y qué vínculos tienen con el poder, es una investigación que ha podido concretarse gracias a Vendata, un proyecto colaborativo de apertura de datos liderado por el Instituto Prensa y Sociedad (Ipys) y Transparencia Venezuela, que ha permitido la revisión de más de 2.763 gacetas oficiales de los últimos 10 años.
Con base en estos documentos se ha podido construir la historia mínima de los embajadores venezolanos y jefes de misión, con información oficial que debe ser de dominio público en aras de la transparencia que debe privar en el ejercicio de cargos públicos. En una primera entrega se presentan los rostros de los representantes de Venezuela en Europa, continente donde han ido a residir personajes de peso y polémicos en su momento, exfuncionarios del gobierno de Hugo Chávez.
Venezuela cuenta actualmente con representación diplomática en 98 países: 11 en Suramérica, 7 en Centroamérica, 3 en Norteamérica, 12 en el Caribe, 18 en África, 27 en Europa, 10 en Medio Oriente, 9 en Asia y 1 en Oceanía.
A estos se suman ocho representantes más designados para las misiones permanentes de organismos multilaterales:
- Rafael Darío Ramírez Carreño, expresidente de Pdvsa, ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) con sede en New York, Estados Unidos
- José Félix Rivas Alvarado ante el Mercosur y Aladi, en Montevideo, Uruguay
- Elvis José Urbina Pérez ante la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en Quito, Ecuador
- Jhony Balza Arismendi ante la ONU para el Medio Ambiente (Pnuma), en Nairobi, Kenia
- Jorge Valero Briceño ante la ONU con sede en Ginebra, Suiza
- Luis Alberto Crespo Herrera ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), en París, Francia
- Elías Rafael Eljuri Abraham, quien fue presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE) entre 2003 y 2015, como representante de Venezuela ante la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), en Roma, Italia
- Haifa Aissami Madah, hermana del vicepresidente Tareck El Aissami, ante la Organización para la Prohibición de Armas Químicas, la Corte Penal Internacional y demás organismos y tribunales, con sede en La Haya, en los Países Bajos. Aissami venía de desempeñarse como embajadora de Venezuela en los Países Bajos desde el 30 de diciembre de 2010 hasta finales de 2016, cuando es separada de la embajada y designada solamente para estas funciones, según indica la Gaceta Oficial del 23 de diciembre de 2016. Antes de su incursión en la diplomacia se desempeñó como fiscal del Ministerio Público, estando involucrada en la investigación de los fallecidos en abril de 2002.
En el caso de Europa, de los 27 embajadores venezolanos solo cuatro son internacionalistas. Al menos seis son militares, otros cuatro son abogados y el resto tienen profesiones tan variopintas que van desde licenciado en música, una filósofa, sociólogo, ingeniero, y hasta una físico.
Además es el continente que alberga más figuras políticas en la diplomacia, seguido por América en toda su extensión, pudiendo identificarse un patrón en su designación: son personas que llegaron a ser una ficha importante en el chavismo.
Jesee Chacón Escamillo, Julián Isaías Rodríguez, Germán Mundaraín, Orlando Maniglia y Mario Isea son nombres que destacan en el listado de embajadores en Europa. A ellos se suma Lucas Rincón Romero, pero para él hay una mención aparte.
El paso de Nicolás Maduro por el Ministerio de Relaciones exteriores ha sido el más largo entre los cancilleres que ha tenido Venezuela desde 1999. Seis años y medio, entre agosto de 2006 y enero de 2013, duró el actual Presidente en ese cargo, por lo que conoce a los embajadores y jefes de misiones que aún se mantienen. De los europeos, 18 de los 27 representantes fueron rotando en cargos diplomáticos durante su gestión como canciller y continúan en embajadas, mientras que siete recibieron el cargo que aún desempeñan de manos del canciller Maduro.
Listado de los 27 embajadores venezolanos en Europa
El retiro dorado
Jesee Chacón llegó a la embajada de Venezuela en Viena luego de ser presidente de Corpoelec y ministro de Energía Eléctrica. Dejó ambos cargos cuatro meses antes de ser oficializado su nuevo cargo en Europa.
