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Historia e imperios

General Padrino López, ministro de la Defensa

Seguimos perdiendo el tiempo con la oligarquía colombiana y con los gringos. Talleyrand decía que la palabra ha sido dada al hombre para ocultar el pensamiento


Julián Rivas

Venezuela ha sobrevivido por 500 años. Muchos no lo entendemos. Pero estamos obligados a aprender las lecciones históricas. Los gringos vuelven a amenazar. La ignorancia no nos ayudará. Es que cuando la ignorancia se hace manifiesta hasta ofende. Hay que aclarar y educar al pueblo.

Debemos reaccionar ante la incursión de una aeronave gringa en Los Monjes. La oligarquía colombiana sigue dando una manito a Estados Unidos.

Hemos visitado el norte de Anzoátegui. La vieja provincia de Barcelona lleva el nombre del general José Antonio Anzoátegui, un grande de Oriente que fue asesinado en Cúcuta. Por allá curiosamente perdieron la vida inexplicablemente Anzoátegui, Sucre, Leonardo Infante, todos orientales, más Bolívar, caraqueño. Como para alarmarse.

Hay que meter plata y buena gestión de gobierno en Clarines. La iglesia colonial es patrimonio de Venezuela y del mundo. Impresiona esta obra arquitectónica del siglo dieciocho. Lamentablemente el entorno luce abandonado. Las edificaciones recientes rompen con la arquitectura de tan bella iglesia.

A menos de 20 kilómetros, en Píritu, está otra iglesia que se suma a un tiempo colonial donde ciertamente todo no fue malo. De ahí nos viene la lengua castellana y mucha de nuestra identidad. Ojalá existiera un programa turístico alrededor de estas dos iglesias y otras del norte del actual estado Anzoátegui, vieja herencia cuyo epicentro fue Cumaná.

Los venezolanos no tenemos total valoración de nuestro país, grande, megadiverso, y con una ubicación geográfica siempre apetecida por las potencias. Es una historia para recordar, con toque geopolítico. Desde Araya hasta los lados de Cúpira, ese borde de playas fue ambicionada por los holandeses. La riqueza de la sal y la bondad de las tierras eran conocidas por las potencias. Fue el propio pueblo el que se armó de valor y pertrechos para correr a holandeses e ingleses. Este pueblo hará correr de nuevo a los malévolos del norte, incluyendo a los gringos, los herederos neocalvinistas que hoy portan el estandarte anglosionista.

Al Unare se le nombra en “Pobre Negro”, de Rómulo Gallegos, como sitio de paso de tiempos de la Guerra Federal. Un puente de la vieja carretera de la costa hizo olvidar al generoso río. Con el nuevo trayecto de la autopista, si no hay prevenciones, el río seguirá ahí, descuidado. Y pensar que hasta se ha planificado un canal con el Orinoco desde el río Unare. También es una excelente oportunidad para que esa región tenga un sistema de riego que traiga riqueza y turismo: El camacuto, camarón o langostino es propio del río Unare.

Clarines es la puerta de entrada al Oriente, junto a Boca de Uchire, la vieja Nueva Tarragona que fundaron los catalanes en el siglo XVII. Los mismos que fundaron Nueva Barcelona. Estos pueblos orientales dan de todo. Ahí está la región en los cuentos de Armas Alfonso. De Clarines fue Lusinchi, un presidente que nació allí pero en mal momento dijo que era de Caracas y la gente no se lo perdona.

Clarines debe innovarse para la autopista de Oriente, un trayecto que pasa por el municipio pero lejos del viejo pueblo. Ese es el reto.

Aprender del pasado

En Clarines, Santiago Mariño ordenó a los guerreros orientales que defendieran la Casa Fuerte de Barcelona. Desde allí se devolvió el Batallón de Negros de Güiria, que dirigía Juan Bautista Bideau, para inmolarse a orillas del Neverí, en 1817. Bideau, un nativo de la isla de Santa Lucía, fue el primero en liberar esclavos en Venezuela y le salvó la vida a Simón Bolívar. Antes, le hizo la guerra a Estados Unidos como revolucionario francés, en la guerra de brigantes, a las órdenes de Víctor Hugues, miembro del directorio.

En Venezuela hace falta un relanzamiento revolucionario, ético, radical. Seguimos perdiendo el tiempo con la oligarquía colombiana y con los gringos. Como si no se hubieran enterado de las afirmaciones de Talleyrand de que la palabra ha sido dada al hombre para ocultar el pensamiento. ¡Cómo nos ha engañado Santos, la Holguín, Uribe, Samper, Obama y el grupo de Boston!

Y mientras no contemos bien la historia vamos a seguir pelados. Hay que hacer la revolución en la revolución. Las inconsecuencias son peligrosas. Corremos el riesgo de perder la independencia.

A los gringos hay que despercudirlos, fregarlos. Republicanos o demócratas, son perrorabiosos. El doble juego los caracteriza. Hablan de democracia y favorecen dictaduras. De derechos humanos y promueven la tortura. De libertades presumen, y sus postulados económicos reales son la desigualdad. En 1841, con John Tyler surgió el vocerío contra el liberalismo y en paralelo se acentuó la campaña por arrebatarle tierras a México. Así que no se sorprenda si en tiempos del “negrito”, en las postrimerías de Obama, haya un zarpazo contra Venezuela.

Los europeos no se quedan atrás, tienen pretensiones bonapartistas, apoyados en los parlamentos de Europa. Investiguemos los postulados de su accionar. Sus observadores son la suma de intereses neocoloniales y autoritarismo liberal.

Entre colombianos y neogranadinos

Al norte de Anzoátegui ha llegado una oleada de gente desde Colombia, la vieja Nueva Granada. Y en la zona los productores se quejan del bachaqueo de maquinarias. El “cantador de zona” se entera de la venta de un tractor y lo reporta a Barinas, desde donde llega el comprador. Acabaron con los carros viejos. Ahora van por los tractores. Uno no entiende.

La idea de la República de Colombia se gestó en Oriente, en 1813, con la Segunda República. El Estado de Oriente tenía sede en el cuartel de Güiria. Mandaban Mariño y Bideau. Por eso menos entendemos cómo se puede enaltecer la figura de Juana La Avanzadora sin nombrar a Mariño y Bideau que eran sus jefes. Insólito que Juana La Avanzadora vaya al Panteón Nacional y Bideau no.

Otra cosa: Es recomendable un plan de desarrollo para todo el Oriente. Carúpano un gran puerto, Guayana región industrial, Maturín ciudad petrolera y el norte de Anzoátegui, eje de ciudades agroindustriales y petroquímicas, con fuerte énfasis en el sector servicios. El pueblo apoyará.