El director de Ecoanalítica estima que en los próximos meses el Gobierno nuevamente va a incrementar el gasto público y eso traerá una depreciación del bolívar ante el dólar negro, aunque no tan fuerte como en 2015
Enrique Meléndez
El economista Asdrúbal Oliveros estima que la inflación en el sector de los bachaqueros en lo que va de año se ubica en 1.100%. Una situación que califica como “dramática” y que, asegura, está afectando a muchos grupos sociales que no tienen acceso a los productos regulados y se ven obligados a comprar en el mercado negro. “Esa es la inflación que están sintiendo”, señala el también director de Ecoanalítica.
«La inflación hoy es el principal problema económico que tiene el país»
Meses atrás usted decía que el Gobierno estaba deslizando el dólar del Dicom hacia los 600 bolívares y que se iba a detener allí, pero esta tasa ha seguido incrementándose. ¿Qué ha sucedido?
Efectivamente, cuando arrancó el Dicom, el Banco Central de Venezuela de alguna forma hacía la confesión de que cuando el dólar de Dicom alcanzara el round entre 600 y 700 bolívares, obviamente su ritmo de depreciación se iba a detener, y creo que eso está ocurriendo. Se sigue depreciando, en efecto, pero a un ritmo que se ha reducido significativamente, sobre todo en las últimas semanas.
Eso, lamentablemente, es una mala noticia. La forma como arrancó el Dicom con todo su diseño, deja mucho que desear. Al final, el Dicom de alguna manera palió los incrementos de precios, pero no cumplió los objetivos de darle estabilidad al mercado cambiario. Lo ideal es que el Gobierno hubiera utilizado el Dicom como un instrumento para anclar el mercado paralelo, para dinamizar la entrega de divisas y posteriormente ir a un proceso de unificación cambiaria que lamentablemente no ha ocurrido.
¿Eso incidió en la salida de Miguel Pérez Abad del Ejecutivo, con lo cual se impuso la corriente comunista?
Lamentablemente no hay en el Gobierno una posición clara y única con respecto al tema económico. El chavismo es una amalgama de diferentes grupos, con diferentes intereses, y no han podido resolver los conflictos que este caos genera. Eso era así incluso desde que estaba Chávez vivo, y se exacerbó con la llegada de Maduro, dado su problema de autoridad.
El intento de hacer un proceso de unificación cambiaria lo llevó a cabo Rafael Ramírez, donde fracasó; y ahora Pérez Abad también fracasa. En ese sentido, pareciera que hay grupos dentro del chavismo que tienen resistencia al tema de la unificación, y ahí confluyen no sólo razones ideológicas, pues hay un grupo mucho más radical que ve en la política cambiaria un instrumento de control político, donde cualquier política de apertura implica una debilidad para el sistema.
Pero también hay otros grupos, obviamente, que están ligados a todos los negocios que conviven con la entrega de las divisas a tasas oficiales. No solamente las divisas que se entregan a tasa Dipro, sino también las que se entregan bajo el mecanismo de Dicom.
Son esos dos factores: por un lado, ideológicos; pero también los que tienen que ver con la figuración de captación de renta, de negocios y de corrupción.
«hay grupos dentro del chavismo que tienen resistencia al tema de la unificación»
¿Qué opina usted de lo declarado por el ministro Jesús Farías, que ha dicho que el Gobierno venció a Dólar Today?
Efectivamente, hay que reconocerle al Gobierno que en la primera mitad del año, a mi modo de ver, en una estrategia costosa de restricción de liquidez, muy agresiva, con contracción del gasto público en bolívares, logró detener la cotización del dólar paralelo. Pero lamentablemente los factores estructurales de la distorsión cambiaria en Venezuela siguen estando presentes.
Tienes un elevado déficit fiscal. Tienes un proceso de restricción de divisas muy agresivo, de acuerdo a los mecanismos oficiales, porque no tienes un mecanismo legal de compra de divisas en el mercado paralelo. Tienes unas actitudes de expectativas sobre el mediano plazo, que también son negativas. A mi juicio, el paralelo está contenido.
Yo creo que en los próximos meses el Gobierno nuevamente va a incrementar el gasto público como un mecanismo para hacer frente a la situación política, e intentar mejorar de cara a un posible proceso electoral, llámese revocatorio o elecciones de gobernadores. Esto de alguna forma se va a manifestar en el tipo de cambio paralelo con una tendencia larga.
Ahora, ¿cuánto va a crecer el paralelo? No creo que vaya a tener una depreciación tan fuerte como la que tuvo el año pasado. Porque estamos en un ciclo recesivo muy profundo. Hay una caída del consumo muy fuerte y la rotación de inventarios por parte del sector privado no es tan rápida como en el pasado. Eso hace pensar que la depreciación que venga en el futuro del tipo de cambio paralelo no va a ser tan agresiva como la que ocurrió en años anteriores, especialmente en 2015.