Fue gerente general de operaciones de Conatel y luego su director general, entre 1999 y 2001, como detalla un perfil realizado por Poderopedia Venezuela. Luego fue ministro de Interior y Justicia, de Telecomunicaciones e Informática y nuevamente director de Conatel (nombrado en 2007). Siguió como ministro del Despacho de la Presidencia (2008), ministro para la Comunicación e Información, ministro para la Ciencia, Tecnología e Industrias Intermedias (2009), en 2013 formó parte de la directiva del Sistema Nacional de Orquestas de Venezuela.
Además de haber sido ministro de seis carteras durante el gobierno de Hugo Chávez, Chacón es recordado por haber participado en el intento de golpe de Estado del 27 de noviembre de 1992, contra Carlos Andrés Pérez, hecho en el cual dirigió la toma del canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV) y donde fueron asesinados varios trabajadores del canal, según datos oficiales de entonces.
Chacón egresó de la de la Academia Militar en 1987, en la promoción “Tomás Mantilla”, teniendo como compañeros de promoción a Diosdado Cabello Rondón (diputado del Psuv y número dos del chavismo), Carlos Rotondaro (presidente del IVSS), Jesús Mantilla (exministro de Salud) y Alejandro Andrade, quien no solo fue guardaespaldas del Hugo Chávez durante su campaña presidencial de 1998, sino que ocupó varios cargos durante los primeros años de la presidencia de Chávez: presidente del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes), presidente del Fondo del Pueblo Soberano y del Fondo Único Social (FUS), que en su momento estuvieron adscritas al Despacho de la Presidencia.
Quien se desempeñara como Fiscal General de la República entre los años 2001 y 2007, es quien ocupa actualmente el cargo de embajador de Venezuela en Italia. Julián Isaías Rodríguez Díaz fue, antes de la llegada de Hugo Chávez a la presidencia, militante del partido Acción Democrática y posteriormente del MEP, para años más tarde sumarse a las filas del partido que apoyaría la candidatura Chávez en 1998: el Movimiento V República.
Fue senador (1998) y Constituyente (1999). Designado vicepresidente de Venezuela entre enero y diciembre del año 2000 y, a partir de enero del año 2001, fiscal general de la República (hasta diciembre de 2007). En enero de ese año fue nombrado integrante del Consejo Presidencial para la Reforma de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En mayo de 2009 es designado embajador de Venezuela en España, donde permanecerá hasta junio de 2011, y dos meses después es nombrado embajador de Venezuela en Italia.
Germán José Mundaraín Hernández, el primer defensor del Pueblo luego de Dilia Parra (1999-2000), es otra de las figuras que se encuentra en esa especie de “retiro dorado” en Europa, otorgado a funcionarios del chavismo tras ser dados de baja en los cargos que ostentaban dentro de la administración pública.
A los meses de dejar la Defensoría, en 2007, fue designado como embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), sede New York, en mayo de 2008 y allí permaneció hasta diciembre de 2010, cuando es enviado a la sede de Ginebra de la ONU, también como embajador, hasta junio de 2013. En julio de ese mismo año es designado embajador de Venezuela en la Santa Sede, es decir, en El Vaticano. Y allí continúa.
Mundaraín, además de ser defensor del Pueblo entre 2000 y 2007, formó parte de la Comisión Presidencial para la Reforma de la Constitución Nacional de Venezuela en 2006, y como abogado fue presidente de la firma Mundaraín y Asociados. En 1997 se desempeñó como asesor de la Comisión nacional contra el uso de drogas.
Ramón Orlando Maniglia Ferreira, militar (almirante retirado), fue ministro de la Defensa entre 2005 y 2006, e integrante del Comando Estratégico del Presidente de la República de Venezuela entre 2007-2012. No había ejercido ningún cargo diplomático antes de llegar a la embajada de Venezuela en Alemania, cargo que ocupa desde diciembre de 2014. En 2009 fue nombrado comisionado presidencial para la delimitación de las aguas marinas y submarinas del Golfo de Venezuela -y otras partes- con la República de Colombia.
