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Sra. Decencia Decente

Apodícticos hombres nuevos era la primera vez que la tenían cerca


O.E

“Señora Decencia Decente, para servirle, jovencito, la misma que viste y calza. Venezolana, criollita de pura cepa, mayor de edad, de este domicilio, sin otros compromisos que no sean conmigo misma”…

El funcionario de des-atención al público del ministerio, la miró de pies a cabeza:

— ¿Decencia Decente? – se preguntó en alta voz mientras contemplaba a la anciana andrajosa, sin dentadura, muy golpeada, que tenía al frente- Y yo que pensaba que usted era una fantasía de la oligarquía burguesa; leyenda urbana creada por los artífices de la “guerra económica” y que no había existido, ni existe, ni existiría, jamás… Ahora, resulta que aquí la tengo…

La noticia se esparció, como un rayo. Por curiosidad malsana el alto funcionariado de la dependencia ministerial bolivariana se congregó alrededor de la intrusa.

Directores generales, asesores, consejeros y hasta el propio ministro, conversaron con la matrona para payasear, para hacer retruécanos con su nombre y apellido.

Hasta posaron en selfies con la compañera pintoresca e inofensiva visitante, como se verá más adelante. Era la primera vez que convivían con la “Decencia” en cualquiera de sus variedades.

Epítomes de Hombres y/o Mujeres Nuevos o Nuevas, productos de eso que lleva el remoquete de “Socialismo del Siglo XXI”.

El improvisado episodio de chistes a costa de la anciana marchaba viento en popa.

Pero de súbito alguien dio voz de alarma: “¡Camarados y camaradas! Lamento informarles que de MIPUPUSA, es decir, Ministerio del Pueblo Popular de Salud, llamaron para advertirnos que esta vieja traicionera y desgraciada, es altamente contagiosa.

¡Se fugó de donde ha estado secuestrada en estos últimos 17 años, para contagiarnos y para que, a nuestra vez, contagiemos al camarado Burribigote quien, víctima de shock anafiláctico fulminante, de Decencia, estirará la pata de un momento a otro!

¡Qué Revocatorio, ni qué Revocatorio! ¡Aquí lo que acabará con la robo-lución y sus robo-lucionarios es una epidemia de Decencia! ¡Burricidio, asnicidio, magnicidio, choricidio! R.I.P.