Un eclipse anular de Sol o anillo de fuego dará la bienvenida al verano, que empieza este sábado a las 23.44 horas peninsulares y que estará marcado a lo largo de la estación por la presencia de cuatro planetas: Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
El eclipse anular solar tendrá lugar este domingo, justo un día después del solsticio de verano, y se podrá divisar de forma parcial desde las 4.45 horas en una franja que recorrerá África Central, la Península Arábiga, Pakistán, India y China, según cálculos facilitados por el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).
En un eclipse de estas características, la Luna pasa directamente por delante del Sol, pero no lo cubre completamente, creando la apariencia de una aureola brillante alrededor de ella, aunque apenas tenga unos minutos de duración.
Durante la estación se producirá otro fenómeno astronómico, un eclipse penumbral de Luna -visible en la mayor parte de América, oeste de Europa (incluida España) y África- que se producirá días más tarde, el 5 de julio, con una duración aproximada de casi 5 horas.
Desde el Observatorio señalan que, a finales de la estación estival, hacia el 6 de septiembre, se producirá además una ocultación al amanecer del planeta Marte por la Luna, visible en el sur de España.
Respecto a los planetas que dominarán la estación, en las primeras horas del día del verano será fácil contemplar Venus y Marte, mientras que Júpiter y Saturno brillarán casi toda la noche al principio del estío, pasando a ser visibles únicamente al anochecer a mediados del mes de julio.
El 20 de junio, coincidiendo con el inicio estacional, será el día más largo, y, por ejemplo, en ciudades como Madrid esta duración se prevé de 15 horas y 3 minutos, datos muy alejados de las 9 horas y 17 minutos del día más corto (21 de diciembre).
A lo largo del verano habrá cuatro fases de Luna Nueva -21 de junio, 20 de julio, 19 de agosto y 17 de septiembre-, y, con respecto a la Luna Llena, la primera se verá el 5 de julio seguida de otra el 3 de agosto y de una más el 2 de septiembre.
Las dos lluvias de meteoros más importantes de la estación, las delta acuáridas, alcanzarán su máximo hacia el 30 de julio, y las populares perséidas, hacia el 12 de agosto; en cuanto a las constelaciones, en esta estación resalta la franja blanquecina que forma la Vía Láctea.
El triángulo de verano: Altair, Daneb y Vega
Al caer la noche, lucirán las estrellas más brillantes, y será fácil identificar el triángulo de verano, formado por Altair -de la constelación del Águila-, Deneb -de la constelación del Cisne- y Vega -de la constelación de la Lira-.
Por estas fechas, se produce el máximo alejamiento anual (afelio) entre la Tierra y el Sol y en este año, la distancia máxima se prevé para el 6 de julio, a algo más de 152 millones de kilómetros, unos 5 millones de kilómetros más que en enero, cuando la distancia al Sol alcanza su mínimo.
A lo largo del siglo XXI, el verano se iniciará entre el 20 y 21 de junio (fecha oficial española) siendo su inicio más temprano el del año 2096 y el más tardío el de 2003; las variaciones de un año a otro son debidas a la duración de la órbita de la Tierra alrededor del Sol (conocida como año trópico) al encajar en la secuencia de años bisiestos del calendario.
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