Ha trascendido que el Banco Central de Venezuela maneja la cifra de 330% de inflación en lo que va de año. ¿Qué proyecciones tiene Ecoanalítica?
“La inflación de los últimos doce meses es superior al 450%”
Nosotros también estamos midiendo la inflación de acuerdo a una canasta que de alguna forma intenta medir la variación de los precios, y ahí lo que estamos viendo, por lo menos al cierre de agosto, es que la inflación de los últimos doce meses es superior al 450%. Eso nos hace pensar que la inflación de cierre de año va a estar ligeramente por encima del 500%, un hito histórico para Venezuela. Es la tasa más alta de nuestra historia desde que se tienen estadísticas y, adicionalmente, nos volvería a colocar como el país con la peor inflación del mundo. Pero hay otro problema: esa inflación es un flagelo que recoge elementos de bienes y servicios controlados y no controlados con importantes distorsiones.
Nosotros también medimos la inflación de los precios que no están controlados, de los rubros que, de algún modo, se consiguen en el mercado negro, con los bachaqueros. Allí la situación es mucho más dramática. Estamos hablando de que para agosto la inflación de los últimos doce meses de estos rubros no controlados es superior a 1.100 por ciento. Una situación dramática y que, efectivamente, está afectando a muchos grupos sociales que no tienen acceso a los productos regulados, que tienen que comprar en el mercado negro, en la estructura de los bachaqueros, y es esta inflación la que están sintiendo.
Por eso es que tú tienes una caída del poder adquisitivo brutal, inédita en Venezuela, aunada a una situación social que es muy explosiva, y que en parte explica el por qué obviamente el nivel de conflictividad político que está viviendo hoy Venezuela. La inflación hoy es el principal problema económico que tiene el país y , en efecto, está afectando a la gente, especialmente a los más pobres.
La proyección de la caída del Producto Interior Bruto, según el Fondo Monetario Internacional, se ubica en -11% para este año. ¿Acaso esa caída se va a incrementar con el decreto de aumento salarial, que ha provocado el cierre de algunas empresas?
No necesariamente, pero el tema de la contracción hoy en día en Venezuela es muy profundo. Incluso, yo soy de los que no habla de recesión ni de estanflación. Yo creo que Venezuela vive una depresión, que es un concepto mucho más grave, que habla de caídas muy profundas de la economía, de factores estructurales que están presentes y que no se han corregido. Si tú calculas la contracción acumulada desde que Maduro llegó al poder, es decir tres años, resulta que es de 25%.
Eso significa que esta economía ha perdido una cuarta parte en ese lapso de tiempo. Una caída de esa magnitud sólo se veía en países con conflictos bélicos o países con desastres naturales, que no es el caso de Venezuela. Nosotros específicamente para este año estamos esperando una contracción de 11,3%. Pero no me extrañaría que pudiese ser incluso un poco superior, lamentablemente.
“la rotación de inventarios por parte del sector privado no es tan rápida como en el pasado”
¿Pero qué impresión tiene Econoanalítica de lo que va a ser el impacto de este decreto de aumento salarial en la empresa privada, que aprobó el Gobierno de Maduro?
Esa es una medida de corte político. Está intentada un poco para tratar de revertir la brutal caída de popularidad que tiene el presidente Maduro. Es una medida inconsulta, que no responde a la dinámica económica que estamos viviendo, a los temas de la productividad que tiene hoy la economía venezolana.
Yo creo que el segmento más afectado por esta medida van a ser las pequeñas y medianas empresas, las que se conocen como las Pymes, pues les va a resultar muy difícil hacerle frente a este incremento de salarios, porque son las que están sufriendo con más fuerza la contracción de la actividad económica. Pero, adicionalmente, se trata de un incremento de salarios inflacionario. Con la aceleración de precios que estamos viendo, ese incremento se va a diluir en dos o tres meses, pues de alguna forma no representa una recuperación estructural del salario de los venezolanos.
Pienso que hoy por hoy la mejor política salarial para la gente es que se reduzca la inflación. Con estos niveles de inflación, acercándose al 500%, no hay aumento de salarios que valga. Lo mejor que tú puedes hacer por los trabajadores es diseñar una política antiinflacionaria, que reduzca el flagelo en una forma rápida y que de alguna forma le permita a la gente recuperar el poder adquisitivo.
¿Cómo va el pago de los bonos de la deuda, y qué queda por pagar en el año?
