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Capriles: el mucamo de la reina

Henrique Capriles

El colonialismo tiene embriagado a Granger. Ese es el verdadero fardo sobre Guyana


Julián Rivas

El presidente de Guyana, David Granger, tiene la marca de sirviente de la reina de Inglaterra. Así fue estampado cuando se graduó como cadete de la reina. En cambio Henrique Capriles Radonski sería el mucamo de la reina. A este señor hay que derrotarlo una vez más.

Capriles patentiza la fama de estólido cuando ante la prensa de Guayana sostiene que el reclamo del Esequibo pretende desviar la atención de los problemas internos de Venezuela. ¿Será verdad que este sujeto pasó por la añeja Columbia University?

De Capriles los venezolanos no podemos esperar nada bueno. Él es ficha del anglosionismo internacional. Eso existe y lleva siglos de conformación. Y pensar que la presencia holandesa en América estuvo influenciada por las guerras de religión que se dieron en Europa en los siglos XVI y XVII. De ahí nos viene el despojo del Esequibo, luego que Inglaterra adquiriera de Holanda los territorios de Berbice y Demerara, acciones que fueron producto de la piratería holandesa al servicio de los banqueros asentados en Rotterdam, en el marco de las guerras de religión.

Pero bueno, ahí tenemos al señor Capriles. Los opositores son asunto serio. Por un lado decían que no reclamábamos el Esequibo, y ahora que lo hacemos con firmeza, le buscan las cinco patas al gato.

Capriles actúa de manera ambigua. Siempre lo hace, pero en la actual coyuntura es imperdonable. Actúa contra Venezuela.

Míster Danger no dijo nada en Brasil

El presidente de Guyana, David Granger, sirviente de la reina, fue a la reunión de Mercosur. Dijo generalidades, pero sin decir nada sustantivo sobre el fondo del asunto: el reclamo territorial y el Acuerdo de Ginebra. Quedó en claro que Guyana usurpa un territorio solamente por obra y gracia de su patrona la reina de Inglaterra. Los argumentos históricos, legales, los posee Venezuela.

Por supuesto que el asunto de la reclamación del Esequibo trasciende la política cotidiana e interna. Pero esto no explica la infeliz declaración del señor Capriles, ficha del imperialismo supuestamente formada en Columbia University. Tienen razón algunos analistas: no hay país que no sea importante para los estadounidenses hoy en día. A tales efectos, se puede observar el interés de Estados Unidos por aprovecharse del reclamo del Esequibo. Triste que Capriles sirva a los intereses de Guyana y la política imperialista.

El señor Granger dijo hace varios días: “Guyana, incluso cuando se acerca el 50 aniversario de su independencia el próximo año, todavía carga con un mono en la espalda. Ese mono es la carga insoportable de una reclamación opresiva y desagradable sobre nuestra tierra y nuestras aguas”. Como que es verdad que este sirviente de la reina de Inglaterra no se ve la viga en el ojo. Es el colonialismo lo que lo tiene embriagado. Ese es el verdadero fardo sobre Guyana. La vieja élite que recibió el mando colonial no ha aprendido en medio siglo.

El presidente Granger se acostumbró a ser sirviente de un imperio en decadencia, el británico. Y al mismo tiempo busca padrinos en Estados Unidos. Y lo triste es que mantiene engañado a su pueblo, con el cuento de que Guyana no cederá ni un centímetro del Esequibo. Otro cuento, muy peligroso, es que Estados Unidos lo apoya en un supuesto plan antidroga, cuando en el fondo no es más que un mecanismo de espionaje que los gringos instalan en la región.

La prensa guyanesa, como el “Stabroek” llama “compromiso” la presencia de Exxon Mobil, la petrolera gringa. Veamos qué dice el Encargado de Negocios de Estados Unidos en Guayana, Bryan Hunt, en ocasión de la celebración del día nacional de Estados Unidos:

“Todos estamos entusiasmados con las perspectivas del significativo descubrimiento de petróleo el Stabroek Block, pero debemos atemperar nuestro optimismo ya que incluso las predicciones más optimistas llevan años antes de que se den cuenta de los beneficios potenciales”.

No obstante, el voluminoso Hunt agregó: “Estamos con el gobierno de Guyana y Exxon Mobil a medida que trabajan juntos para extraer recursos naturales de una manera responsable que proteja el medio ambiente”.

Es curioso el titular que le da el referido diario a la nota de prensa en la cual, además de Hunt, declaran altas autoridades de Guyana: “Estados Unidos está con Guyana y Exxon Mobil frente a las amenazas de Venezuela”. Indiscutiblemente, vista la agresión contra Venezuela por parte de la élite dependiente que dirige Guyana, empezando por el señor Granger, el manejo engañoso de la opinión publica de ese país, más la amenaza realmente existente, que es la gringa, imperialista, podemos concluir que este Henrique Capriles Radonski es un irresponsable. Un loco de carretera.

Ahora vemos que Guayana esta gobernada por otro irresponsable, que pretende entregar lo que es de él y lo que no es de él al imperio norteamericano. Recuerda al cuento del sujeto que no pudiendo comerse todos los cambures, terminó echándoselo a los puercos.

Derrotar la vieja política imperial

El imperialismo no cambia. Cambiara la tecnología, pero la sinrazón imperialista sigue presente, el afán de dominación. Vea el uso que Estados Unidos le da a los drones. Las investigaciones en sicología sirven para afinar métodos de tortura, como en Guantánamo. El satélite se usa para mentir en medio mundo, no para liberar. Un ejemplo CNN. La humanidad todavía no ha despertado del todo. Eso se logrará en sociedades de democracia directa, con países soberanos.

¿Por qué este afán de los políticos de la ultraderecha, conservadores, de estar buscando un imperio que los apoye? ¡Great Power!. Cuanta similitud entre Capriles y el señor Granger. Son neocloniales.

La política se hace sobre la base de la ética y la comprensión de la realidad. No hay un solo argumento para que Guyana mantenga soberanía sobre el Esequibo. Y entonces, hay que empujar fuerte, sobre la base del derecho internacional. Lamentablemente eso no lo comprendieron los políticos de la Cuarta República, muchos de ellos cobardones, incapaces de exigir al imperio británico la retirada de Suramérica y el Caribe, sin pretextos, sin eufemismos. Hace 50 años los gobiernos de la región debieron rechazar que se crearan estados supuestamente independientes pero con directa o indirecta influencia de Londres.

Venezuela está firme en la defensa del Esequibo. Qué bueno será que se mejore la carretera Tumeremo-Bochinche, o iniciar la construcción de los 15 a 20 puentes que hacen falta para levantar una carretera-dique de contención desde Piacoa hasta San José de Amacuro y la Línea, en el Delta Amacuro. No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Venezuela debe reclamar con firmeza el territorio Esequibo.

David Granger, Capriles, María Machado, Leopoldo López, fueron formados en universidades anglosajonas para que sirvieran a la reina inglesa o al que manda en Washington. No sorprende que sean fichas del imperialismo. Hay que derrotarlos políticamente.