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La política del empobrecimiento

Barrios en Caracas

¿En qué medida ha contribuido la “política social” del chavismo oficial a superar la grave situación que hoy representa la creciente pobreza en el país?


 

Oscar Battaglini

Esta es la política que de manera insólita el chavismo oficial –con Chávez y sin Chávez-, ha estado aplicando desde que se apoderó del poder político en Venezuela. En nuestro criterio lo único que puede explicar este sinsentido, este desvarío se puede resumir en los siguientes puntos:

1.- La sublimación permanente que Chávez hizo de la pobreza en la que viviera desde niño y parte considerable de su edad adulta, de la cual habló hasta el cansancio en sus interminables peroratas de “Aló Presidente”, o la inocultable apología que hace de la misma en el exhaustivo relato–libro “Cuentos del arañero”, publicado bajo los auspicios de la burocracia cubana.

-“Yo fui –dice- un niño pobre pero feliz… Éramos muy pobres. A mí lo que me daban era una locha diaria para ir al liceo; con eso uno se tomaba un fresco y a lo mejor se comía un poquito de pan” (p.13).

2.- El resentimiento social que esas vivencias produjeron en él.

-… “y me divorcié –arguye- Nancy- su primera esposa- con sus tres muchachos en Barinas, solos. Yo les mandaba una platica, y una casita por allá que pudimos medio acomodar. Eso fue lo que les dejé, no tenía más nada”. (p.23).

“¿Dónde tú tienes casa? –le pregunta un general al que estaba adscrito, –yo no tengo casa mi general. – ¿Tú eres mayor y no tienes casa? –no, no tengo”. (p.79)

-… yo nací pata en el suelo y con orgullo lo digo: soy campesino pata en el suelo”. (p.155).

3.- La concepción populista que Chávez siempre tuvo de su imaginario político.

“… yo me hecho encima de la masa, me abrazo con ella, sudo con ella, lloro con ella y me consigo”. (p.173).

De la combinación de esos tres elementos es de donde deriva la famosa tesis chavista de “ser rico es malo”, que no se queda sólo en la negación del rico como agente del privilegio y la explotación, sino que traslada a cualquier expresión de bienestar social o individual, independientemente de que esta fuere lograda mediante el trabajo honesto, vale decir, el esfuerzo personal, el estudio o la profesionalización. A esta tesis vendría a sumarse la concepción sostenida por el doctor Giordani de que el socialismo se construye desde la escasez, que por cierto, fue uno de los rasgos más emblemáticos del socialismo burocrático y autoritario surgido bajo el dominio stalinista en Rusia y en los llamados países del “Socialismo Real” de Europa del Este, China, Cuba, etcétera.

La primera y la más importante conclusión a la que puede arribarse después de verificada la información anterior, es que el estado de empobrecimiento al que hemos sido sometidos los venezolanos, no obedece a ninguna casualidad, sino que se corresponde perfectamente con un propósito consciente y deliberado tanto de Chávez, su ministro de Planificación y ahora de sus herederos en el ejercicio del poder. De otra manera no puede entenderse que un país como el nuestro que ha percibido en el tiempo que el chavismo lleva en el poder más de mil millones de dólares (aproximadamente) en ingresos petroleros, se encuentra hoy:

1.- con una agricultura y una industria bajo los efectos de una acentuada recesión que ya dura varios años. Tanto es así, que estas dos actividades económicas son las que menos contribuyen a la formación del PIB.

2.- con una inflación que actualmente se calcula en 152%. La escalada inflacionaria se estima que para finales de año estará por el orden del 200% como efecto del crecimiento incontrolado del valor del dólar paralelo que en estos momentos sobrepasa los BF. 800.

3.- con un acelerado incremento de la deuda externa, sin que se haya producido un efecto positivo en la dinámica económica y social del país.

4.- con una escasez de alimentos, medicinas, y otros bienes indispensables que ya sobrepasa el 70%. Al punto de emplearse en muchos casos medicamentos de uso veterinario en sustitución de los diseñados exclusivamente para humanos.

