El Ministerio Público realizó dos análisis toxicológicos, hematológicos, y uno de ADN y radiológico e histológico, además de un estudio antropométrico, entre otros análisis, para determinar que el estudiante fue asesinado por el impacto de una lacrimógena
EFE
La Fiscalía dijo haber hecho 79 «actos de investigación» sobre la muerte del joven Juan Pernalete, que, según informó el miércoles, fue causada por el impacto de un cartucho metálico de gases lacrimógenos disparado directo al pecho durante una manifestación en Caracas.
El Ministerio Público indicó mediante un vídeo difundido en Twitter que para dar con la causa de la muerte del joven, que el Gobierno atribuyó en principio al impacto de «un arma no convencional», realizó un «análisis de más de mil horas de vídeo proveniente de más de 20 cámaras diferentes».
https://twitter.com/MPvenezolano/status/868528216385912833
Pernalete murió el 26 de abril en un escenario de protestas en Caracas, tras recibir el impacto de un cartucho de gases lacrimógenos.
La Fiscalía contó para investigar este caso con el testimonio de cinco testigos presenciales, un testigo referencial, «autopsia y tres inspecciones técnicas sobre el sitio del suceso».
También tuvo en cuenta seis levantamientos planimétricos, dos análisis químicos y «38 reconocimientos técnicos sobre evidencias físicas».
Asimismo, realizó dos análisis toxicológicos, hematológicos, y uno de ADN y radiológico e histológico, además de un estudio antropométrico y un «acoplamiento físico de dimensiones de cartucho» de la bomba lacrimógena y huella en ropa y lesión física.
El pasado miércoles la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega Díaz, indicó que la muerte del estudiante se produjo por «un shock cardiogénico por traumatismo cerrado de tórax», y presentó un cartucho de gases lacrimógenos similar a los utilizados para el control de manifestaciones.
El resultado de la investigación desvelado por la titular del Ministerio Público contraría la versión del Gobierno venezolano, que había asegurado que la víctima murió por el impacto de «un arma no convencional» y responsabilizó a los propios opositores de la muerte del estudiante.