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CNE prepara el festín electoral que alegra a Miraflores y el G4 no va #Opinión #FelixSucre

CNE
En la Venezuela que está económicamente quebrada, según las quejas de los voceros del PSUV, el nuevo CNE ya fijo la fecha del 6 de diciembre para las elecciones parlamentarias, donde los electores podrán elegir a 277 diputados, para que legislen para la Patria.

Félix B. Sucre
CNP 8526

«Lastima que no sea verdad tanta belleza», escuché decir a una persona, quien con cierta ironía decía que Indira Alonzo, como exmagistrada del TSJ sabe que se viola la Constitución y la sentencia 68 del máximo tribunal. Cómo la Constitución sirve para todo, en el organismo electoral, subordinados del TSJ que los nombró, por instrucciones del inquilino de Miraflores, Nicolás Maduro, no debemos sorprendernos por el cambio de 167 a 277 diputados, con lo que queda en evidencia que la revolución requiere de su «festín electoral», aún cuando han venido sometiendo a Venezuela a una cuarentena que nos tiene al borde de la hambruna.

Eso no es importante para el PSUV y para el Alto Mando Militar, responsable de la peor pandemia que llegó a Venezuela y que tiene 22 años acabando con todo.

Frente a la decisión del gobierno y sus aliados de la Casa Amarilla, de los Alacranes y de Bernabes-Parras, como el enemigo es Juan Guaido’ y el G4, o lo que queda de él, era necesario buscar cómo desmembrar la Asamblea Nacional, con una pretendida participación de los partidos pequeños, los mismo que ayer no tuvieron importancia. Por eso no lo dejaron participar.

Ahora, con la misma ingeniería circuital del 2015, en el PSUV preparan llevarse, al no participar Guaido’ y su grupo, unos 150 diputados, mientras que la Alianza de Casa Amarilla, al no contar con un padrón electoral completo, se confirmará con la migaja que les dejará su hoy nuevo aliado. De esos resultados escucharemos a los jefes de Copey, MAS, Avanza Progresista, Cambiemos, Soluciones, entre otros que se sienten bien compartiendo la «buena mesa», aunque los presos políticos siguen presos, la economía en el suelo; en fin, sólo utilizaron su tiempo para sus asuntos personales y, para más muestras, articular una campaña de odio contra un venezolano que como Juan Guaido’, se merece respeto.

Sin embargo, como no estamos de acuerdo con la violencia, aún cuando se nos acusa de manipuladores y difamadores de oficio, entendemos que esa mesa de diálogo nacional, diálogo para ellos y no para Venezuela, porque el dramático cuadro que tenemos no va a cambiar porque ahora tengamos que elegir a 277 diputados, los cuales, sin ironía, no tendrán un sueldo de un salario o de cinco, sino que habrá que pagarle en dólares, lo que debe ser está en la mente de los que pudieran estar asomando para comenzar la fiesta.

Aquí cabe formular una pregunta: Por qué en vez de aumentar el número de diputados no se aprobó modificar la actual AN, creando la Cámara del Senado, dándoles tres o cuatro senadores a las entidades con mayor población electoral y, como bien se puede, dos senadores a los demás? El CNE pudo haber argumentado, como lo hicieron en este caso, que por tal o cuál motivo se hacía ese cambios. Respeto a la Constitución no es un argumento válido, pues bien sabemos que la Sala Electoral, con complejo de corte constitucional,chá realizado modificaciones a la Bolivariana, siendo el más reciente el nombramiento del CNE, cuando la materia electoral es competencia de la Sala Electoral.

No obstante, para los jefes de los partidos de la Alianza de Casa Amarilla, esto, posiblemente, es uno de sus logros en los meses que tienen sintiéndose bien al lado del madurismo; pero lo que no se ve con claridad es el papel entre los acompañantes de Juan Guaido’, quien pareciera estar esperando un Milagro para ir a nuevas elecciones. Dios pudiera estar ocupado con otros asuntos, mientras Venezuela tiene que esperar.