La trama Pdvsa-Cripto fue una operación aprobada por Nicolás Maduro y la macolla del régimen para vender petróleo en el mercado negro y evadir las sanciones.
Humberto González Briceño
Quizás la única verdad que dejó colar el Fiscal del régimen Tarek William Saab es que la detención de Tareck El Aissami se produjo por razones de seguridad de Estado. Lo que no aclaró William Saab en su versión coloreada de la trama PDVSA-Cripto es que se refería a un intento frustrado para sacar del poder a Nicolás Maduro y su grupo. Sin duda, una situación que ponía en riesgo la seguridad y estabilidad del Estado chavista.
Hay que recordar que la detención formal de Tareck El Aissami ocurrió hace un año y solo hasta ahora el régimen chavista, que siempre lo tuvo en su poder, lo admite. Las razones que se presentaron entonces y que ahora han sido ampliadas son los presuntos manejos dolosos de El Aissami y su grupo en la venta irregular de petróleo en el mercado negro para evadir las sanciones impuestas por los Estados Unidos a Venezuela.
Esta venta irregular de petróleo fue una operación de interés crítico para el Estado chavista urgido en obtener recursos a cualquier precio. La triangulación consistía en usar empresas de fachada para vender petróleo venezolano a cualquiera que quiera comprarlo en el marcado negro pagando con criptomonedas o dólares en efectivo para evitar el rastreo de la operación.
Sin duda, el manejo de grandes cantidades de dinero en dólares en efectivo y cantidades aún mayores en criptomonedas permitía una gran discrecionalidad a los operadores involucrados a la hora de recibir los pagos e ingresarlos a las cuentas de PDVSA o cualquier otra entidad financiera del régimen. Esto quiere decir que muy probablemente en el desarrollo de cada transacción, comisiones y pagos de coimas iban quedando en el camino para beneficiar a los agentes. Pero esto es una práctica fomentada y alentada por el propio régimen chavista desde tiempos de Hugo Chávez con emprendimientos que terminaron en grandes robos a la nación venezolana como el negocio redondo de los CLAP y el Fondo Chino.
Tareck El Aissami hizo lo que han hecho otros altos operadores del régimen chavista como Diosdado Cabello y Alex Saab cuando prestan un servicio y cobran por ello para beneficiar a sus camarillas. Para nadie es un secreto que dentro del ecosistema chavista operan grupos civiles y militares que se han repartido áreas de la administración pública que conforman verdaderas cuotas de poder político y financiero.
De manera que la trama PDVSA-Cripto fue una operación perpetrada con la aprobación de Nicolás Maduro y la macolla del régimen (hermanos Rodríguez y Padrino López) para vender petróleo venezolano en el mercado negro y evadir las sanciones internacionales. Tan importante era esta operación para el chavismo que le fue asignada a unos de sus más importantes operadores, Tareck El Aissami.
Entonces ¿Por qué apresar y defenestrar políticamente a El Aissami quien tan solo cumplía órdenes para beneficiar al régimen y al igual que todos los demás ayudar a su grupo? El año pasado Tarek William Saab sugería que el objetivo de los implicados en la trama PDVSA-Cripto era el lucro y el beneficio personal. Un año después el mismo Fiscal cambia diametralmente su justificación acusando a El Aissami y su grupo de intentar implosionar la economía.
Ambos argumentos son débiles y no se sostienen. Tomando en cuenta lo que ha dicho el Fiscal de marras Tareck El Aissami y su grupo se habrían apropiado de 21.000 millones de dólares que aún no aparecen. Esa es una gigantesca cantidad de dinero que alcanza para muchas otras cosas más que un privado exilio dorado. Tampoco se puede creer el argumento del intento de implosionar la economía con un dinero que mayormente se presume está en forma de criptomonedas y muy pocos saben dónde está.
Desde el primer momento hemos sostenido la tesis que con un sólido apoyo financiero y amplias conexiones dentro del régimen, sobre todo en el área militar, Tareck El Aissami estaba en el desarrollo de una operación para sacar del poder a Nicolás Maduro y su macolla (hermanos Rodríguez y Padrino López). Desgraciadamente en un régimen donde todos se vigilan mutuamente El Aissami fue tempranamente detectado y neutralizado.
El Aissami no fue eliminado físicamente, como otros, porque aún representa un activo en la estrategia del régimen, hasta que deje de serlo. Por lo cual no debería sorprender que el Fiscal Tarek William Saab anuncie en cualquier momento que El Assami se quitó la vida producto de una depresión o falleció debido a un inexplicado e insospechado cáncer que lo consumió en horas.
Mientras tanto el drama que ha rodeado la detención de Tareck El Aissami le servirá al régimen chavista para recordarle a sus operadores, principalmente a los que están en el mundo militar que no hay intocables y la macolla está dispuesta a hacer lo que sea para seguir en el poder. También hay un manejo mediático para embaucar incautos con la falsa idea de que el régimen persigue la corrupción y castiga hasta a los suyos. Sin embargo, esto último es lo de menos peso tomando en cuenta que en el régimen chavista todos hacen exactamente lo mismo que hizo El Aissami, pero la defenestración está reservada solo para aquellos que intenten sacar a Nicolás Maduro del poder.
@humbertotweets
El autor es abogado y analista político con maestría en Negociación y Conflicto
California State University