Caraqueños coinciden en que resolver la escasez de alimentos y abordar la inseguridad deben estar entre las primeras acciones de la AN. Rechazan que voceros oficialistas y opositores busquen venganza dejando al pueblo en medio del conflicto
Jacobo Villalobos
Las opiniones de los ciudadanos en torno a las pasadas elecciones parlamentarias son muy variadas, pero casi todos coinciden en que las prioridades de la nueva Asamblea Nacional (AN) deben ser la toma medidas que combatan la inseguridad “desbordada” y la escasez de productos alimenticios, según una encuesta realizada por La Razón.
Las expectativas sobre las acciones que tomará la AN a partir del próximo 5 de enero mantienen a la población meditando sobre el camino que tomará Venezuela en un futuro próximo. Para Francisco Zarsi, lo fundamental es tratar “los tres problemas que nos azotan: la delincuencia, que está sin control, la escasez y las medicinas, que no se consiguen”.
Sentado a la sombra en Plaza Caracas, Zarsi sostiene que la nueva AN debe pensar muy bien qué va a hacer y qué medidas va a tomar para darle una mejor calidad de vida al venezolano y hacer que el país se sobreponga a las dificultades.
Opinión similar es la de Marcos Hernández, para quien la escasez es uno de los principales temas políticos a tomar en cuenta. “Amor con hambre no dura y eso fue lo que los mató. Y si estos de la nueva asamblea hacen lo mismo, también van pa´fuera”, dice Hernández.
“El oficialismo viene vengativo, ¿contra quién?, ¿contra el pueblo? Tienen que entender que este socialismo no sirve, que perdieron al pueblo»
Añade que para lograr un verdadero cambio, la AN debe “poner derecho al país, destapar la olla de corrupción para acabar con ella”.
En segundo plano, los consultados colocan los problemas del área hospitalaria con la escasez de recursos y el deterioro de las instalaciones, y la mejora del sistema educativo como puntos a tratar por la AN.
28.5% de los 14 encuestados ve con preocupación que la nueva formación en la asamblea conlleve la desaparición de las misiones y los planes sociales. Luis Morón, sentado en la plaza Francia de Altamira, asegura que se avecinan grandes cambios, acompañados del abandono de las misiones emprendidas por el Ejecutivo nacional.
Enrique Briceño, quien leía el periódico en la Plaza Bolívar frente a la estatua del Libertador, profundiza al respecto y dice que “lo correcto sería que revisaran todo lo relativo a las misiones sociales pero no eliminarlas”.
Lo que se dice de lado y lado
Después de ser conocidos los resultados de las elecciones del pasado domingo, diversos voceros opositores y oficialistas han manifestado su apreciación sobre los comicios y sus proyecciones a futuro, sometiéndose a la evaluación de la población.
Entre los encuestados priman las denuncias de llamados a la violencia por parte de ambos sectores. “El oficialismo viene vengativo, ¿contra quién?, ¿contra el pueblo? Tienen que entender que este socialismo no sirve, que perdieron al pueblo, lo dicen hasta en los barrios”, dice Hernández.
Johnny Suarez comparte esta posición. Dice que “el gobierno todavía no lo acepta y llaman a su gente a la violencia. Por ejemplo, eso de que ya no van a construir las 5.000 viviendas, eso es una amenaza”.
“El discurso del Estado tiene que ser conciliador y sincerado, con el pueblo por delante. La solución es el diálogo”
Las mismas denuncias son hechas a los voceros de la oposición, quienes, según aseguraron varios consultados, están en pie de conflicto. “La oposición no ha dicho nada, vienen con destrucción, sacaron las garras y engañaron como el mismo diablo”, opina Enrique Briceño, quien recuerda a los voceros de este sector que “ellos no ganaron la presidencia: no pueden llegar a violentar nada”.
Luis Morón es mucho más seco sobre el tema, para él la conducta opositora se resume en tres palabras: “Sed de venganza”.
Otras opiniones difieren al respecto y respaldan las manifestaciones de los representantes políticos. Según Ruth Suarez, sentada en un banco de Plaza Bolívar, el discurso oficialista es “buenísimo, por fin se plantean las 3R (revisión, rectificación y reimpulso) de las que habló el comandante Chávez. Lástima que no se hizo antes, hay que ser muy autocríticos. Fueron necesarias las elecciones para que (los líderes oficialistas) se batearan, para que se dieran cuenta de que tienen que patear las calles”.
Acerca de las declaraciones opositoras, Suarez cree que “al principio eran buenas, pero luego se volvieron locos porque ya se están peleando por los votos. Como saben que son mayoría, ya quieren atacar y derogar leyes buenas”.
Sobre las manifestaciones de este sector, Johnny Suarez cree que “han sido buenas. No se han metido con las misiones o con las pensiones, en todo caso lo hacen para hablar de mejorías”.
Tres de los encuestados recomiendan a la oposición no caer en el “juego del gobierno” y reducir la imposición de sus ideas en sus alocuciones.
Un 30% de los consultados concuerda en que la vía correcta a tomar por ambos sectores es la del diálogo, reduciendo al mínimo las confrontaciones en las que el “pueblo se ve involucrado”.
“El voto masivo fue por el entendimiento. La nueva AN tiene que pensar qué hacer para que se entiendan ambos sectores y dialogar, para sacar a Venezuela adelante. Tienen que ponerse de acuerdo”, dice Francisco Zarsir.
“El discurso del Estado tiene que ser conciliador y sincerado, con el pueblo por delante. La solución es el diálogo”, opina Ángel Navarro desde la Plaza Bolívar.
Ley de amnistía
Mientras que ocho de los entrevistados se manifiestan a favor de la propuesta de ley para liberar a los presos políticos, por considerarla necesaria y justa, seis opinan que es una ley que el Ejecutivo no debería aceptar bajo ninguna circunstancia.
“Ellos son los culpables de muchos asesinatos: madres sin hijos, viudas, hijos sin padres. No debe haber ley de amnistía para estos vagabundos”, dice Ángel Navarro.
“Eso no sirve porque cuando una persona se convierte en homicida no hay una ley que los ampare. No son presos políticos, son asesinos y por eso el Presidente nunca firmará esa ley”, comenta Briceño.
Contrario a esa opinión se manifiestan los jóvenes Mirkelis Rodríguez, para quien la libertad de los presos es garante de la libertad de expresión, lo que otorga más seguridad al pueblo, y Víctor González, quien cree que la ley de amnistía es una prioridad.
“Para mí es prioridad que la nueva AN trate el tema de los presos políticos porque tengo muchos amigos detenidos sin razón. La mayoría de esos presos lo son por casos injustos”, dice González
Para el joven caraqueño, este objetivo solo se puede lograr si los nuevos diputados muestran la motivación de buscar a la gente para lograr una unión, lo cual, asegura ha faltado en las últimas declaraciones opositoras.
Un 35% de los consultados consideran que la ley de amnistía es necesaria para equilibrar la justicia en el país pero, afirman, solo actúa sobre la oposición, ignorando los delitos de los seguidores del oficialismo.
