La medida de presión que inició hace diez días ha afectado esta semana a más de 1.250 personas que asisten a controles médicos en el hospital de Lídice
Redacción La Razón
Los médicos residentes del Hospital Jesús Yerena de Lídice mantienen la medida de protesta de la suspensión de consultas y cirugías programadas debido a la inseguridad que aqueja al personal médico y administrativo de la institución.
La medida de presión que inició hace diez días ha afectado esta semana a más de 1.250 personas que asisten a los controles médicos y 50 pacientes que ingresan por cirugías.
Santiago Sánchez, representante de los médicos residentes, señaló que la medida se va a mantener hasta que sea designado un número considerable de funcionarios policiales o militares para resguardar las entradas del centro hospitalario. Además, exigen que todo el personal sea carnetizado para tener un mayor control y garantizar las medidas de resguardo.
Otra de las exigencias es que sean restringidas las visitas familiares en un horario comprendido de 3 a 5 de la tarde, ya que denuncian que esta institución es una de las pocas del país que permite la entrada y salida a las habitaciones a toda hora.
Sobre la designación de Armando José Marín Rojas como director encargado, Sánchez manifestó que este cambio se venía planteando desde hace un tiempo y que, en nombre de todo el gremio, espera sirva de mediador con el Ministerio de Salud para que tomen en cuenta los motivos que los aquejan.
Los médicos de este hospital, ubicado en la parroquia La Pastora de Caracas, iniciaron estas medidas de presión luego de que familiares de un fallecido agredieran a un grupo de médicos y enfermeras.
En esa oportunidad denunciaron que son víctimas constantes de delincuentes dentro del centro de salud y que son comunes los robos internos y en el área del estacionamiento. Aseguran que los cuatro funcionarios que están designados en la puerta del área de emergencia no son suficientes para garantizar el bienestar en todo el edificio.