, ,

El amargo sabor del cacao

Caco

Las expropiaciones, los controles, los procesos burocráticos y la relación del gobierno con todos los implicados en el mundo del cacao han puesto en riesgo el futuro del mercado del cacao venezolano


Valentina Pérez Mata y Juan Diego Troconis

Es una mañana caliente en un puerto de Venezuela. Jorge Redmond, presidente de Chocolates El Rey, espera paciente bajo el sol para cumplir con uno de los 90 requisitos que se han impuesto para sacar del país este tipo de producto: ser fotografiado frente a los contenedores que trasladarán la delicada mercancía.

Productores, exportadores y expertos coinciden en que los procesos burocráticos son solo uno de los impedimentos que condicionan negativamente el mercado del cacao y el chocolate nacionales. Es así como las políticas públicas que ha llevado el gobierno venezolano durante los últimos 16 años han afectado su producción, distribución y comercialización.

Esta situación también ha dado como resultado que el reconocimiento mundial que ha recibido Venezuela como exportadora del mejor cacao del mundo, se ponga en riesgo. Redmond afirma: “Si el gobierno tiene interés en diversificar la economía, debería ayudarnos (a las empresas chocolateras y exportadoras) eliminando algunos controles innecesarios”.

Asimismo, la larga tradición cacaotera que ha tenido el país desde los tiempos de la colonización vive en la actualidad un momento difícil. Eduardo González Jiménez dice en el documento El cacao en Venezuela: “A la llegada de los españoles a tierra firme, ya el cacao era conocido por los aborígenes que poblaban el territorio actual de Venezuela”. Así, los orígenes del cacao en el país se remontan a siglos anteriores a la época de la colonia.

Inicialmente, según explica la chocolatier María Fernanda Di Giacobbe, fundadora de Kakao y Cacao de Origen, existían en el país cacaos silvestres –el forastero o amazónico, cuyo color es oscuro y representa cerca de 94% de la producción mundial; y el criollo, que se distingue por su semilla blanca y solo crece en Venezuela; este representa menos de 1% de la producción a nivel mundial– que se propagaron y se unieron en el delta del río Orinoco, generando un nuevo tipo de cacao: el deltano o trinitario –este tipo de cacao ocupa 3% de la producción mundial–. “Desde Zulia hasta sucre, cada pueblo es una denominación de origen de cacao venezolano. Desde Caracas hasta Amazonas, hay cacao en todos los estados”, comenta. A partir de estos tipos base, existen más de 30 tipos de cacao que reciben su denominación según su origen.

Según Di Giacobbe, lo que hace tan importante al cacao venezolano es que en el país crecen los criollos, los únicos cacaos dulces del mundo, que no necesitan azúcar. De hecho, el comercio exterior de este producto nacional aumentó luego de que el papa Clemente XVI decretó que tomar chocolate sin endulzantes no rompía el ayuno en los días de penitencia, por lo que muchos países comenzaron a adquirir esta variedad de la fruta.

Entre 1600 y 1820, Venezuela ocupó el primer lugar en exportación de cacao en el mundo, por ejemplo, para el año 1725, Venezuela exportaba 25.000 fanegas de cacao –unas 1.170 toneladas–. Hoy en día, el país no exporta más de 5.500 al año –es decir, un incremento interanual de casi 15 puntos desde hace 290 años– y se mantiene fuera de la lista de los cinco principales exportadores de cacao.

¿Qué ha sucedido para que Venezuela pierda su lugar?

Cacao en Venezuela
La producción total de cacao en 2014 se encontró entre 15 y 17 mil toneladas

Producción: ¿aumento o decadencia?

En Venezuela existen cerca de 34.000 pequeños productores, que representan, aproximadamente, 98% de los que producen cacao, según explica el agricultor y especialista Silvino Reyes. Sin embargo, varias empresas están intentando promover el cultivo de esta fruta ya que, debido a las condiciones económicas del país, muchos de estos agricultores están migrando a otros rubros.

La regulación del precio del cacao y las expropiaciones de las haciendas y terrenos son las principales causantes del problema. “Desde el año pasado se reguló el precio del cacao y ha sido fatal. También se han nacionalizado, abandonado y destruido haciendas”, asegura Di Giacobbe.

El proceso de siembra y producción del cacao requiere de la posterior fermentación y secado de las semillas, aunque no todos los agricultores las realizan. Sin embargo, el precio final de venta es el mismo para quienes son más cuidadosos con el tratamiento del cacao y para aquellos que prefieren trabajar entre cinco y siete veces menos.

