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El voto duro del chavismo no será suficiente

La intención de voto es aun bastante alta (75%-80%). De continuar así hasta el día de las elecciones, el voto duro chavista (10%-15%) no será suficiente para mantener a Cabello como presidente de la AN


 

Humberto González Briceño

Desmovilizar y distraer. El gobierno afina su estrategia para la recta final de las parlamentarias. Con todas las encuestas, incluyendo las oficiales, anunciando una derrota de sus candidatos, el gobierno apuesta su futuro político a dos estrategias fundamentales: desmovilizar el voto opositor y distraer a la opinión pública de los problemas del país, con escándalos y medidas efectistas.

Terrorismo de estado. El régimen ha aumentado la represión política con el propósito de desmoralizar el voto opositor. Miles de dirigentes y activistas de oposición han sido detenidos de forma arbitraria. Aunque esto crea una imagen negativa para el régimen, sobre todo en el ámbito internacional, su beneficio es infundir miedo, pánico, terror. Hacer pensar al opositor que los costos de oponerse políticamente al régimen son muy altos y se pueden pagar hasta con la vida.

Los auxilios del fraude. El ventajismo del gobierno en la campaña y el secretismo que quiere usar el Consejo Nacional Electroal para manejar el proceso crean dudas sobre la trasparencia de las elecciones. Estas dudas han sido usadas por el régimen para alimentar la tesis de un sector opositor sobre la inconveniencia de votar, como rechazo a un proceso a todas luces manipulado. El objetivo es promover la idea de que votar no vale la pena, ya que el régimen de todas formas cambiará los resultados a su favor.

Ecos del “Dakazo”. Las medidas efectistas para hacer creer que se esta haciendo algo, conjugan otra de las estrategias favoritas del régimen. Inspirado en las bondades del “Dakazo”, el gobierno ha intentado en varias oportunidades darle un vuelco a la opinión pública, sin resultado hasta ahora. El gobierno esperaba un cambio dramático en la opinión, tras de la implementación de las OLP y el cierre de las fronteras. Ambas han se han ido desvaneciendo por su inefectividad y la tímida percepción positiva que hubo al comienzo se ha convertido en indiferencia.

Se acaba el tiempo. Ante el fracaso de la OLP y el cierre de las fronteras, la semana pasada el gobierno anunció una aumento salarial, regulación de precios, y prohibición de usar el dólar paralelo como referencia para la venta de productos. El gobierno espera con estas medidas recuperar el apoyo que sigue perdiendo en su propio terreno ante la deserción masiva del voto chavista.

¿Que le queda al régimen? La desbandada del voto chavista es lo que ha obligado al gobierno a tomar las medidas efectistas más extremas. A estas alturas, la ecuación para mantener el poder es clara: lograr que los opositores no voten y asegurarse que el voto duro chavista lo hará. ¿El problema? Según las encuestas, a menos de 45 días para las elecciones, la intención de voto es aun bastante alta (75%-80%). De continuar así hasta el día de las elecciones, el voto duro chavista (10%-15%) no será suficiente para mantener a Diosdado Cabello en la presidencia de la Asamblea Nacional.