Maniglia fue esposo de Carmen Meléndez, actual ministra del Despacho de la Presidencia y Seguimiento de la Gestión de Gobierno, y es hermano de Teresa Maniglia Ferreira, quien ha ejercido cargos cercanos al fallecido presidente Chávez y a Nicolás Maduro: viceministra de gestión comunicacional (2006), directora general de Comunicaciones Presidenciales del Ministerio de Comunicación y la Información (2009) y jefa de prensa del Palacio presidencial de Miraflores (2011). Ramón Orlando Maniglia fue uno de los militares que participó en la operación “Rescate de la Dignidad” durante el 11, 12 y 13 de Abril 2002, y formó parte del Estado Mayor constituido a raíz del paro petrolero de 2002-2003.
Mario Ricardo Isea Bohórquez, importante figura del chavismo en el estado Zulia, es el embajador de Venezuela en España desde septiembre de 2013. Vinculado a la “revolución bolivariana” desde sus inicios, como diputado de la Asamblea Nacional Constituyente por el estado Zulia, entre 1999 y 2000, Isea pasó por distintos cargos antes de llegar a ejercer labores diplomáticas, algo que hasta entonces le eran desconocidas.
Fue asesor del presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) entre 2002 y 2005. En esos años estuvieron al frente de la empresa petrolera Gastón Parra Luzardo, Alí Rodríguez Araque y Rafael Ramírez, quien la presidió entre 2004 y 2014.
También fue jefe de la campaña presidencial de Hugo Chávez en el estado Zulia, para su reelección en el año 2006, y se identifica como miembro del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv) desde su fundación, en el año 2007.
Antes de su designación como embajador de Venezuela en España ocupó la presidencia del Banco Nacional de Vivienda y Hábitat (Banavih) entre 2011 y 2013 y, en esos dos años, también fue director principal del Fondo Simón Bolívar para la reconstrucción (dependiente del Ministerio del Despacho de la Presidencia), y director principal de la Empresa Inmobiliaria Nacional, S.A, del despacho de Vivienda. Antes fue diputado por el Psuv en la Asamblea Nacional, en el período 2006-2011.
Una década en Lisboa
De todos los embajadores venezolanos en Europa, el general en jefe Lucas Rincón Romero (Maracaibo, 1950) es el que más años lleva en su cargo. Fue nombrado como jefe de la misión diplomática en Lisboa en mayo de 2006 y es el segundo diplomático de ese nivel con mayor antigüedad en Portugal, solo superado por Mauro Maiani, el embajador de San Marino que está en esa misión desde noviembre de 1996.
Durante estos años, Rincón ha visto pasar a tres primeros ministros por el Palacio de Sao Bento: el socialista José Sócrates (2005-2011), el socialdemócrata Pedro Passos Coelho (2011-2015) y al exalcalde de Lisboa por el Partido Socialista, Antonio Costa, primer ministro desde 2015 y actualmente en el cargo.
Venezuela y Portugal mantienen una estrecha relación bilateral que se ha traducido en más de 160 acuerdos que abarcan las áreas energéticas, migratorias, transporte, investigación, de alimentos, telecomunicaciones, culturales, entre otras. Pero la crisis venezolana amenaza con sacudir la tradicionalmente tranquila relación.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Portugal informó a través del su secretario de Estado para las Comunidades Portuguesas, José Luís Carneiro, que tiene un plan de contingencia en caso de que sea necesaria la evacuación y protección consular de sus connacionales producto de “circunstancias de crisis graves” como las que se viven en Venezuela, donde residen más de medio millón de portugueses. Este plan ya fue ejecutado en Guinea y Libia en el pasado.
Hasta el momento el embajador Rincón, habitualmente de bajo perfil, con poca aparición en la prensa local, no se ha pronunciado públicamente respecto a la preocupación del Gobierno portugués y tampoco ha dado su visión sobre las protestas que en las últimas semanas se han realizado en contra del Gobierno de Nicolás Maduro, como sí lo hizo durante las manifestaciones a principios de 2014.