[quote_center]Venezuela no exporta más de 5.500 toneladas de cacao al año y se mantiene fuera de la lista de los cinco exportadores mundiales[/quote_center]

Grandes espacios son necesarios para la fermentación y secado, y no todos los productores los pueden tener. Por ello se creó un centro de acopio para los cacaos de una zona que, posteriormente, fue tomado por el gobierno. Di Giacobbe comenta: “Allí estuvo la primera certificación de cacao orgánico, pero se perdió”.

Semilla de cacao venezolano
Semilla de cacao venezolano | Foto: Juan Diego Troconis

El hacendado y productor Pedro Rosas, quien posee su propio terreno para la siembra del cacao, asegura que se encuentra en bancarrota. Él producía sus propios bombones, pero las otras materias primas no se consiguen. Además, agrega: “Aquí (en Higuerote) el gobierno quitó un poco de haciendas y no saben tratar el cacao, lo lanzan de una y no lo fermentan; no cumplen con los procesos”.

A pesar de lo anterior, Mariana Rachadell, periodista gastronómica e investigadora del cacao, afirma que en 2014 este rubro fue uno de los pocos que tuvo un excedente en su producción. La producción total se encontró entre 15 y 17 mil toneladas de cacao. “Seguimos teniendo maravillosos productores que lo hacen por amor, por tradición”, concluye Di Giacobbe.

El calvario de la comercialización

Una vez que el cacao sale de las tierras de los productores continúan los problemas y los obstáculos para quienes comercian con este bien. Los procesos de comercialización y exportación de esta fruta se han visto afectados por la corrupción y la burocracia.

En términos generales, según afirma Silvino Reyes, en el país existe una producción que no pasa las 15 mil toneladas, de las cuales aproximadamente 11 mil se consumen a nivel nacional y el resto es exportado. Esto representa una reducción de 1.500 toneladas en comparación con 2003, según datos de la FAO.

Entre los factores que han colaborado en este estancamiento, además de las denuncias relacionadas con la producción, está la prohibición de los intermediarios o comercializadores, empresas que se encargaban de comprar cacao a pequeños y medianos productores para vender o exportar en grandes cantidades.

Así lo expresa Arelis Hernández, representante de la Dirección general de política comercial, promoción, exportación e inversión del Ministerio de Comercio: “No se otorga la calificación de origen si realmente la empresa que esté solicitando la calificación no es realmente el dueño de la finca, sino que son comercializadores. Es decir, ellos le compran el cacao al productor y luego quieran tramitar la calificación”.

[quote_center]“Desde el año pasado se reguló el precio del cacao y ha sido fatal. También se han nacionalizado, abandonado y destruido haciendas”[/quote_center]

Pero para Di Giacobbe esto afecta directamente a los pequeños productores pues, debido al mal estado de las carreteras, estos no tienen la capacidad para trasladar sus productos a las grandes empresas en las ciudades sin un intermediario que les facilite el transporte.

Los problemas para la exportación han representado también un golpe para el mercado del cacao venezolano y, según los principales productores y exportadores, se han agravado este año. Procesos burocráticos, retrasos, y principalmente la inesperada prohibición por parte de la Dirección de mercadeo agrícola del Ministerio de Agricultura y Tierras a algunos de los principales exportadores de cacao de comerciar con Japón y Suiza, representan algunas de las limitaciones.

Laboratorio de elaboración de chocolates en la tienda Cacao de origen
Laboratorio de elaboración de chocolates en la tienda Cacao de origen | Foto: Juan Diego Troconis

Amarilis Bello, directora de exportación de Cacao San José, denunció: “Cada vez el proceso es más lento, cada vez hay más burocracia. Anteriormente (…) nosotros en una semana podíamos realizar una exportación, ahora el proceso dura uno o dos meses de anticipación. Todo es más engorroso”. También declaró: “Nuestro principal cliente es Japón, pero este año las operaciones a ese país están paralizadas por el gobierno; todavía no conocemos el motivo ni la razón”.

Cacao San José no es la única empresa a la que le han bloqueado las operaciones internacionales este año y Japón no es el único destino que ha sufrido esta limitación, algunas de las principales exportadoras de los últimos años han visto sus comercios a Suiza y al país nipón limitadas.

Según una entrevista realizada por Aida Gutiérrez para la revista Zeta a Alejandro Prosperi, presidente de la Cámara Venezolana del Cacao, solo se emitieron permisos de exportación a estos países para siete empresas –Primo Cacao, Fesa Group, Cocoanet, Procaven, Agrosunca, Cacique del Cacao, Santo Niño– dejando por fuera a algunas de las que históricamente han exportado más de la preciada fruta como Cacao San José, Global Trade C&C y Bonkaf; segunda, tercera y cuarta mayor exportadora respectivamente.

