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Déjenle el nombre a ese estado #Opinión #DomingoAlbertoRangel

Siempre me pareció una tontería, muy nuestra por cierto, eso de ponerle nombres de militares de la Independencia a cualquier lugar, desde plazas y autopistas hasta municipios y estados ¡Después nos quejamos del caudillismo que ahoga las instituciones!

Domingo Alberto Rangel

Hace tiempo, militaba en un gran partido de la democracia puntofijista y recuerdo que me uní a quienes desde el bando adversario rechazaban el cambio de nombre a un municipio recién creado.

A Baruta un grupillo de adecos escaladores inventaron renombrarlo “Rómulo Betancourt” y la dirigencia copeyana puso el grito en el cielo. Ojo, ni la familia Betancourt ni la alta dirigencia adeca estaban detrás de la bobería.

En aquel entonces, tenían razón aquellos socialcristianos que se oponían al cambio de nombre y una vez me contactaron, en seguida nos pusimos a conversar con los vecinos que en esa época incluían a los habitantes del actual El Hatillo que era parte del territorio de Baruta. Y así ganamos con apoyo popular.

Algunas lunas más tarde tuve que enfrentar y derrotar esa vez un grupo de copeyanos que les parecía gracioso renombrar como “Arístides Calvani” al nuevo municipio El Hatillo.

En esa oportunidad, me acompañaron en la lucha las dirigentes copeyanas muy decentes que habían impedido el oportunista renombre de Baruta.

Bien: aclaro que acabo de leer la iniciativa de un querido amigo, a quien tengo por historiador brillante y útil, Rafael Arráiz Lucca, hermano de mi querida y admirada Elisa.

Kake, como lo conocemos los muy amigos, propone que firmas mediante, se vuelva el actual y recientísimo estado La Guaira a su nombre original de estado Vargas. Moción que apoyo y me parece racional hasta para evitar cacofonías.

La otra moción no me parece lógica. Kake también propone renombrar estado “Páez” a Portuguesa. A ver.

Ignoro si es cierta la historia que escuché de niño sobre que en el mayor río de ese estado se ahogó, en los primeros años de la conquista, una ciudadana portuguesa. Y de allí el nombre castellano de aquel cuerpo de aguas y del estado que tiempo más tarde surgió. Parece lógico y la gente está acostumbrada aparte que lo que funciona no modifica.

Por otra parte, siempre me pareció una tontería, muy nuestra por cierto, eso de ponerle nombres de militares que actuaron en la Independencia a cualquier lugar existente, desde plazas y autopistas hasta municipios y estados. ¡Después nos quejamos del caudillismo que ahoga las instituciones!

Y lo peor es que en apariencias ese error es pandémico y lo hacen chavistas y escuálidos, aunque aclaro que Kake es opositor pero jamás me atrevería a calificarlo como escuálido.

Renombrar al estado Portuguesa le dará cancha a quienes quieren dividir a los venezolanos entre “bolivarianos” y “paecistas”.

Algo inconveniente habiendo tantas prioridades por atender.

De paso, aclaro que soy bolivariano pero también admiro al general Páez. Sin tener los maestros del Libertador supo elevarse desde la cultura original, de un muchacho peón de hacienda, hasta el estadista que en un momento dado y sin traicionar como dicen a Bolívar –quien nunca se expresó mal del vencedor de Las Queseras del Medio-. Entendió que  dividida Colombia “La Grande” entre otros venezolanos, y a punto de ser exiliado el Libertador, se echó encima la tarea de crear un país nuevo.

Y por un tiempo logró imprimir a esa tierra de militares buscadores de recompensa un sesgo de civilización.

Termino porque cuando escribía esta nota una amiga, que fisgoneaba mientras yo escribía, burlona me recordó que estuve presente cuando una autopista que aún no terminan, entre Tovar y El Vigía, fue inaugurada como “Domingo Alberto Rangel” y en el acto oficial estuve como único familiar presente.

Para ustedes y para la fisgona: es verdad, me declaro culpable, pero, número uno, ese homenaje lo hicieron los chavistas y adecos merideños a mi padre ya muerto; y número dos, no renombraron nada, era obra nueva.

Solo espero que algún día terminen aquella autopista necesaria y que entonces no se les ocurra renombrarla. Fin de la historia.

@DomingoAlbertoR

EL AUTOR es ingeniero civil, consultor, asesor y dirigente político. Premio Nacional de Periodismo 2019, mención Opinión.

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