Muy fresco está el capítulo de Hugo (Pollo) Carvajal, quien estuvo a punto de ser extraditado a los EEUU, luego de caer en manos de las autoridades de Aruba
Enrique Meléndez
El capítulo de Alex Saab comprueba esa corazonada de la sabiduría popular, que parte de que todo lo malo que haces en esta vida, lo pagas, y de allí que se concluya que el verdadero infierno está aquí, entre los vivos. He allí el problema de sentirse impune; sobre todo, en el caso de un sujeto que venía moviéndose en el mundo de los negocios de grandes magnitudes; pues las cifras que se manejan en la opinión pública, en el marco de lo que este hombre transaba a nivel internacional resultan incalculables, de acuerdo a lo que se revela.
Una suerte de rey Midas, sólo que de la oscuridad; a pesar de que se trataba de un individuo de muy bajo perfil; pues no estamos frente a Aristóteles Onassis, cuya cumbre en su carrera de millonario la coronó, casándose con una de las mujeres más codiciadas de la elite social estadounidense, como lo fue Jacqueline Kennedy: viuda, bella y famosa; pues este Saab apenas era mencionado como uno más de los testaferros de Nicolás Maduro y Cilia Flores entre las columnas de los comentaristas políticos, y no obstante, según se viene a saber ahora, se trataba del hombre más importante de los negociados de esta gente; tanto así que mereció que se le concediera la condición de diplomático venezolano; siendo de nacionalidad colombiana, y lo cual está reñido con la Constitución; que establece que sólo los naturales pueden tener acceso a esa condición.
Y es por aquí por donde tú sacas la mentalidad, que tiene esta gente que nos gobierna, con respecto a lo que considera que es el poder: un botín que hay que repartirse sin contemplación alguna; aun cuando estaba dedicado a desarrollar uno de los supuestos programas sociales de este régimen; como sería el relativo al de suministro de alimentos a la población, a través de las llamadas bolsas CLAP, y que triangulaba vía Panamá con una empresa mexicana; donde no dejaba de aparecer la figura del sobreprecio o de los alimentos adulterados; cosas así por el estilo; el hecho cierto es que no estamos ante una conciencia inspirada en la mejor buena fe del mundo; comenzando por su origen, y que tiene mucho que ver, según se señala, con la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, quien fungió de intermediaria para el desarrollo de un programa binacional de construcción de viviendas, mediante un convenio entre los gobiernos de Juan Manuel Santos y Hugo Chávez, tal como se aprecia en uno de los videos, que ruedan por las redes sociales; aunque ahora resulta que ni la una ni el otro reconocen estos lazos con el susodicho, lo cierto del caso es que todos los testimonios que han salido a relucir en estos últimos días lo vinculan con los sectores de la izquierda colombiana, en especial, con el ex candidato presidencial Gustavo Petro; siendo, por lo demás, el cerebro financiero internacional de los movimientos guerrilleros del vecino país, sobre todo, en materia de lavado de dinero, proveniente de los ilícitos, que comete esta gente, gracias a su habilidad con los negocios, y que lo llevaron a relacionarse con la dirigencia de los países que hoy en día forman parte de lo que se podría considerar el eje del mal, representado en estos momentos en Rusia, China, Irán, Turquía; además de Venezuela, que se vino a convertir en el centro estratégico de sus operaciones financieras, a raíz de esa condición suya de diplomático, que le otorgó Maduro.
Que sería el comienzo de su caída; porque como lo ha planteado alguien estos días, entre los comentarios que se escuchan, el problema de esta gente estriba en el hecho de que parten de la idea de que con un pasaporte diplomático creen que están blindados a nivel internacional; como sucedió en el conocido caso de los llamados narco-sobrinos de Cilia Flores, y así que este sujeto se dirige a la isla de Cabo Verde, de acuerdo a la versión que se maneja, a procurar la liberación de unos tanqueros, que han sido retenidos, porque presentan una serie de irregularidades, sobre todo, porque forman parte de la flota de un país africano, pero que pretenden camuflarse con una bandera griega, y que transportan combustible de Irán con destino a Venezuela; con motivo del cerco que hoy en día pesa sobre nuestro país; consecuencia de las sanciones que se le tienen impuesta a un gobierno, al que se le acusa de narcoterrorista.
¿Fue delatado el tercio? He allí la razón por la que han levantado sospechas el ministro de Economía Simón Zerpa y el director del Dgcim Iván Hernández, y quienes al parecer fueron detenidos a ese respecto; sin que se sepa cuál fue el desenlace final de esta situación, lo cierto es que los organismos de inteligencia de EEUU tan pronto recibieron el pitazo, de que el tercio se movilizaba hacia ese destino, se presentaron en este país insular del noreste del Africa, en especial, la Interpol; tomando en cuenta que forma parte de los sujetos solicitados en el mundo entero, acusado del delito de blanqueo de dinero y crímenes de narcoterrorismo, y en estas circunstancias, como se dice en el argot de los bajos fondos, le pusieron los ganchos; cobrando más valor su cabeza por el hecho de que, de inmediato, el gobierno de Venezuela reclamara su liberación; para venir, en ese sentido, a ponerse más morado el caldo en medio de tanta mano metida allí.
¿Qué será de su vida a partir de ahora? He allí la incógnita que se plantea en la presente coyuntura; pues muy fresco está el capítulo de Hugo (Pollo) Carvajal, quien estuvo a punto de ser extraditado a los EEUU, luego de caer en manos de las autoridades de Aruba, a propósito de su condición de tránsfuga de la justicia de ese país; no obstante, tuvo más peso a última hora la presión de parte del gobierno de Venezuela, que el de las fuerzas de inteligencia de seguridad de EEUU, viniendo a dar a suelo patrio, y quien sabe si esa pudiera ser la suerte de Saab, antes que ser llevado al Norte; cuando no aparecer “auto-suicidado”, en este jaleo de manos entre uno y otro Estado; dada la información muy comprometedora que posee.
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