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LGBTI | Militarismo y fundamentalismo religioso, una mezcla explosiva

Miembros de la comunidad Lgbti denuncian que la «revolución bolivariana» lo que ha hecho es evitar el tema de la orientación sexual e identidad de género


 

Patricia Marcano

Homofobia, lesbofobia y transfobia. Para los representantes de la comunidad Lgbti consultados, esa es la explicación al retardo en la discusión del proyecto de ley de matrimonio igualitario, a la negativa de incluir artículos relacionados a la orientación sexual, identidad de género y expresión de género en leyes transversales, y al no aceptar la identidad y cambio de nombre de las personas trans.

Pero a esas fobias sociales aprendidas, como las explica Quiteria Franco, coordinadora de Unión Afirmativa y de la Red LGBTI Venezuela, se suman otros elementos que estarían ensanchando la pared que frena el avance en las reivindicaciones exigidas, y que han sido identificados por las organizaciones.

“¿Por qué casi todos los países de la región han evolucionado en el reconocimiento de los derechos de la población Lgbti y Venezuela no. Será que nosotros somos más religiosos que todos los demás?”, pregunta la abogada Tamara Adrián y a los pocos segundos da la respuesta.

El militarismo, la religión evangélica, el rechazo al sistema internacional de derechos humanos y el nivel intelectual de la Asamblea Nacional. Esas son las cuatro causas que ella identifica.

“Hay un excesivo militarismo en el gobierno actual, y los militares no son los más abiertos del mundo. Además hay una sobrerepresentación de evangélicos en la bancada del Psuv, en la AN. Eso empezó en el 98 y se ha mantenido. Hemos tenido 40% de evangélicos en la Asamblea Nacional, en la actual llegan a 24%, pero resulta que la población de evangélicos en el país es de 5% a 6%, por eso hablo de una sobrerepresentación. Y no es solo en la AN, también en el TSJ, CNE, ministerios”.

[quote_center]»Cuando llega una persona Lgbti a Negra Hipólita le aplican la cristoterapia. Que cristo los sane porque son inmorales»[/quote_center]

El director de Venezuela Diversa, Yonatan Matheus,  considera que  se está dando “una mezcla explosiva: fundamentalismo religioso y militarismo en la revolución bolivariana”. Para él, no es casual que cada día se nombren más y más militares en ministerios e instituciones que deben ser dirigidas por civiles.

“Aunque la Constitución dice que se garantiza la libertad de religión, y que en nombre de esta no se puede impedir el cumplimiento de la ley ni negar derechos a otras personas, en la práctica esto se da. Además vemos cómo la jerarquía católica y las religiones cristianas emergentes se vinculan estrechamente con la fuerza militar y la fuerza política para hacerse del poder”.

Le preocupa el caso de los cuerpos de seguridad del Estado, pues la población Lgbti corre el riesgo de que los funcionarios reediten prácticas de persecución, hostigamiento y segregación por considerarlos contrarios a su religión.

“Cuando llega una persona Lgbti a Negra Hipólita le aplican la cristoterapia. Que cristo los sane porque son inmorales, aberrados, pecadores. Si es gay se debe masculinizar y si es lesbiana se debe feminizar porque es la voluntad de Dios. Eso es grave, eso no es una política de inclusión, denuncia Matheus, quien además lamenta que estas circunstancias de peso en el tema de derechos humanos, pasen desapercibidas entre los venezolanos por la situación política, económica y social actual del país.

Rummie Quintero, de Divas de Venezuela y maestra de danza, también rechaza la injerencia de la religión, pero no está de acuerdo con la generalización de que el gobierno es homofóbico, sino que se trata de casos puntuales. Asegura que sí ha habido inclusión, pues en las misiones sociales no los discriminan, ni en la Universidad Bolivariana, ni en el “movimiento de pioneros y pioneras” que tiene un proyecto de viviendas para familias Lgbti, por citar algunos casos, y que si bien han sido pocos entes, han logrado que instituciones como el CNE y la Alcaldía de Libertador den empleo a personas abiertamente Lgbti. “Ojo, abiertamente, porque claro que estamos en entes públicos y privados pero no abiertamente por miedo al rechazo”.

[quote_center]Mientras el tema se siga evitando, van aumentando las infecciones de VIH, se perpetúa la exclusión[/quote_center]

No obstante, Rummie insiste en que más allá de esos logros que ella resalta, “en la comunidad sexodiversa no estamos conformes con nuestra situación actual, porque falta el derecho al trabajo de las personas trans, el derecho a la identidad, el derecho a contar con una salud especializada donde haya médicos endocrinos que nos indiquen las dosis correctas de hormonas y que no experimenten con nosotros”.

“El llamado es a que dejen la religión en su casa, no es que sean ateos, sino que nos respeten los derechos humanos  porque están por encima de cualquier religión. A que revisen esa homo, lesbo, transfobia en la revolución porque oposición y oficialismo coinciden en la discriminación a la comunidad. Y que nosotros despertemos, protestemos y denunciemos. Si no, nada de lo que nos pasa será visto como un hecho real. No podemos seguir rezagados si estamos en una revolución”.

La situación de las personas Lgbti en Venezuela fue presentada por Franco y Matheus el 17 de marzo de este año en una audiencia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh). La respuesta de los representantes del Gobierno venezolano, Germán Saltrón y María Alejandra Díaz Marín, ante las denuncias fue que “se trata de un tema cultural que no se resuelve en 10 ni 15 años”, y que la sociedad no estaba preparada.

No podemos esperar 15 años más a que la cultura cambie para reconocer los derechos Lgbti. Se ha demostrado mundialmente que las leyes contribuyen a ese cambio cultural. No pueden seguir con esa excusa. Aquí han promulgado leyes para proteger a las mujeres, indígenas, personas con discapacidad y a los animales, pero a nosotros no nos han reconocido nada. Lo que han hecho es evitar, evitar y evitar el tema de la orientación sexual e identidad de género”, sostiene la coordinadora de la Red Lgbti Venezuela, mientras que Matheus completa recordando que mientras el tema se siga evitando, van aumentando las infecciones de VIH, se perpetúa la exclusión educativa y laboral de los trans, y la violencia hacia la comunidad Lgbti se va naturalizando.

Si quieres contactar al autor de esta historia escribe a patricia@larazon.net


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