«se le solicitó al señor Presidente de la República la renuncia de su cargo, la cual aceptó»
En aquella oportunidad el excomandante general del Ejército venezolano aseguró que “políticos de extrema derecha” estaban al frente de los disturbios que causaron 43 muertos. En su opinión se fraguó “un plan de violencia y desestabilización muy grave para tratar de quitar del poder al presidente Maduro” y así lo hizo saber en una rueda de prensa.
Las pocas polémicas que ha sostenido en público durante su permanencia en el extranjero han sido relacionadas con la figura de Hugo Chávez, de quien fue ministro de la Defensa, ministro de Relaciones Interiores y ministro de la Secretaría.
Hace un año Rincón asistió a la inauguración de la plaza Chávez en Amadora, uno de los municipios de Lisboa, que generó incomodidad en algunos diputados locales como João Paulo Castanheira. El parlamentario criticó que con ese acto se mostrara apoyo a un gobierno “que tiene a decenas de políticos opositores en la cárcel” y que ha llevado a una “catástrofe económica”. El diplomático mantuvo silencio.
Pero Rincón no siempre calla. En 2013 sostuvo una discusión epistolar con Miguel Monjardino, un columnista del semanario “Expresso” que en su columna “Guerra y Paz” escribió sobre Chávez, fallecido cuatro días antes de la publicación del texto. El embajador lamentó que el columnista utilizara “sus pocas neuronas para escribir tanta porquería”.
Más allá de las confrontaciones, la mayoría recuerda a Lucas Rincón por su actuación durante el golpe de Estado de 2002. El general en jefe apenas tenía una semana como ministro de la Defensa cuando en la madrugada del 12 de abril apareció ante las cámaras para informar a la población que, tras los 19 asesinatos ocurridos en Caracas la jornada anterior, el Alto Mando militar le había solicitado la renuncia al entonces presidente Hugo Chávez, “la cual aceptó”. Aquella breve intervención dio pie para que el empresario Pedro Carmona Estanga se hiciera presidente de facto durante un día.
Quince años después del suceso, el general Jorge Luis García Carneiro, entonces comandante de la Tercera División de Infantería del Ejército, dijo que aquella fue una táctica empleada por Hugo Chávez para “ganar tiempo”. “Esa fue una instrucción que él (Chávez) le da a Lucas Rincón para ganar tiempo en otras acciones que venían a posterior (…) nosotros estábamos en contacto con el Presidente a tal punto, que luego el mismo Presidente lo ratifica (a Lucas Rincón) como ministro de la Defensa. No hubo realmente firma que pudiera decir lo contrario”, reseña el portal “El Cambur”.
Eso serviría para explicar no solo su ratificación como ministro de Defensa, sino la continuidad de Rincón en el gabinete de Chávez y luego en el cuerpo diplomático, ya que miembros del Alto Mando, como el vicealmirante Héctor Ramírez Pérez o el general Efraín Vásquez Velasco, fueron acusados de ser cabecillas de la rebelión. Pero ese es un tema del que Rincón ha hablado poco, a pesar de que ya ha pasado tiempo. De su comparecencia ante la Asamblea Nacional, durante la investigación del golpe de Estado, trascendió una frase que también lo retrató para la historia: “Después de anunciar la renuncia del presidente Chávez, me fui a dormir”.
Militares en Moscú y Minsk
Tal vez la relación más importante que tiene Venezuela en Europa es con Rusia, un aliado político estratégico y un socio económico vital en tiempos de crisis. Pero la jerarquía de esa alianza no está reflejada a nivel diplomático: Venezuela no tiene un embajador en Moscú desde diciembre de 2015, cuando el general Juan Vicente Paredes Torrealba finalizó su gestión.
El actual encargado de negocios y ministro consejero es un oficial del Ejército, el coronel José Gregorio Escalona Briceño, que está en esa misión diplomática, por lo menos, desde hace tres años, cuando su responsabilidad era el área de Asuntos Económicos y Cooperación Integral.
Antes de estar en Moscú, Escalona Briceño fue nombrado jefe de la División de Administración de la Región Estratégica de Defensa Integral de la región Central el 4 de febrero de 2009 y un mes después, el 18 de marzo, fue designado como jefe de la División de Administración del Cuartel General de la Comandancia General del Ejército.
