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Idiota, es la guerra y no la vacuna #Opinión #DomingoAlbertoRangel

En vez de aclarar las muchas razones para que Venezuela deje de comprar vacunas a quienes se han robado oro y divisas, se pusieron a discutir como si fuesen expertos en pandemias, sobre los presuntos muertos por trombosis que causarían esas vacunas yanqui y británica.

Domingo Alberto Rangel

Me pareció más que extraña y sospechosa esa repentina jugada del interino autoproclamado. Tras pasar un año burlándose de los acuartelamientos anti pandemia y del uso de la mascarilla, inesperadamente, como si le hubiese dado pena ese comportamiento absurdo, y arriesgando que la prensa irracional lo tildara de “colaboracionista”, pasó de la noche a la mañana a ofrecer “para todo el mundo” vacunas AstraZeneca y Pfizer, que no las tenía y menos aún los fondos para comprarlas porque las cuentas que nos robaron el año pasado no las maneja a su leal entender el autoproclamado.

Se podía pensar que después de los últimos fracasos una vez más intentaba Guaidó la vía del populismo, buscando colocar un mantra tipo “fin de la usurpación” etc. Pero los indicios enseguida me hicieron recelar algo mayor.

El anuncio de las vacunas, en realidad, fue un pote de humo o cebo para que cayeran el Presidente y sus ministros, quienes en vez de aclarar al pueblo que bajo las actuales condiciones nuestro gobierno debe vetar toda compra de vacunas y productos que vengan de la Gran Bretaña o los Estados Unidos, se dedicaron a declarar contra la AstraZeneca, como si fuesen médicos o expertos en vacunas.

Y cayeron en la trampa los voceros venezolanos que en vez de aclarar las muchas razones para que Venezuela deje de comprar vacunas a quienes se han robado oro y divisas, se pusieron a discutir como si fuesen expertos en pandemias, sobre los presuntos muertos por trombosis que causarían esas vacunas yanqui y británica.

Llama la atención ese silencio de un grupo caracterizado porque aparte de la anarquía que entre ellos reina, ninguno de los miembros, usualmente pierde oportunidad para salir en la televisión»

Y en eso consumieron tiempo mientras el enemigo desarrollaba su estrategia.

Y así la discusión llevó a que se desgastaran los voceros oficiales venezolanos, mientras que tanto el interino como los demás aspirantes a gobernar desde la oposición sorpresivamente callaron.

Ese silencio de los aspirantes a cabecillas de la oposición evitó que desde María Corina hasta Ledezma, pasando por Henry Ramos, Capriles, Rosales y otros, ninguno de los cuales es médico o está reconocido como experto en virus, se desgastaran a diferencia del presidente Maduro y la Vice Delcy.

Llama la atención ese silencio de un grupo caracterizado porque aparte de la anarquía que entre ellos reina, ninguno de los miembros, usualmente pierde oportunidad para salir en la televisión, silencio evidentemente coordinado y no precisamente por Duque, sino desde el Departamento de Estado. No hay otra.

Rectificar es urgente y sencillo porque es el presidente Maduro quien tiene que explicar que todas las vacunas son buenas, que realmente son pocos los casos de complicaciones, pero que AstraZeneca es británica y Pfizer yanqui, países que nos robaron oro y cuentas de la Nación, y que en esas condiciones no se puede caer en el chantaje destinado a obligar un país asediado a gastar sus recursos comprándole vacunas a los que han actuado como enemigos.

Tengo fe que el pueblo venezolano rechazará a los invasores pero ante esta posibilidad, Venezuela no puede estar dividida por la polarización»

Esa posición es lógica y la entenderá la mayoría y quienes no son casos irrecuperables.

Pero, más grave es que mientras nuestros voceros oficiales se desgastaron discutiendo sobre vacunas, en el Arauca preparaban a la chita callando exportar la guerra colombiana que es el equivalente a una invasión tipo Bahía de Cochinos.

Y aquí es dónde el Presidente y sus ministros tienen responsabilidades con la población y la integridad del territorio venezolano que están obligados a proteger: Ojo, por primera vez desde que Colombia aceptó tener bases militares estadounidenses, el Departamento de Estado permite a ese país la compra de aviones cazas supersónicos de ataque, como los F16 que nosotros tuvimos para envidia de nuestra América.

Esos aviones, las minas antipersonales y la guerra de memes y noticias falsas, indican la preparación de algo mayor contra nosotros.

Tengo fe que el pueblo venezolano rechazará a los invasores pero ante esta posibilidad, Venezuela no puede estar dividida por la polarización.

Y ese es trabajo de todos, especialmente del gobierno.

Ojo al parche.

@DomingoAlbertoR

EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.

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