, ,

La Tumba y otras herramientas perversas

La Tumba

Más de 3000 personas fueron detenidas por manifestar, de las que por lo menos 240 pasaron días o meses encarceladas


Tamara Suju Roa

Mientras quienes permanecen en el poder gocen con el sufrimiento que infligen a sus propios compatriotas, la nación no dejara de levantarse ante la opresión y la injusticia. Y digo gozar, porque es lo que sucede. No dudo en ningún momento que quienes dan la orden para incomunicar a quienes están presos por motivos políticos, o evitar que sean atendidos por médicos por sus dolencias físicas que llegan a ser insoportables, disfrutan con el maltrato, bien sea porque son quienes los ordenan, quienes lo perpetran o quienes lo observan y callan.

¡Malvados! Esa es la palabra que engloba a cada uno de aquellos que conforman la cadena de la injusticia en nuestro país y han permitido la implementación de estos mecanismos de tortura. Algunos han actuado por miedo a perder sus puestos, otros lo han hecho en plena conciencia de hacer el mal. Jueces, fiscales, ministros, poder moral, presidente. La deformación de los derechos civiles y políticos que tenemos todos, para transformarlos en plastilina amoldable de la “revolución” ha sido maquiavélicamente programada y aplicada.

La persecución judicial, el retardo procesal, la falta de atención medica oportuna para los presos políticos, las constantes acusaciones infundadas, el sometimiento de quienes los adversan al escarnio público, la permisividad de grupos armados violentos para atacar y amedrentar a la sociedad civil, son mecanismos de tortura, tratos crueles e inhumanos modernos, que usan los regímenes no democráticos para mantenerse en el poder a toda costa.

15 meses de prisión sin acusación, 15 diferimientos sin motivos fundados, debería ser una vergüenza para los integrantes de cualquier poder judicial en el mundo, tomando en cuenta que de la causa que cursa contra siete jóvenes. Dos de ellos están en la cárcel conocida como La Tumba, dicho proceso judicial ya debería —por lo menos— estar bastante avanzado. Comparte expediente el Alcalde Antonio Ledezma, cuya causa fue sumada en el momento de su detención, meses después, por lo que tiene ocho diferimientos. La excusa repetitiva general es “no llegaron los traslados”. ¡Que desfachatez!. Lo que no quieren aceptar es que no tienen las pruebas, que el testigo estrella se les escapó fuera de Venezuela, después de ser sometido a seis meses de torturas blancas en La Tumba, y que se quedaron sin testimonio que implicara al Alcalde y a estos muchachos. ¡Todos deberían estar en libertad!

En el caso de los 13 presos políticos que presentan grave estado de salud según el Foro Penal Venezolano, Gerardo Carrero —por ejemplo— tiene un cuadro de gastritis crónico, 32 abscesos infectados en la piel que le producen fiebre constante; Rolando Guevara tiene calcificación y obstrucción de las arterias coronarias; Ronny Navarro tiene una mano totalmente deformada por una fractura que no ha sido atendida; José Luis Santamaría y Efraín Ortega, que están recluidos en el Rodeo II, se contagiaron con hepatitis A, epidemia que existe en el penal y nunca fueron tratados. Ortega tiene además una tromboflebitis en miembros inferiores, adquirida en su reclusión y también padeció Hepatitis C en otra epidemia que hubo en el penal. Además padece de insuficiencia renal. Ante esto, los actores del sistema judicial callan y voltean para otro lado.

La incomunicación de Lorent Saleh y Gabriel Valles en La Tumba, la incomunicación de Leopoldo López en Ramo Verde, la incomunicación de la Capitana (AV) Laided Salazar en la cárcel Fénix (Barquisimeto) y la incomunicación a la que son sometidos los presos políticos cuando algún funcionario del gobierno o de los organismos de seguridad del Estado amanece atravesado son mecanismos de tortura para ellos y para sus familias.

El defensor se jacta y se atribuye los méritos en las redes sociales cuando algún preso político obtiene medida cautelar o medida humanitaria. Lamentable papel hace este personaje. Ginette Hernández e Inés González estuvieron presas en El Helicoide, sede de la policía política, por más de un año por escribir en la red social Twiter. Ellas, nunca debieron estar presas. Más de 3000 personas fueron detenidas por manifestar, de las que por lo menos 240 pasaron días o meses encarceladas, y 30 permanecen aún en prisión por manifestar. Ninguna debe estar presa.

¿Qué hubiera pasado —y le digo esto a quienes hoy ostentan el poder porque algunos fueron partícipes de los golpes de Estado ocurridos en 4 de Febrero y 27 de Noviembre de 1992—si a Chávez, a Cabello, a Ortega, a Saad, a Chacón, a Maduro, los hubieran encarcelado en La Tumba (de haber existido) y mantenido por 120 días incomunicados, sin acceso a sus abogados y familiares y 180 días a 8 grados C°, durmiendo casi con una telita de pijama hasta que el frio les cortara la piel; con luz blanca artificial las 24 horas prendidas; encerrados en jaulas 2 x 3 metros día y noche; sin noción del tiempo y del espacio; sin luz y ventilación natural; sin libros ni prensa; ni ruidos; ni colores; y además, con la visita de funcionarios del gobierno tratando de sobornarlos para que acusaran a otros compatriotas? ¿O qué hubiera pasado, si a Chávez o a Cabello los hubieran llevado a Ramo Verde y los hubieran torturado y maltratado como ellos lo están haciendo con Leopoldo López? ¿O como lo hicieron con Daniel Ceballos y Enzo Scarano? ¿Verdad que la Cuarta República a la que tanto descalifican no los trato así? La Democracia los amnistió. Y a Chávez le sobreseyó la causa, lo que permitió que llegara a la presidencia de la República.

Perversos. Así actúan y así son. Y lo más importante es que ante el mundo han quedado desnudos. Al momento de cerrar este artículo la oposición había sido atacada en ocho oportunidades, seis con armas de fuego en 12 días de campaña electoral. La comunidad internacional esta muy atenta ante los próximos comicios del 6 de diciembre, y está tomando nota de los actos violentos que ha generado el gobierno y su discurso violento, que ya tiene un dirigente político de la oposición muerto y algunos heridos. Es el mundo el que los observa y es el mundo el que exige la libertad inmediata de todos los presos políticos.