A Escalona le toca cuidar las relaciones con la Federación Rusa, una nación que es importante para el Gobierno de Venezuela en lo económico y político, pero sobre todo en lo militar.
La ONG Control Ciudadano destaca en su informe “Acuerdos de Cooperación Militar 2005-2016” que los primeros contratos para adquisición de armamento ruso durante la “revolución bolivariana” se concretaron a finales de 2004, con la adquisición de 100 mil fusiles Kalashnikov AK-103/AK-104. Venezuela inició así un fuerte vínculo que lo convirtió en el principal “aliado estratégico” de los rusos en el continente americano, llegando a estar en la actualidad entre los primeros cinco socios de Rusia en un negocio que se estima supera los 14 mil millones de dólares.
El equipo militar comprado por intermedio del Gobierno de Putin incluye fusiles de asalto, de precisión, lanzacohetes antitanque, tanques de batalla, vehículos de combate de infantería, obuses autopropulsados, sistemas móviles de lanzacohetes, sistemas móviles misilísticos de corto, mediano y largo alcance, aviones de combate, helicópteros, misiles aire-aire, aire-tierra y antibuque, bombas, cohetes y hasta plantas industriales para la fabricación de fusiles de asalto y municiones, que después de varios retrasos ha sido prometida para este año.
40 cadetes fueron enviados a formarse como oficiales en la Facultad de Defensa Aérea de la Academia Militar de Bielorrusia
Por eso no extraña que en la última década los máximos representes de Venezuela ante Rusia hayan sido militares, como en el caso del general Hugo José García Hernández, que fue embajador plenipotenciario de 2008 a 2013, luego relevado por el general Paredes Torrealba.
Lo mismo ocurre con la representación ante Bielorrusia, que tiene como embajador al vicealmirante José Joaquín Boggiano Perichi, en el cargo desde octubre de 2015.
Las relaciones con Bielorrusia se iniciaron el 4 de febrero de 1997 y según la Cancillería venezolana existen 181 proyectos entre ambas naciones.
En el estudio elaborado por Control Ciudadano se destaca que en el año 2006 el fallecido presidente Hugo Chávez y Aleksandr Lukashenko, mandatario bielorruso desde 1994, firmaron un acuerdo técnico militar que aseguraría “órdenes para docenas de empresas industriales militares en Bielorussia por años”, según declaró para la televisión de su país Vikto Sheiman, secretario del Consejo de Seguridad del país de Europa Oriental. 40 cadetes de los distintos componentes de la Fuerza Armada Nacional fueron enviados a formarse como oficiales en la Facultad de Defensa Aérea de la Academia Militar de Bielorrusia, en las especialidades de Radiotecnia y Defensa Antiaérea en el año 2007. Los oficiales criollos permanecerían cinco años estudiando en Minsk.
En enero de 2008 se creó la agregaduría militar en la embajada de Venezuela en la capital bielorrusa, cuando Américo Díaz Núñez era el embajador. Además, existe un convenio de protección de la información clasificada que se envíe entre ambas naciones, vigente desde hace nueve años.
Antes de llegar a ser funcionario diplomático, Boggiano fue comandante del Escuadrón de Buques Anfibios y Apoyo del Comando Naval de operaciones de la Armada hasta mayo de 2007, cuando era capitán de navío. Luego presidió la Junta Permanente de Evaluación del Comando Naval de Personal desde agosto de 2007 y en 2010 fue nombrado al frente de la Dirección General de Empresas y Servicios dependiente del despacho del Viceministro de Servicios de MinDefensa, cargo que ocupó hasta el 6 de febrero de 2013. El 27 de septiembre de 2010 se hizo oficial su puesto en la junta directiva de la Compañía Anónima Venezolana de Industrias Militares (CAVIM).
En la resolución 5462 del Ministerio de la Defensa (julio de 2014) se hizo público su retiro con el rango de vicealmirante y poco más de un año después fue nombrado embajador en Bielorrusia.
Si quieres contactar a los autores de esta historia, escribe a: pablo@larazon.net y patricia@larazon.net