En el extranjero, los productores de chocolate también se quejan de las limitaciones en la exportación. “Nuestro deseo de utilizar y promover el cacao venezolano ha estado siempre vivo y en un principio comenzamos utilizando 100% chocolate venezolano, pero muy pronto comenzamos a tener dificultades de acceso al producto”, afirmó Michael Antonorsi, maestro chocolatier de Chuao, una chocolatera ubicada en California.

Arelis Hernández, representante del Ministerio del comercio, dijo desconocer por completo esta situación.

Producto final: el mercado del chocolate

Empresas cuyo nombre crece día a día, como es el caso de Franceschi y Cacao de Origen, pretenden retomar la posición que originalmente tenía el chocolate venezolano a nivel mundial. Sin embargo, a los constantes impedimentos para la exportación de cacao, se le añaden unos nuevos.

Vicente Franceschi, representante de la empresa que lleva su apellido, asegura que no se pueden exportar los chocolates Franceschi por una limitación de maquinaria, cuyo precio es en dólares. Es por esto que solo pueden dar a conocer sus productos a través de concursos, eventos y catas internacionales. Además, su chocolate se vende en el Aeropuerto Internacional de Maiquetía y esto les dio proyección mundial.

Por su parte, Cacao de Origen, no exporta sus chocolates porque no tienen una gran empresa que los respalde. “Mientras sacamos los 90 permisos ya se derritió el chocolate en el puerto”, dice Di Giacobbe. Asimismo, comenta que le han ofrecido contactos en el gobierno para exportar; con respecto a esto afirma: “Justamente queremos lo contrario. Queremos exportar el día en que se arme una carpeta, todas las reglas estén claras, se paguen los impuestos y se monte el chocolate en un barco para que llegue a otro sitio”.

[quote_center]»Nuestro principal cliente es Japón, pero este año las operaciones a ese país están paralizadas por el gobierno»[/quote_center]

Así, Chocolates El Rey se posiciona como la única empresa que, en este momento, exporta chocolate venezolano al resto del mundo. A esto se le debe agregar el hecho de que solo 30% de la producción sale del país y, además, Jorge Redmond explica el problema para satisfacer las necesidades del mercado nacional. “El mercado venezolano podría estar mejor abastecido. Al igual que otros colegas en el mundo del chocolate, hemos tenido muchos problemas con otras materias primas y, sobre todo, con el material de empaque. Esto ha retrasado mucho la disponibilidad de chocolate en el mercado local”, afirma y Vicente Franceschi confirma esta situación. Esto limita la expansión del producto nacional.

El proceso de exportación de chocolates implica 90 pasos que deben ser seguidos, como se mencionó anteriormente, y están repartidos en 19 ministerios diferentes. Para el año 2000, eran cuatro los trámites que se requerían para dar a conocer el chocolate venezolano en el mundo. Es por esta razón que Chocolates El Rey ha tenido que crear departamentos adicionales para que se encarguen de estos papeleos y esto, a su vez, representa un costo extra para la empresa.

El futuro incierto del cacao

Las expropiaciones, los controles, los procesos burocráticos y la relación del gobierno con todos los implicados en el mundo del cacao han puesto en riesgo el futuro del mercado venezolano de esta preciada fruta. Los productores, expertos y procesadores temen que esta situación haga que Venezuela pierda su condición de exportadores del mejor cacao del mundo.

Sin embargo, las personas que pertenecen a este gremio buscan promover una marca: Venezuela. Se vuelve entonces necesario retomar el mercado de cacao, pues “habría una entrada de divisas impensable”, según dice Di Giacobbe. Pero para alcanzar ese objetivo se debe empezar desde lo más básico, así lo explicó Rachadell: “Es importantísimo comunicación y educación. No tenemos idea de todo esto. En el colegio nos enseñaron qué era petróleo ligero y pesado, y nunca nos enseñaron qué es un grano criollo”.

Crear una cultura del cacao se vuelve indispensable para promover esa gran marca de un rubro que es capaz de unificar a una sociedad dividida: Venezuela.


Nuevas firmas del periodismo venezolano

Valentina Pérez Mata y Juan Diego Troconis son estudiantes del octavo semestre de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello. La profesora Acianela Montes de Oca supervisó este trabajo para la cátedra de Periodismo III