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El Plan B para echar a Maduro es deber de cristiano por razones humanitarias

Salir de Maduro de inmediato es deber de cristiano para salvar a los pobres de la hambruna y de la miseria, de la muerte por mengua o por la delincuencia, que vienen padeciendo. Es inhumano demorar su salida


Jesús Antonio Petit Da Costa

Venció el plazo para el PLAN A: salir de Maduro y de Cuba por vía electoral. No hay salida electoral. El revocatorio ha muerto. Es un cadáver insepulto que ya hiede.

La MUD-AN debería reconocer el fallecimiento y proceder a enterrarlo.

Y enseguida sumarse al PLAN B: salir de Maduro y de Cuba repitiendo el 19 de abril de 1810 y el 5 de julio de 1811 simultáneamente, lo que se produciría siguiendo el modelo estratégico de 1945 (iniciativa de militares a la cual se suman los civiles) o de 1958 (iniciativa civil a la cual se suman los militares).

No hay otra salida cuando se ha cerrado la electoral para resolver la crisis terminal del sistema político, y con mayor razón cuando a la política se le suma la crisis terminal del modelo económico.

El PLAN B se ejecutaría siguiendo el modelo estratégico de 1958 si la AN hace lo que debió hacer en enero y tardíamente prometió para el 3-5 de noviembre:

1) Remover, deponer o destituir a Maduro en aplicación de los Arts. 333 y 350 de la Constitución, finalidad del procedimiento abierto para establecer su responsabilidad política; y 2) Convocar al pueblo a la calle en las ciudades del país para forzar a Maduro a irse acatando la decisión de la AN. Y, agréguese, ordenar a la FAN la ejecución si, a diferencia de Emparan, Maduro se resiste.

Si la AN no toma la iniciativa, la tomarán sin duda los militares patriotas y democráticos (que seguramente los hay porque siempre los ha habido) con apoyo de la sociedad civil, repitiendo el modelo estratégico de 1945, con sobrados motivos tanto constitucionales como socio-económicos y humanitarios. Son éstos últimos:

1) El sistema económico que nos ha impuesto Cuba ha colapsado. El país está en ruinas, sumido en estanflación brutal (recesión profunda con hiperinflación).

La moneda nacional ha caído a 2.000 por dólar. El salario real por el suelo. La situación de todos, sobre todo de los pobres, empeora cada día.

2) El pueblo está padeciendo hambre. Los niños sufren de desnutrición severa. Se desmayan en las escuelas por debilidad extrema. Muchos no van a clases porque no tienen calzados. El desempleo se extiende.

A los empleados no les alcanza el salario. Están matando de hambre a los pobres. Son cada día más los que hurgan en la basura buscando algo para sobrevivir.

3) No hay medicinas. Los hipertensos están propensos a un ACV o un infarto. Los diabéticos no consiguen insulina. Cualquier enfermedad se convierte en tragedia. Los viejos no tienen cómo paliar sus achaques y dolencias. Los hospitales son tugurios en el último estado.

Para los pocos hospitalizados no hay ni medicinas ni comidas. El pueblo está muriendo de mengua.

4) Al que se escapa del hambre y sobrevive sin medicinas lo agarran los delincuentes, quitándole lo poco que lleva, a veces la bolsita de comida.

Los pobres se hunden en la miseria azotados por todos los males que les han caído encima. Hay un estado de descomposición social.

5) La desigualdad social es abismal. Los corruptos saquean las riquezas nacionales haciendo ostentación de su latrocinio, mientras los pobres se hunden en la miseria.

El narcotráfico en complicidad con las FARC ha corrompido todo, nos gobierna una narco-tiranía de milmillonarios en dólares, mientras los pobres no tienen para comer. Hay un estado de descomposición moral.

Están dadas todas las condiciones objetivas para la rebelión. Falta sólo el que tome la iniciativa, civil o militar, para actuar por razones humanitarias, fundándose por añadidura en la Constitución:

1) Recuperar la independencia y soberanía desalojando del poder al gobierno títere que nos ha impuesto Cuba (Art. 350); 2) Restablecer la vigencia efectiva de la Constitución dando el contragolpe constitucional al Golpe de Estado de Maduro (Art. 333); 3)Restituir el orden constitucional roto por el Golpe de Estado de Maduro, que sigue roto mientras no se lo restituya deponiendo al golpista, que por serlo se ha convertido en gobernante de facto (Arts. 333 y 350); 4) Reivindicar el ejercicio de la presidencia para los nacionales, ratificando la exclusión de extranjeros en el cargo (Arts. 41 y 227).

La ejecución del PLAN B ha comenzado. Ya está en el alma del pueblo, que se ha ido convenciendo de que no hay otra salida.

Está, pues, abierto el espacio político para los audaces que decidan cumplir con el deber cristiano de socorrer al desvalido que es un pueblo padeciendo hambre y miseria.

@petitdacosta