5.- con un BCV imprimiendo dinero inorgánico que cuando llega a las manos de la gente ya no vale nada.

6.- con una caída abrupta del gasto público como consecuencia de la sensible disminución de los precios de los hidrocarburos.

7.- con un control de cambio y de precios, que han paralizado la inversión privada, aunado esto a la carencia de un marco legal que garantice el libre desempeño del sector, razón por la cual muchas empresas han debido emigrar.

8.- con unos salarios envilecidos -tanto de trabajadores como de profesionales-, que no alcanzan para adquirir la Canasta Básica Familiar (CBF), que ya supera ampliamente los 70 mil BF, según cifras del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (CENDA), por lo que serían necesarios casi nueve salarios mínimos para su adquisición. Aunado esto al incremento exponencial y sostenido en los precios de los principales artículos que la integran.

9.- con unos servicios públicos en proceso de creciente deterioro, en particular el servicio de salud, aunado esto a la dramática escasez de medicamentos.

10.- con un repunte de los factores relativos a la pobreza extrema y los problemas inherentes al hambre tales como subnutrición (ingesta energética alimentaria por debajo del mínimo requerido), desnutrición (falta de ingesta de proteínas, calorías y nutrientes. Afecta en su mayoría a los niños, que mueren de infecciones comunes como la diarrea o el sarampión). La emaciación, un indicador de desnutrición aguda que refleja un grave proceso de deterioro debido a pérdida de peso como resultado del hambre a largo plazo.

Elaborada la anterior caracterización cabe la pregunta ¿En qué medida ha contribuido la “política social” del chavismo oficial a superar la grave situación que hoy representa la creciente pobreza en el país? Antes de ensayar una respuesta habría que preguntarse si esa intencionalidad ha formado parte, en realidad, de esa política. Es evidente que no. Su prioridad ha sido desde un principio generar en el seno de los sectores más empobrecidos de nuestra sociedad, una acción de carácter demagógico-asistencialista, dirigida a promover su adhesión y control político electoral con el objetivo de mantenerse en el poder. Esto es, diríamos de paso, lo que ha hecho del chavismo oficial una maquinaria político-electoral cuyos esfuerzos no están dirigidos a promover la construcción de una realidad social generadora de bienestar para todos, sino a manipular a las mayorías que en nuestro país son generalmente los más pobres. Esa política –queremos reiterar-, no le resuelve en definitiva nada a los pobres; ni le permite a la sociedad venezolana erradicar el gravísimo problema de la pobreza endémica que ha padecido durante toda su existencia. Esa política, paradójicamente, lo que ha hecho es alimentarla y perpetuarla, al igual que en el pasado hiciera el adequismo betancurista.

La pobreza, dicho de manera categórica, no se reduce y mucho menos se supera de raíz con la sola percepción por parte de las familias que la padecen; de un ingreso nomimal bajo la forma de subsidio, misiones, ayudas, etc, que es lo que ha hecho el chavismo oficial, sino mediante la incorporación de esos grupos familiares a la práctica de una ocupación productiva o de servicios, digna, estable y adecuadamente remunerada, estatus que además le garantice el acceso al bien más preciado de la sociedad, como lo es el de la educación, y a una participación en la vida general del país con plenitud de derechos y oportunidades de la más diversa índole. De manera muy distinta a esta, “(…) la política social del gobierno fue diseñada para lograr utilidad política, no fines sociales (…). En el mejor de los casos, las misiones de Chávez sólo tendrán el destino de seguir alimentando una rifa, una tómbola de favores, a la cual se aferran los sectores más dependientes y desesperanzados, pero que en modo alguno hará que termine la trágica función con que comienza todo ciclo post-populista, como el que vivimos” (Luis Pedro España, Bienvenidos al circo de la pobreza, “El Mundo, Economía y Negocios”, Caracas, 29/05/14, p.6)