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El asalto al Capitolio #Opinión #DomingoAlbertoRangel

EEUU dejó de ser el país donde mentir era la peor ofensa penal y donde ahora los malandros seguidores de Trump sobrepasan a las fuerzas del orden

Domingo Alberto Rangel

¡Qué bochorno! Estados Unidos desde sus inicios ha sido sumamente exitoso en proclamar la supremacía de sus instituciones en varias áreas de la vida colectiva.

Y, por supuesto, que en términos generales el mundo y la ciudadanía yanqui creen en estas consejas porque hay razones materiales para pensar que es el mejor y único modelo democrático, desde la Constitución de 1787 y a lo largo de sus enmiendas se ha venido plasmando.

Y en esa dirección desde sus inicios ese gran país les ofrecía a los emigrantes que después de sufragar los gastos del pasaje desde Europa, llegaran a cualquiera de las primeras colonias, tierra gratis en abundancia, el mayor tesoro que la humanidad conocía hasta la revolución industrial.

Los europeos fueron conquistando y colonizando todo un espacio continental, tan grande o más que Europa»

Desde luego que esas tierras tenían si no propietarios, al menos otros seres humanos que las habitaban miles de años antes de la llegada los primeros colonos con su religión que hacía de los indios algo inferior, casi al nivel de las bestias.

Y así poco a poco los europeos fueron conquistando y colonizando todo un espacio continental, tan grande o más que Europa.

La mezcla de tierra gratis, un inmenso mercado interno siempre creciente al menos hasta nuestros días, y el uso de la tecnología que la sociedad yanqui nunca la vio como maravillas de salón sino como motor de progreso: ¡Hicieron, junto a la estupidez europea que en el siglo pasado dos veces arrasó con ese continente, que las relativamente pobres e incluso atrasadas colonias británicas, en comparación con las españolas, se convirtieran en un imperio a pesar del aislacionismo de los estadounidenses que nunca han buscado tener colonias propias.

La institucionalidad también se sostiene en cuanto la ciudadanía respete las leyes y la manera de vivir que de ellas emanan»

Bien, explicado cómo se llegó al triunfo de Estados Unidos en la guerra contra Hitler y sus aliados, de dónde emergieron esos estadounidenses, abuelos de los actuales, como super potencia a la cual solo el comunismo de la URSS podía enfrentar, paso a comentar el bochorno reciente en el Congreso de ese país.

Todo el tinglado de un imperio que se respete se sostiene en cuanto la ciudadanía y los pueblos subyugados e incluso colonizados… acepten la institucionalidad de quienes mandan. Y cuando esta aceptación desaparece, el tinglado cruje.

Y la institucionalidad también se sostiene en cuanto la ciudadanía respete las leyes y la manera de vivir que de ellas emanan. Es así.

Los hindúes veían en imperio británico la fuente de una superioridad que permitía que un solo oficial inglés, con poco armamento y a veces en solitario, ejerciera la ley en distritos tan grandes como un estado venezolano.

No se entendería que un país cuya sociedad fue considerada hasta hace poco, el faro del mundo, haya elegido un personaje truculento y bandido como Donald Trump»

Pero cuando ante la invasión japonesa los hindúes dejaron de ver a los ingleses derrotados y sus instituciones cual entidades superiores, comenzó a forjarse la rebelión que llevó a la independencia de La India.

Bien, quizás fue largo pero hay que explicar porque de otra manera no se entendería que un país cuya sociedad fue considerada hasta hace poco, el faro del mundo, haya elegido un personaje truculento y bandido como Donald Trump cuya última andanza fue provocar una invasión de malandros disfrazados ¡En el Congreso de ese país que ahora es otro distinto al de los abuelos de los yanquis actuales!

Estados Unidos hace décadas dejó de ser el país donde los diarios se compraban dejando el costo en una bandeja de donde el comprador tomaba el vuelto si fuese preciso. En el cual las gentes dejaban las casas sin pasar la llave o escondían el llavero bajo el felpudo a la entrada.

Donde los propietarios no cerraban los vehículos e incluso las llaves de encendido nunca se retiraban. Donde mentir fue considerado la peor ofensa penal.

En Venezuela, embrutecidos por la polarización y las estupideces que declaran los políticos, hay quien piensa que nosotros estamos en mejor posición moral «

Cuando todo esto más o menos se respetaba y pesar de la brutalidad policial que siempre ha signado la sociedad yanqui, es bueno recordar que en ese entonces no estaban las fuerzas del orden mejor equipadas que hoy día y muchos crímenes quedaban impunes, pero había orden.

Eso desapareció y hemos visto cómo malandros seguidores de Trump sobrepasaron las fuerzas del orden ahora ultra equipadas.

¿Qué pasó? ¿Cómo se explica eso?

En Venezuela, embrutecidos por la polarización y las estupideces que declaran los políticos, hay quien piensa que nosotros estamos en mejor posición moral para restregarles a los yanquis el bochorno de este asalto al Congreso, como si no hubiésemos vivido en el siglo XIX nuestra propia versión, liderada por los Monagas quienes eran tan incivilizados como Donald Trump.

Desde la otra acera, un tal Gerbasi, venezolano para vergüenza nuestra, piensa que el asalto fue un montaje chavista, de quienes infiltraron hordas, como si nuestro gobierno fuese tan estúpido o el de Trump también.

Estamos ante el bochinche de una Reserva Federal privada, que a diario emite cientos de miles de millones de dólares sin respaldo para que no caigan sus bolsas»

Lo cierto es que los yanquis de ahora mienten, se roban diarios, carros, casas y creen que sus instituciones son corruptas.

Es sumamente peligroso lo que acaba de suceder en Estados Unidos en un momento en el cual el imperio yanqui declina al dejar de ser la fábrica del mundo y abandonar sus valores, mientras el chino se empina.

Cuando ante el bochinche de una Reserva Federal privada, que a diario emite cientos de miles de millones de dólares sin respaldo para que no caigan sus bolsas, frente al armamentismo que pronto traerá media docena de países que estrenarán bombas atómicas, o el irresponsable Trump incitando a una guerra civil: Solo cabe recomendar frialdad ante la pandemia, abrir mercados y esperar a que los líderes de países poderosos, conserven la calma.

Que Joe Biden tenga el temple para poner preso al tunante que lo precedió»

Y que Joe Biden tenga el temple para poner preso al tunante que lo precedió en el peor momento de la historia yanqui.

No hacerlo es echarle más leña al fuego del bochinche cuyos malos resultados son predecibles, algo así como el trabajo que en aras del orden se espera del presidente Nicolás Maduro: Poner preso al sinvergüenza de Juan Guaidó.

@DomingoAlbertoR

EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.

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