Hasta ahora el Gobierno ha pagado una deuda en un contexto económico, donde eso ha sido la prioridad; probablemente, porque le resulta costoso manejar el tema de la deuda externa, por todas las implicaciones que eso tiene. El Gobierno, para cumplir con estos pagos, ha llevado a cabo un masivo recorte de importaciones. Estamos hablando de una contracción que está por el orden de 45% en lo que va de año. Eso te explica, en parte, el problema de escasez y desabastecimiento que estamos viendo.
«La contracción económica es de 45% en lo que va de año»
Además, ha liquidado activos como empeñar el oro, las negociaciones con China, el tema del Arco Minero, entre otros procesos. Quedan pendientes otros pagos de Pdvsa entre octubre y noviembre, que son significativos, pues se sitúan en el orden de 5 mil millones de dólares. Nosotros creemos que el Gobierno va a cumplir con esos pagos. Ha recomprado una buena parte de esa deuda. De alguna manera esos bonos ya están en manos del sector público.
Pero el problema de fondo acá es que sin un cambio profundo de este modelo económico, el tema de pagar la deuda en algún momento se va a hacer inviable. Como economista creo que no es sostenible el servicio de la deuda en el mediano plazo. Tú puedes pagar en el 2016, pero la pregunta que se hacen todos los tenedores es: ¿En 2017 cómo vas a hacer con estos pagos? ¿Qué tipo de políticas vas a llevar a cabo?
Eso explica en parte el hecho de que el riesgo país de Venezuela, a pesar de que Venezuela pague religiosamente, no se reduzca. Porque es que a los inversionistas no les interesa el presente, no les importa que tú pagues hoy. El inversionista lo que está viendo es la proyección a mediano y largo plazo. El inversionista sabe que con este modelo a nuestro país se le hace muy difícil cumplir con el servicio de la deuda.
En la discusión que se ha dado entre los economistas, si ir o no ir a los organismos multilaterales para una asistencia financiera, incluso se habla de una solicitud de hasta 60 mil millones de dólares, ¿cuál es su posición?
Yo te diría que ahí hay tres cosas. Primero, el monto es más bajo. No creo que Venezuela necesite 60 mil millones de dólares. Yo creo que nuestras necesidades, probablemente en el primer año, y siendo exagerados, estarían por el orden de un tercio de eso. En segundo lugar, te diría que no hay que satanizar a los multilaterales, pues yo creo que existe una serie de prejuicios tontos con respecto a su papel, y creo que pueden ser de gran ayuda en términos de credibilidad, en términos de reputación en la aplicación de un programa de estabilización como el que requiere Venezuela.
En tercer lugar, eso es una discusión política. Obviamente allí, al final, los políticos tienen que entender el tema de los multilaterales: ventajas y desventajas y, efectivamente, si están dispuestos a ir para allá. Yo, en lo particular, pienso que los multilaterales pueden ser de gran ayuda. El FMI nos puede ayudar en la programación de reformas para estabilizar la economía. El Banco Mundial nos puede ayudar en el diseño de programas sociales y organismos como el BID y la CAF nos pueden ayudar para el diseño de programas de infraestructura y apoyo técnico.
Eso sería de gran ayuda para que Venezuela supere la dramática situación que está viviendo. Creo que el rol de nosotros es el de tratar de intentar de convencer a los políticos del papel que pueden jugar los multilaterales.
El rol de Serrano Mancilla
¿Cuál es su opinión del papel del español Alfredo Serrano Mancilla en el manejo económico del país?
Yo creo que un presidente puede tener los asesores que quiera. Eso para mí no constituye ningún problema, como sí las ideas que esos asesores puedan tener. Yo creo que Alfredo Serrano tiene una visión errada de la economía venezolana, de cómo atacar nuestros problemas y las medidas que él ha venido aconsejando lo que han hecho es profundizar la crisis.
Ahora, hay quien te dice que su presencia allí está pensada más para acomodarle el piso político al modelo de control del chavismo, que es un tema bien importante, porque al chavismo al final le importa poco la estabilidad macroeconómica. A ellos lo que les importa es retener el poder y llevar a cabo una gestión cada vez más fuerte de control social. Probablemente allí las ideas de Serrano sean muy eficientes desde estas perspectivas. Eso, en lo que a la gente se refiere, tiene un aspecto negativo, porque al final está generando más miseria.
Creo que a lo interno del chavismo sigue existiendo tensión entre los grupos. No creo que todo el chavismo comulgue con las ideas de Serrano Mancilla. No creo que todo el chavismo esté cómodo con su rol. Pero efectivamente sigue estando allí. En la medida en que el chavismo no entienda que tiene que resolver los problemas de la gente, generar estabilidad, generar bienestar para la población, van a seguir creciendo las tensiones y esto es un punto clave para el mediano y largo plazo.